parte 3

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—Entonces, ¿por qué siguen los álbumes de fotos en la caja fuerte, tío Louis? —dijo la curiosa voz detrás del hombre delgado.

—Porque son mis posesiones más preciadas. —Louis respondió, tecleando el último número en la pantalla y tirando de la pesada puerta a prueba fuego—. Los guardo aquí, así que si hay un incendio o algo, estarán resguardados y siempre seremos capaces de ver a nuestra familia.

—Oh. ¿Puedo ver cuando tú no tenías dientes? —Bobby preguntó siguiendo a su tío al sofá.

—Estoy seguro de que ya lo viste. —Louis dijo mientras se sentaba. Vio Bobby luchar para sentarse junto a él. Colocando la pesada carpeta entre ambos, Louis comenzó a pasar las páginas lentamente, contando una historia sobre cada imagen.

Era día de Acción de Gracias y Bobby estaba lleno de preguntas esta noche. Había sido su idea ver fotos, mientras que el pavo se doraba. Como eran sólo dos, tenía comprado el ave más pequeña que pudo y pasó la mayor parte de la mañana en la cocina. Bobby estaba muy orgulloso de haber ayudado a hacer la gran cena. Realmente no podía esperar para sentarse con él, había estado excitado desde que Louis le dijo que lo ayudara a cocinar.

Louis había pensado que eso, incluida la preparación, disminuiría un poco de tristeza de Bobby de celebrar su primera Acción de Gracias sin su padres. Estaba en lo cierto. Bobby había saltado a la oportunidad de ser lo suficientemente adulto como para cocinar y había sido de gran ayuda. El olor que venía de la cocina era delicioso. No tomaría mucho tiempo antes de que se llenaran como cerdos en la mesa.

—¿Crees que Veronica y su padre van a hacer una cena tan buena como la nuestra? —Bobby había dicho antes, sacando el pecho orgulloso.

—¿Quién puede decirlo?, pero el señor Payne no se ve como un cocinero para mí. ¡Vamos! Creo que tenemos tiempo suficiente para terminar el álbum de fotos antes de que la cena esté lista.

Louis redirigió la atención de su sobrino y continuó su largo paseo por el camino de la memoria, para alegría de Bobby.

Bobby estaba exclamando sobre su imagen favorita cuando el cronómetro sonó. Louis se levantó para comprobar el pavo. Al ver que el termómetro había saltado y que tenía un hermoso dorado, apagó la estufa y le dijo a Bobby que preparara la mesa, mientras servía la comida en los platos de fiesta. Eran sólo dos, pero Louis tenía la intención de observar todas las tradiciones.

Tuvo que parar varias veces para mostrar a Bobby qué hacer, pero en realidad no mucho tiempo después estaba todo listo. Apenas se habían sentado a hacer una oración cuando una fuerte alarma comenzó en todo el edificio. Pálido, Bobby se volvió hacia su tío, listo para entrar en pánico.

—Ve a ponerte unos zapatos y una chaqueta, date prisa. —Louis ordenó con firmeza.

Bobby se apresuró a cumplir, mientras que Louis hacia lo mismo, deteniéndose para recoger los álbumes de fotos por si acaso. Corrieron fuera y se mezclaron con una gran cantidad de vecinos que se preguntaban qué estaba pasando. Después de unos pocos minutos sin incidentes, algunos estaban incluso dispuestos a volver y terminar sus cenas, justo cuando la ventana encima de su apartamento explotó y las llamas empezaron a lamer el edificio. Al mismo tiempo, dos grandes camiones de bomberos rugieron calle arriba, chillando y deteniéndose frente del edificio. En minutos, irrumpieron en el edificio, como hormigas en un picnic. Fue un caos controlado, hombres y mujeres en trajes de bomberos extinguieron el fuego y garantizaron a todos los residentes que estaban a salvo. El encargado del edificio estaba allí siendo interrogado por un bombero, mientras que los oficiales conducían a todos a la seguridad del otro lado de la calle.

Louis sintió algo doloroso en su garganta cuando cientos de litros de agua fueron bombeados hasta el apartamento que estaba encima del suyo, en un esfuerzo por apagar el fuego. Oyó los bomberos que trabajaron y supo que su apartamento no sería seguro, y mucho menos habitable durante algún tiempo. Aparte de sus álbumes de fotos, acaba de perder su casa y todo lo que tenía, y tenía un pequeño a quien cuidar.

lilo ;; querido santaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora