Empezó con el juego clásico de la botella.
La clase 1A decidé juntarse 2 días a la semana a jugar a ponerse retos. Gradualmente se va volviendo una especie de obsesión con la que nuestros protagonistas tendrán que lidiar y no será sencillo para nin...
* Esta historia contiene lenguaje adulto y escenas explícitas. *Sólo me voy a centrar en el Bakudeku, no habrá otras parejas de por medio. * Los hechos son a partir de la mitad de la temporada 3. * Este fic está situado en el universo canon por lo que agregare algunos acontecimientos que igual pasan en el manga/anime. Por obvias razones cambiaré y omitiré unas cuantas cosas.
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Capítulo 1
Había caído la noche. El horario de clases en la UA por fin había terminado y se suponía que ya todos tendrían que regresar a sus dormitorios para descansar. Claro, pero sólo era una suposición, pues la invitación de una reunión clandestina por parte de dos de las alumnas de la academia interrumpiría los planes de la clase 1A
— Yaoyorozu ¿Ya está todo listo? — preguntó la chica de piel rosa.
— Todo en orden, Ashido. Ya amplié la habitación para que haya espacio para todos, serví las botanas y dejé las bebidas en la hielera. Prácticamente solo faltan los invitados. — respondió Momo.
Alguien toca la puerta, el primer invitado. Lo hacen pasar.
— Vaya, entonces no lo decías de broma. En realidad, no creí que en serio la vicepresidenta de la clase se sometiera a un acto tan rebelde como el armar una fiesta. — bromeó Denki, ocasionando una mueca en la contraria.
— No es una fiesta. —aclaró cruzando sus brazos — Solo es una pequeña reunión para divertirnos. Todos estamos muy tensos desde que sucedió el enfrentamiento de All Might contra All For One y yo solo pensé que nos vendría bien un poco de distracción, para relajarnos.
—Ya, bueno, tienes razón. Solo espero que esto no llegue a oídos del director Nezu o del profesor Aizawa. ¿Qué pensarían de nosotros si descubren que tan solo a pocos días de habernos mudado a estos dormitorios ya estamos incumpliendo las normas? — mencionó el chico eléctrico intentando alarmar a la vicepresidenta.
— No la asustes, Kaminari. Ella solo quiere que todos pasen un buen rato, ya deja de ser un bobo y mejor ayúdanos a encender las luces fluorescentes que compramos para la ocasión. — defendió Mina.
Transcurrieron unos cuantos minutos más. Cuando se dieron cuenta, dos, tres, cuatro y más invitados fueron llegando poco a poco, hasta que el dormitorio quedó repleto. Aunque, en realidad no habían asistido todos, tal vez dos o tres estaban ausentes por razones desconocidas.
— ¡Bakugou! ¿Ya me embriagué tan rápido o en verdad estás aquí presente? — exclamó Hanta, el chico de las cintas en los codos.
— Cállate. El pelos de mierda me obligó a venir a esta estúpida fiesta. — gruñó y después fue rodeado por el brazo del pelirrojo.
— Heeeey. ¿Por qué tan amargado? Seguro hoy te irías a roncar a las 8pm y ahí se hubiese acabado tu día. En cambio, al menos ahora gracias a mí obtendrás un poco de diversión, te vendrá bien desestresarte después de haber sido secuestrado hace poco. — dijo Eijirou intentando convencerlo, ocasionando que el rubio solo rodara los ojos.