Cortos del universo TR, también pedidos de los lectores con mucho gusto 🥰 que involucran a los personajes de Tokyo Revengers junto a (T/N) y también entre ellos mismo ✨.
Con contenido para +18 🔞, lenguaje fuerte, drogas, sexo, alcohol, y todo lo q...
Atención contenido explícito, Sexo, drogas alcohol y cosas malas que son ricas 🤭✨
Ya disfruten, no olviden votar y comentar y si tienen algún pedido me lo dejan saber 😘.
Todos son mayores y se mantienen, todo es ficción ojo ahí 💋
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Te mantenías como la Directora de la corporación TN, siendo una de las corporaciones más poderosas en Japón, no solo por tener el poder del tráfico y transporte en todo el territorio del país, nada entra o sale de Japón si no pasa por tus manos.
Arraigado a eso tu legado y el de tu familia es de una herencia yakuza, por lo que les ha funcionado perfectamente la fachada de una empresa legal, para los trabajos sucios de la mafia.
-Ahora, quien de ustedes es el que me va a decir por qué ese cargamento de coca salió a Kanto sin mi autorización- decías sentada sobre tu escritorio de piernas cruzadas.
En tu mano izquierda un arma, y la derecha servía para recargar tu menton apoyando el codo en tu rodilla.
-y..yo se lo juro, recibíamos la confirmación de Tenkei, y así fue que pudimos avanzar- decía el hombre tembloroso de rodillas en el suelo sollozando y lagrimiando del miedo.
-Aja Tenkei, y tú excusa?- volteaste la mirada despreocupada hacia el referido que se mantenía en la misma posición que el otro, ambos con sus manos vendadas a la espalda.
-Yo envié el comunicado, pero debió trasnpapelarse, se lo juro que yo...- Levantaste tu arma apuntando a Tenkei accionando el disparo en su cabeza.
Luego del impacto los gritos y sollozo del transportista en pánico inundaron la oficina.
-E-ESTAS LOCA!!!?? ERA... ERA UNO DE TUS SIRVIENTES DIRECTOS!!- grito de desesperación ahogándose en pánico y miedo al ver de lo que eres capaz.
-Por eso es que lo hago, para que todos vean, que mientras más responsabilidad más confianza les doy, más devotos deben ser a mí- te haces hacia atrás recargando tus manos en el escritorio tras tu espalda sin dejar el arma.
-Por favor déjeme vivir- suplicaba pegando su frente al suelo. Suspiraste.
-Bien Saquenlo de aquí- tus guardias lo levantaron del suelo para llevárselo.
Tu de un pequeño brinquitos te bajaste del escritorio, tus tacones caros de terciopelo rojo resuenan a tu caminar hacia tu asiento de cuero, y Tomás tu saco negro que iba a juego con un hermoso vestido gris ceñido a tu cuerpo hasta las rodillas y un escote en V.
-Recojan al bastardo muerto y limpien todo- dijiste luego de ponerte tu saco y sacar tu cabello pisado por la prenda -Mi auto?- apareció uno de tus guarda espaldas.
