Parte 18

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Erika: Es increíble

Karol: ¿Que?

Erika: Que te vayas y que ni siquiera
hayas pensado en mi.

Koral: Erika, por favor, no me siento bien para un drama.

Erika: No, no es un drama. Tú y yo estamos juntas y a ti ni siquiera te importa.

Koral: Pero mi madre murió…¿no puedes pensar en mi por un segundo?

Erika: ¡Tu eres la que no está pensando en mi!

Koral: Erika, ahora no.

Erika: No, ahora si. Tú no puedes huir del dolor así como así. Yo te amo y simplemente te vas, no te quedas, no me acompañas, no me eliges. Estás prefiriendo hundirte en el dolor que quedarte conmigo. ¡Es increíble que ni siquiera me hayas comentado que querías irte!

Koral: Han sido dias muy difíciles para mi

Erika: ¿Y crees que para mi lo han sido? Yo te he visto llorar, sufrir, he sacado fuerzas de donde no tengo para hacerte sentir bien. He pasado noches sin dormir pensando como quitarte el dolor y tu solo tomas decisiones sin mi.

Koral: No tendrás que quitarme el dolor. Para eso me voy, para sanar.

Erika: ¡Pero estás conmigo! ¡En el momento en que nos volvimos pareja dejaste de estar sola! ¡Debiste por lo menos comentarlo!

Koral: ¡Es mi vida y mi dolor, estoy tratando de estar bien, cosa que haré con tu apoyo o sin el. Y Erika si no me apoyas con esto, no me responsabilizo de como arreglo lo que tu ayudaste a romper.

Salí corriendo para mi habitación, era increíble que ella se comportara así. Estaba sola en casa, las chicas y Erika ya se habían marchado.

Realmente no quería irme, pero la vida aquí, los lugares, hasta el mismo aire, me estaba ahogando.
Trataba de recordar sólo las cosas buenas, recordar todas las noches magníficas que pase con Erika, todos los días con mis amigas y los cálidos abrazos de mi madre.

Sin embargo, mi cerebro no quería dejarme en paz y me mostraba a mi madre en esa cama de hospital una y otra vez.

Tenía ahorros suficientes para irme aunque no tenía el valor. Esa casa ya era demasiado inmensa para mi y si me iba, tenía que hacer algo con ella.

Decidí ponerla en renta; recibí multiples llamadas de agentes inmobiliarios, entre ellos, mi ex suegro.
El papá de Luis, era un exitoso agente inmobiliario y muy seguramente, Luis, lo presionó para tomar la casa.

Su padre, Alex, me comentó que la casa tenía muchos daños. Al parecer, me salía más barato venderla a la inmobiliaria para que la demolieran e hicieran un edificio, que conservarla y no tener renta.

Alex trató de convencerme que no era su intención lastimarme por lo que le había hecho a Luis, él entendía que su hijo era algo difícil y no estaba buscando venganza, todo lo contrario, quería ayudarme.

Me sorprendió mucho su actitud. Uno esperaría que el padre de su ex debería tratarte mal y más cuando lo dejé como lo dejé, pero él me demostró que no cometí ningún error.

La noche que estaba comprando el boleto de avión, recibí un mensaje de Erika.
Sinceramente ya ni recordaba como sonaba mi celular porque llevaba días sin usarlo; nuestra última conversación me dejó sin ganas de nada.

Dejé escapar una sonrisa al ver que era ella. La extrañaba muchísimo y me dolería mucho dejarla pero sentía que tenía que hacerlo, sentía que tenía que escapar, aunque odiaba huir.

Erika: Primero, siento muchísimo la forma en la que me comporté la otra noche.
Tenía… tengo mucho miedo de perderte y cariño, yo se que estás pasando por el momento más difícil y aquí estaré para ti.
Jamás podría comparar lo que se siente perder a una madre, pero sé muy bien lo que sentiré si te pierdo. Me enamore de ti como nunca y no quiero obligarte a quedarte si no quieres, solo te pido que lo pienses muy bien. Hay más alternativas que alejarte de las personas que te amamos.
Te amo, Koral, ten muy presente eso.

Ella tenía razón, quizás había más alternativas, pero era una persona muy terca y siempre tomaba las decisiones más radicales para sentirme mejor. 

Decidí no responder su mensaje, solo lograría lastimarla y tal vez arrepentirme de mi decisión así lo necesite, la amaba con locura, pero me debía marchar

La mañana que decidí irme, estaba más alejada de Erika y de las chicas de lo que había imaginado. La distancia no solo sé media en kilómetros. Yo ya me había alejado de ellas y ni siquiera tuve que irme. Me sentía culpable.

Llegue al aeropuerto con un par de maletas llenas de indecisión.
Contuve muchas lágrimas en el camino, trataba de ser lo más fuerte posible, pero algo había dentro de mi que me decía que estaba cometiendo un error, pero que esto era lo que necesitaba.

Me subí a ese avión con un gran dolor y sin decir adiós.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2022 ⏰

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