Parte 14

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Sonreí al escuchar lo que dijo Erika, estuvimos fuera de la cabaña abrazadas por horas, nos colocamos de pie para entrar a desayunar y en ese momento mi teléfono sonó, el numero de la pantalla era de Teresa, una de mis vecinas.

Ella nunca me llamaba solo solía escribirme y lo hacia para que le hiciera algún favor , Erika me saco de mis pensamientos con la pregunta de que si no iba a responder, negué con la cabeza y entramos a desayunar, mi teléfono no paraba de sonar así que lo apague

Devolví la mira a mi novia la cual me esperaba con una gran sonrisa, le pregunte – Y que haremos hoy- ella con una sonrisa maliciosa respondió -Por ahora solo daremos una caminata después de almorzar.

Termine de comer y decidí entrar a la ducha, provocando a Erika para que me siguiera me fui desnudando lentamente en el camino, solo sentía su mirada penetrante siguiendo cada uno de mis movimientos.

Llegue a la puerta de la ducha y ya no tenia ni una prenda sobre mi, antes de dar otro paso el sonido de una de las sillas me hizo sonreír y como lo esperaba Erika estaba caminando hacia mi, entonces sentí sus suaves manos voltearme bruscamente hacia ella, le sonreí victoriosamente
Erika se acerco a mi oído diciendo – Te encanta provocarme – me dio un beso apasionado  pero lo detuvo , comenzó a alejarse lentamente de mi, ahora quien llevaba la sonrisa victoriosa era ella.

Mi objetivo era provocarla y lo pensaba lograr, camine a la ducha y ella no me quitaba la mirada, el agua comenzó a recorrer mi cuerpo al igual que mis manos lentamente, ella se acerco a la puerta del baño y se poso en ella.

Tome el jabón de cuerpo y comencé a deslizarlo lentamente de mis hombros a mis pechos, hice círculos con el, mire hacia Erika y se estaba mordiendo el labio, volví   a lo que estaba haciendo, baje el jabón hasta mi abdomen.

Bajando con cautela, me agache un poco pasando el jabón por mis piernas, ella volvió a acercarse a mi, cerro la ducha, se acerco a mi oído y en un tono algo bajo me dijo – Termina de ducharte, te espero afuera –

Termine mi baño y Salí, ahí estaba ella sentada en la cama en un jean y con un top negro de Calvin Klein. Se coloco de pie acercándose a mi, sonrió , comenzó un beso apasionado el cual escalaba de nivel cada segundo, se acerco a mi oído preguntando – Quieres ver lo que ganas por tanto provocarme? – sonreí satisfecha porque sabia esto a donde nos llevaría.

Erika se alejó y tomo un maletín largo que se encontraba en una de las esquinas de la cabaña , de el tomo un tubo telescópico con un tipo de grilletes en los extremos, camino hasta mi pidiendo que me recostara en la cama, cuando lo hice comenzó a acomodar los grilletes, tomo una cuerda que se encontraba en la mesa de noche y ato mis manos .

Estaba a su merced, era completamente suya y me encantaba serlo, ella se puso de pie frente a mi, mirándome como si fuera una obra de arte,  yo con el simple hecho de que me mirara así me sentía victoriosa, que estaba a segundos de conseguir lo que deseaba.

Paso su lengua por mis piernas, roso mi clítoris, pero no se detuvo allí, continuo deslizando su lengua por mi  abdomen, mis pechos y jugo con mis pezones subió a mi cuello y se poso en mis labios, sus manos tocaban mi cuerpo como si quisiera grabarlo en ellas para cuando estuviéramos lejos.

Erika me miro sonriendo y preguntando – que quieres- a lo que yo respondí – quiero más – su sonrisa ahora parecía la del gato de Alicia en el país de las maravillas y me encantaba, bajo su mano la cual se sentían frías y comenzó a jugar en mis pierna, estaba utilizando su lengua en mis pezones como un castigo.

Comenzó a deslizarse por mi abdomen hasta llegar a mi clítoris donde solo se dedico a jugar con un niño pequeño, pero que desespero tenia, ella sabia como me tenia y ni se inmutaba, estaba concentrada en hacerme enloquecer y gritar su nombre, no le importaba lo que yo quería, si la quería dentro de mi.

Acelero la velocidad de su lengua y con sus manos jugo en mis pezones, justo antes de que yo lograra llegar a mi orgasmo ella se detuvo y pensé, - porque me hace sufrir tanto!!- ella se sentó en el espacio que hacia el tuvo telescópico, trate de cerrar las piernas pero fue en vano ya que el tuvo hizo que se abrieran más, subió a mi cuello y se poso en mis labios, sus manos tocaban mi cuerpo como si quisiera grabarlo en ellas para cuando estuviéramos lejos.

Erika me miro sonriendo y preguntando – que quieres- a lo que yo respondí – quiero más – su sonrisa ahora parecía la del gato de Alicia en el país de las maravillas y me encantaba, bajo su mano la cual se sentían frías y comenzó a jugar en mis pierna, estaba utilizando su lengua en mis pezones como un castigo.

Comenzó a deslizarse por mi abdomen hasta llegar a mi clítoris donde solo se dedico a jugar con un niño pequeño, pero que desespero tenia, ella sabia como me tenia y ni se inmutaba, estaba concentrada en hacerme enloquecer y gritar su nombre, no le importaba lo que yo quería, si la quería dentro de mí.

Acelero la velocidad de su lengua y con sus manos jugo en mis pezones, justo antes de que yo lograra llegar a mi orgasmo ella se detuvo y pensé, - porque me hace sufrir tanto!!-

ella se sentó en el espacio que hacia el tuvo telescópico, trate de cerrar las piernas pero fue en vano ya que el tuvo hizo que se abrieran más, ella solamente rio y pregunto -aun quieres más?- la mire con ganas de matarla pero deseándola.

Necesitaba que me hiciera llegar al orgasmo, el desespero me haría enloquecer y sin previo aviso la sentí, lo que me hizo soltar un gran gemido que era una balanza de dolor y placer, ella comenzó a acelerar el ritmo de sus dedos y yo a gemir más seguido, al fin me permitiría llegar al orgasmo, lo hizo justo cuando llegue grite su nombre y ella me callo con un gran beso, ahogo mi grito en sus labios.

Se puso de pie en un costado de la cama y comenzó a bajar su pantalón, quito su ropa interior y top, que cuerpo el que tenia, me mataba esa mujer, todo su ser.

Mordí  mi labio a  lo que ella  sonrió, se acerco a mí y desato mis mano al igual que mis pies.
Era mi turno de lograr que sus gemidos llevaran mi nombre, estaba frente a ella y con mis manos en su cuerpo, baje lentamente.

Un Amor Poco Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora