parte 7

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Louis sintió el calor de Liam correr todo el camino hasta sus pies, haciéndolo estremecer. Si tuvo alguna protesta, quedo ahogada en los frescos, dulces labios que quemaron su cerebro y solo pudo presionarse contra Liam, mendigando más. Quería gemir, pero su boca estaba demasiado ocupada para que saliera ningún sonido. En vez de eso, devolvió el beso de Liam con igual pasión.

Como si estuvieran conectados mentalmente, los dos hombres enviaron sus camisetas a volar, necesitando sentir la conexión piel contra piel. Cuando Louis sintió el pecho Liam y su vello áspero contra su propio torso liso, se estremeció y suspiró. Sus pezones se endurecieron al instante, inundando su cuerpo con una excitación que no podía negar. Alejándose, lamió y mordisqueó alrededor del duro pecho hasta encontrar un pezón oscuro, plano, envuelto en un halo de suave vello.

Liam gimió en respuesta. Sus pantalones estaban del doble de tamaño en el área de la ingle y la pequeña parte de su mente que era capaz de pensar, le dijo que tenían que irse. Sin romper el contacto, Liam bajó los pantalones vaqueros y los empujó por sus piernas en un gesto rudo e impaciente, con su cómoda ropa interior yéndose con los pantalones vaqueros. Pateó los pantalones cuando tomó a Louis y medio lo arrastró hasta el sofá.

Liam empujó a Louis hacia atrás y luego cayó pesadamente entre sus piernas, capturando al hombre más pequeño sin dudarlo. La excitación de Liam encajaba de lleno contra la pelvis de Louis. Éste podía sentir el roce de su propia polla dura a través de los pantalones vaqueros que usaba. Entonces se arqueó y se contoneó contra él, queriendo estar libre del pesado material.

Liam pareció entender lo que Louis necesitaba. Llego entre ellos, abrió el ziper y retiró la polla de Louis. El joven se arqueó contra la gran mano áspera que le rodeaba, amando ser tan íntimamente tocado por este sueño de hombre. Adoro la nítida sensación de placer que se deslizó desde los dedos de Liam, mientras acariciaba su dura carne.

Louis estaba sorprendentemente dotado para su estatura e increíblemente listo. Liam tenía que probarlo. Se deslizó en el sofá hasta que su rostro estaba al nivel de la necesidad de Louis, y tomó la cabeza ancha en su boca, lamiendo la punta y tomando su primer sabor. Louis casi se levantó del sofá. Sus otros amantes nunca le habían hecho eso y se sentía a la vez eufórico y humilde ante la caricia íntima que le brindaba Liam.

Sin parar, se quitó sus pantalones mientras se dejaba llevar por una ola de éxtasis. Pero sólo pudo disfrutar unos minutos de dulce placer, antes de que rápidamente creciera hasta convertirse en demasiado.

—Liam, no, por favor. —Suplicó de forma incoherente, incapaz de controlar su cuerpo.

—Está bien, sólo déjate ir. —Liam susurró alentador, antes volver a tomar al pequeño hombre salvaje con su boca.

Lentamente, Liam persuadió la excitación de Louis, quería llevarlo a través de este primer placer, y sabía que luego tendrían un montón de tiempo para disfrutarse el uno al otro. Algunos comentarios durante una de las visitas de Sean y Taylor le hacía pensar que Louis se había engañado en la cama diciendo que no le gustaba mucho el sexo. Liam quería cambiar eso por él.

Así que, incluso después de la liberación de Louis, Liam lo sostuvo en su boca hasta que estuvo duro y necesitado de nuevo. Construyendo la pasión de su amante de vuelta a un infierno consumidor, Liam presionó su dedo en la entrada trasera de Louis, sondeando suavemente. Louis se tensó inmediatamente, esperando dolor. Liam respondió automáticamente, tomándolo en su boca con un tirón de succión duro. Louis se contrajo en sorpresa, sofocando un grito cuando Liam tomó la mayor parte de él en su cálida boca de húmeda seda.

Louis era totalmente inconsciente de que se había relajado lo suficiente para que su amante facilitara el dedo al segundo nudillo. El placer pareció regresar al triple. Louis se contrajo y se balanceo, tomando más del invasor dedo, sin darse cuenta mientras Liam seguía atormentándolo con su boca. En verdad, Louis estaba tan ido que la adición de un segundo dedo y luego un tercero ni fue registrado, nada existía a excepción del arrebato que estaba teniendo él mismo.

lilo ;; querido santaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora