𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟸 "𝙻𝚘𝚜 𝚌𝚕𝚒𝚌𝚑é𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚒𝚗𝚜𝚝𝚒𝚝𝚞𝚝𝚘"

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"18 días antes"

Louis no estaba en la mesa de siempre a la hora del almuerzo del día siguiente.

Me quede allí de pie, sujetando mi sándwich de jamón y queso y mis papitas fritas con fuerza en la mano, tratando de no hacer caso al hondo agujero que sentía en el estómago. ¿Dónde estaba? ¿Seguro que no me está evitando otra vez?

Después de la conversación que habíamos tenido anoche sobre mi desastroso primer día en la cafetería Tomlinson's, pensé que las cosas iban a volver a la normalidad entre nosotros. Bien, las cosas nunca habían sido exactamente normales entre nosotros, y probablemente nunca lo serían, pero al menos yo tenía la impresión de que no volveríamos a estar siempre discutiendo como hasta ahora.

El pecho se me tenso al dejar la comida sobre la mesa y mirar a mi alrededor, con la esperanza de ver a Louis por aquí o por allá, de ver alguna señal de él.

Desenvolví el sándwich y le di un mordisco, haciendo caso omiso a las miradas que te acompañaban cuando te sientas sola para almorzar en el instituto. Louis llegaría pronto, no tenía ningún motivo para preocuparme. Sabía que estaba aquí porque le había visto en su taquilla antes, por la mañana, así que probablemente esto no era más que un retraso.

 − Hola, Harry. ¿Qué pasó? ¿Te ha dejado ya tu novio?

Levante la vista, y para mi disgusto vi a Eleanor Calder de pie frente a la mesa, con sus dos cómplices a su lado. Mia Ritter, porrista junto a Eleanor en el equipo del instituto, y Annabelle Turner. A ella ya la conocía de antes, y no era mala chica, pero no me gusto verla junto a Eleanor. Desde luego, podía aspirar a algo mejor.

− ¿Que? – Trague saliva con dificultad – No estoy muy seguro de que...

 − ¿Dónde está Louis? – Annabelle se sentó en el asiento enfrente mío, apoyando la barbilla en las manos, echándome una sonrisa de indulgencia – Hacen una pareja tan linda.

− No estamos saliendo – dije – Creo que tú...

 − Eleanor nos has contado todo el otro día – dijo Mia al tiempo que tomó asiento junto a mí, apretándome una mejilla con fuerza – Dijo que ustedes dos, se miraban como tortolitos enamorados.

 − ¿Perdón?

¿Qué diablos ha dicho Eleanor?, porque está muy lejos de ser lo que paso ese día.

− Es verdad – dijo Eleanor. Encogiéndose los hombros, sentada ahora al otro lado de donde yo estaba, y tirando mis papitas fritas a un lado con una expresión de asco, nuevamente – No te ofendas, Harry, pero es un poco raro.

 − Oh, vamos, Eleanor – dijo Annabelle – Están enamorados, está claro. Lo de mirarse como tortolitos es condición de amor verdadero. No te preocupes – añadió, guiñándome el ojo – Creo que es adorable.

Estaba seguro de que nunca me había puesto tan colorado como en este momento.

 − A ver – dije para aclarar las cosas – Louis y yo no estamos juntos. Solo somos amigos. No sé por qué Eleanor ha dicho tal barbaridad, y desconozco de donde lo saco, pero no es cierta.

 − Oh, cielo – Annabelle me miraba con cara de pena, claramente – No tienes que mentir sobre esto. No importa.

 − No estoy...

− Pero ya que somos tus amigas, Harry, hemos acordado que deberíamos advertirte – dijo Mia, empujándome con el hombro – Ya sabes, por tu seguridad personal y todo eso.

 − Exactamente – dijo Eleanor, asintiendo con la cabeza – Tu nos importas.

 − Y no queremos que te hieran – añadió Anabelle – Pues claro que no queremos.

En 27 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora