🎴Tokyo 卍 Resistance🎴[Tokyo 卍 Revengers Zombie AU] [Primera Temporada]

[Correle wey]

Miré hacia donde estaba Kakucho, oyendo el griterío.

—Hitto, diles que estoy bien por favor.—pedí.

Kakucho asintió y dandose la vuelta salió por el pasillo y en pocos momentos dejaron de oirse los gritos.

—Tus amigos son ruidosos...—dijo Izana, algo molesto.

—No más que tu cuando duermes, eso seguro.—me burlé de él. Por lo cual me pellizcó una lonja.

—No niegas que sean tus amigos.

Sonreí.

—¿Estas celoso? 

—No digas tonterías.

Lo miré alzando mis cejas y sonriendo de lado. Este suspiró y agachó la cabeza.

—Oye, sabes que no podría cambiarte por nada. Tu eres la mugre de mi uña.

Izana levantó la vista y me miró como si me hubiera vuelto completamente loca.

—El golpe terminó de exterminar las pocas neuronas que tenías.

Los dos nos reimos a carcajadas.

—Kakucho revisó tu nariz cuando estabas inconciente, dice que esta bien y que tuviste suerte, solo se partió una parte grande del tabique. (No soy médica, estoy estudiando una rama de la psicología no pidan mucho conociemiento clínico xd)

Asentí, el dolor estaba ahí, pero no era tan fuerte, seguramente me habian puesto una crema analgésica.

Izana me miró fijamente, como si me quisiera decir algo. En eso volvió Kakucho con una manzana cortada en un plato. Este me lo entregó.

—Gracias.—sonreí y agarré un trozo.

—¿Puedes levantarte?—preguntó este, a lo cual tuve un Deja vú.

—Si, me rompí la nariz, no la columna.

Los dos suspiraron. Jamás iban a reirse de mi sarcasmo, porque era muy obvio.

La habitación estaba tal cual la habia dejado o al menos mi cama, allí dormiamos los tres.

—Ven loca, voy a ponerte algo sobre la nariz, así es más llevadero y no se ve más fea.—dijo Hitto y tomó de la mano para bajar de la cama.

—¿Como que más fea?—le di un manotazo en la espalda.

Kakucho me puso una gasa con cinta y cubrió mi pobre nariz. Los tres salimos de la habitación, a esta hora seguramente desayunariamos.

Cuando pisé el umbral del comedor, todos giraron a verme como lechuzas.

—¡¡¡Maki-saaan!!!—gritaron todos los niños.

Sonreí enternecida, era como la mamá de esos niños. Todos se acercaron a mi dejando su comida y me abrazaron, aplastandome.

—Jajajaja los extrañé, ya estoy aquí.