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Chuu caminaba por los pasillos de la empresa, buscando ayuda en Beomgyu para una publicidad que debía entregar pronto. Ella estaba segura de que Beom estaría en algún lado de ahí, ya que él acostumbraba a marcharse a altas horas de la noche.

Eran las nueve con veintidós p.m y comúnmente, Beomgyu se quedaba hasta las dos con cuarenta a.m por lo que la confianza en la castaña estaba en alto.

El taconeo era presente por el pasillo que dirigía hacia la oficina de Choi. Al momento en que Kim llegó al área de Gyu, el sonido de papeles cayendo al suelo hizo contacto con su sistema auditivo. Chuu apresuró el paso pensando que Beom se lastimó, o algo por el estilo.

Pero se llevó la sorpresa de que Haseul era la que estaba presente en la oficina.

La mayor estaba arrodillada, tocando su cabeza, donde, ella supone, se lastimó. Haseul estaba de espaldas a la puerta por lo que, Chuu rápidamente se sacó los tacones y retrocedió hasta quedar fuera de su vista.

Haseul revisaba una de las carpetas de Beomgyu, más específico, donde se encontraban los números de sus conocidos, y sus cosas personales.

También el portátil estaba encendido y desbloqueado.

¿Qué coños hacía?

Con el ceño fruncido, Chuu se aeljó. No le diría a Beomgyu, porque aparentemente, Haseul le lavó el cerebro. Pero ella no se quedaría de brazos cruzados.

Ya vería que hacer.

Gyu estaba sentado en la esquina de la cama matrimonial, una toalla rodeaba su cadera impidiendo la vista de sus áreas privadas

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Gyu estaba sentado en la esquina de la cama matrimonial, una toalla rodeaba su cadera impidiendo la vista de sus áreas privadas. Su mano reposaba en el tabique nasal, mientras sus párpados se encontraban cerrados.

Taehyun se situaba del otro lado del colchón, en la esquina superior. Estaba intentando no romper en llanto desde hace un rato, pero la actitud de Beomgyu se la ponía difícil, él nunca le había gritado y muy sinceramente le dolió.

Bufidos por parte del mayor resonaban a cada tanto, pero no decía nada, y él no se atrevía a hablar.

No fue hasta que Taehyun suspiró de manera temblorosa, para que Beom comenzara a reclamar algo sin sentido.

— ¿Por qué lo hiciste, Taehyun?

El mencionado aspiró por la nariz, había comenzado a moquear gracias al tiempo en que estaba aguantando el llanto. No obstante, Taehyun no tenía ni idea de a que se refería Beomgyu.

Pero le daba nervios responder y que Gyu le vuelva a gritar.

—¿Tan poco te importa mi amor? —la voz de Beom se quebró al momento de mencionar la oración, Taehyun no respondía— ¿Por qué no me respondes, Taehyun?

Kang frunció el entrecejo, enojado en parte, pero triste también— me gritaste.

Cada músculo en la ancha espalda de Beomgyu se tensó, sin embargo, no dijo nada. Tal vez si, se arrepentía de hablarle alzado la voz, pero, aún así, Taehyun le había engañado y no parecía querer admitirlo.

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