La vida después de la muerte y la traición

Capitulo 2

La vida continúa ...

Carlisle Cullen salió del santuario de su casa, dirigiéndose a su BMW negro. Trabajó en el hospital general de Forks. Le gustaba ayudar a la gente, lamentablemente como tenían un gran secreto que esconder, siempre iban a los pueblos pequeños. Lo que significaba que no había un autobús lleno de emergencias todo el tiempo. Su día consistió en ver a adultos quejándose de dolores y molestias, y realizar operaciones cuando eran necesarias. Uno de sus pacientes mayores tenía problemas de cadera y hoy serían operados. La sangre ya no molestaba a Carlisle; incluso era inmune a sus efectos, se diría. Desafortunadamente, no fue tan fácil para el resto de su familia, especialmente para Jasper, quien tuvo el momento más difícil de todos. Mientras conducía hacia el hospital, observó un cambio en la rutina normal que siempre veía. Dado que su turno comenzó bastante temprano, la gente solo estaba revisando los periódicos, colocando stands, sillas, mesas y demás para comenzar el día. Sin embargo, había una de esas tiendas que había estado desocupada durante meses y que ahora estaba abierta. Ociosamente se preguntó en qué se convertiría la tienda esta vez. No sobrevivieron muchas tiendas en Forks, ya que era una ciudad tan pequeña y la gente rara vez se aventuraba en Forks a menos que fuera una noche antes de continuar una vez más.

Habían pasado tantas cosas desde la primera vez que estuvo aquí; en ese entonces solo había sido él mismo, Edward, Rosalie y su encantadora esposa Esme. Allí habían firmado un tratado, para no aventurarse nunca en su tierra, lo mismo ocurría con los cambiaformas. Esme a menudo se preocupaba en privado por sus 'hijos adoptivos', especialmente cuando era evidente que nunca se enamorarían. Solo unos años después, Carlisle se había dado cuenta de que eran demasiado diferentes. Sin embargo, después de mudarse de Forks, Rosalie le había pedido que salvara a Emmett. Él nunca la habría negado, salvó a los que pudo. Nadie joven merecía la muerte, especialmente ninguno como Rosalie, Edward o incluso Emmett.

Luego, otros dos compañeros se unieron a ellos, y Edward finalmente encontró a alguien adecuado para él. Eran tan diferentes, lo había sorprendido, realmente sorprendió a todos. Alice estaba vivaz y burbujeante; Edward estaba realmente callado y reservado. Sin embargo, juntos formaban la pareja perfecta, y ¿quién era él para discutir? Edward se merecía a alguien a quien amar después de estar tan solo todos esos años. Jasper era el único en la familia que no tenía a nadie en su vida. Se sentía tan mal por él, quería su otra mitad. Se sintió aún más abatido después de pasar tiempo con charlotte y peter. Lo cual era un claro indicio de que realmente necesitaba a su pareja; de lo contrario, Jasper no seguiría viviendo esta vida. No ayudó que nunca interactuara con otros, ni siquiera con los de su propia especie. Aparte de Charlotte y Peter, por supuesto, y su familia. Odiaba a los humanos

Incluso Edward lo había pasado mal el año pasado. Su cantante se había mudado a la ciudad, Edward y Alice habían huido al Denali Coven durante una semana antes de que Alice lograra convencerlo de que regresara. Afortunadamente, Edward había enorgullecido a Carlisle, había reprimido su sed y había sobrevivido un año entero sentado junto a su cantante. No muchos vampiros podrían decir que tenían la fuerza de voluntad para hacerlo. Sin embargo, su hijo lo había hecho, y estaba extremadamente orgulloso de él y se lo hizo saber también. Su hijo había hablado de no haber estudiado biología este año, no es que pudiera culparlo. Lo mejor es evitar la tentación si se puede. Aunque Bella había estado mirando a Edward de una manera que comenzaba a molestar al vampiro de cabello cobrizo. Especialmente considerando que no podía leer su mente, lo único que lo calmó fue saber que Alice vería lo que fuera.

Estacionó su auto, perfectamente a pesar de los pensamientos que tenía hoy. Apagando el motor, se dirigió al hospital. Sonriendo amablemente a la recepcionista, enfermeras y otros médicos que vio mientras se dirigía a su oficina. Era el comienzo de otro día, en nueve días la escuela volvería a comenzar y todos tendrían algo que hacer. No les gustaba mucho la escuela, lo sabía, pero sin algo que hacer empezarían a sentirse inquietos. Lo sabía por experiencia personal. Ociosamente se preguntó si Edward aprendería a ser médico de nuevo, o si elegiría otro curso esta vez. Lo había practicado varias veces, pero nunca trabajó en un hospital. El lado negativo de verse siempre joven es que nunca podría trabajar por mucho tiempo antes de que tuvieran que desaparecer y empezar de nuevo.