Capítulo 10: Días

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Zachary

Dos días han pasado en los que Aria no ha dicho ni una palabra, llego de mi apartamento, se encerró en su cuarto y es como si fuera una sombra, sale solo para comer y vuelve a las cuatro paredes de su habitación sin emitir palabra, eso es lo que me ha dicho Colton, él ha estado con ella, mientras yo arreglo otros asuntos.

- ¿Niño me estas escuchando? - espabilo

- ¿Qué? - miro a Dorothea, mi abuela, un ser al que amo con toda mi alma, ahorita se encuentra con mamá, es la única manera de que vuelve a esta casa del carajo o que siquiera la pise.

Mi relación con mamá no era, ni es la mejor, pero vamos, no te vas de casa dejando a tu hijo solo y esperas que luego de años todo sea color de rosas, porque si, nos dejó a mí ya papá, según ella, lo hizo porque se sintió estresada y quería ser un alma libre, mi papá lo entendió pero yo no, yo crecí lleno de espinas, enterradas por el ser que me dio la vida y la que se hace llamar mamá.

- Te pregunte que si va todo bien con el caso de Aria - me sonríe dulcemente mi abuela, suspiro.

- No realmente- paso las manos por mi cabello en señal de frustración, todo al parecer se está complicando, y el hecho de que Aria no de señales de que está bien, toca fibras sensibles en mí- todo se está complicando y no sé de donde jalar para hacer que todo siga rodando, me gusta abuela, ella, Aria me gusta, y yo solo- cierro los ojos y respiro hondo, porque esa mujer me vuelve loco, y ahora, ahora solamente me siento como un hombre con las manos atadas porque no se que hacer para ayudarla con lo que sea que la esta atormentando- no sé qué hacer para ayudarla.

- Aria es una chica dura mi niño, lo que sea que está atravesando solo es un bache que te aseguro va a poder pasar, la veía desde pequeña- sonrió, sé que si- la he visto todos estos años desde que llegaron a la residencia, y créeme cuando te digo que es un amor cuando en realidad te aprecia- sus ojos brillan como si recordara algo importante- ¿sabias que odia a los gatos pero aun así cuando dogui se escabulle en su habitación lo acaricia y le da de comer? - yo niego y mi sonrisa crece porque la vez que la vi con el gato de la abuela no paraba de acariciarlo- ella es así, a veces parece odiar al mundo, a veces deja que sus demonios la consuman, pero al final del día, ella vuelve como toda una guerrera- mi abuela suspira y me toca la mejilla suavemente- lo mejor que puedes darle es paciencia y cariño, si tal vez tienes,que quiero creer que si la tienes, pues serás un jodido hombre con mucha suerte por tenerla.

- ¿Qué pasa si no la tengo? - pregunto, quiero tenerla y quiero que por un momento, su corazón y ella me pertenezcan.

- Pues lo mejor que puedes hacer es seguir intentándolo, las paredes se derrumban Zachary, y esa niña, todos estos años ha seguido pasando cemento en ellas, pero créeme, todos tenemos una grieta, la cual puede hacer que todo se vaya al carajo, allá tú quien elijes ser para ella, un ser que la ayude a reparar la pared pero aun así le de libertad, o, un ser que la destruya en fragmentos.

- No quiero destruirla- no es lo que quiero, porque ella era más, siempre lo he sabido, por lo tanto, lo que quiero es que sane, que salga y brille, sin muros, sin cemento y sin miedos.

- Yo sé que no mi niño- mi abuela me sonríe con amor, verla hace que mi día vuelva a su eje- Te amo, Zach

- Te amo, Abuela- sonrió.

.............

- Aquí amarillo- responden al otro lado de la línea, me encuentro aun con mi abuela mientras ella cocina, se mueve con gracia alrededor de la cocina como dueña y señora, nunca dejare de verla y decir, que lo que es ella, nunca lo fue mi madre.

El MONSTRUO DE LA OSCURIDADWhere stories live. Discover now