𝙀𝙇 𝘾𝙃𝙄𝘾𝙊 𝘿𝙀𝙇 𝘼𝙋𝘼𝙍𝙏𝘼𝙈𝙀𝙉𝙏𝙊 512 © 𝘋𝘒𝘛𝘋 / 𝘚𝘏𝘕𝘒𝘔

CAP I

Después de tener los resultados de su prueba para ser admitido en la universidad deseada, había tenido que mudarse más cerca de la ciudad, donde se encontraba su centro académico.

Específicamente en unos departamentos.

El residía en el 516, y realmente agradecía que le hubieran asignado ese número.

¿La razón?, un chico, el residente del 512. Un muy extraño en tanto apariencia. Piel pálida, cabello bicolor, rojo y blanco, una cicatriz grande en su lado pelirrojo 一 que a su punto le hacía aún más atractivo 一 además de no solo ser bicolor en cuanto al aspecto del cabello, también contaba con unos一 hermosos, a su gusto 一 ojos con heterocromía. Uno gris y el otro azul, demasiado interesantes.

Él mismo no era la excepción, también era lindo 一 aun que siempre lo negará 一 tenía ojos grandes, en color verde esmeralda, bonitas pecas abundantes alrededor de su nariz y mejillas resaltando específicamente cuatro en cada una, un cabello azabache con tonos verdes y rizado.

De nada servía ya qué para su “desgracia” él nisiquiera lo miraba. 一 o por lo menos, nunca vió algo así por parte del bonito bicolor 一 Pues ¿quién le haría caso a un niño quién más que la edad se decía tener nisiquiera la aparentaba? llorón además de ser demasiado sensible, flacucho. Nada comparado a los fuertes chicos de su edad, nisiquiera un poco para llegar al estándar.

Ahora mismo regresaba de un día de escuela, pesado, como siempre no faltaba el silbido de aquel chico del 518. No le molestaba, por qué sabía que él no lo hacía con malas intenciones.

一 Valla, el niño bonito llegó ya 一 le decía un pelinegro desde su puerta 一 ¿No vas a saludarme?

一 ¿Dabi?, otra vez tú 一 respondió en tono de broma y saludó a lo lejos agitando su mano de un lado a otro 一 vete a dar un baño, creo que te hace mas falta que mi atención.

一 ¿Es por mi cabello?, te he dicho que así es. 一 rodó los ojos y rió a lo bajo.

一 Como digas 一 alzó los hombros 一 ¡nos vemos! 一 hundió su mano en un costado de su mochila ya dispuesto a buscar sus llaves para abrir su departamento.

Fue detenido cuando las tenía en mano, justo apunto de abrir su puerta, había escuchado perfectamente el ruido del elevador, el de sus puertas siendo abiertas. Cual era su sorpresa que aquel chico del que gustaba salía de ese mismo lugar.

Igualmente portando su mochila, en cambio, venía un tanto húmedo, casi mojado pero en sudor; con el uniforme de su equipo y su casco a un costado del brazo. Tenía entendido participaba en un equipo de americano, al parecer hoy había sido día de entrenamiento.

Se veía tan magnífico e hizo que los colores se le subieran rápidamente al rostro, girando en automático intentando meter torpemente la llave en la cerradura; hasta que lo logró, y que bien que había sido antes de hacer notar su presencia ahí.

O eso creía, pues el otro chico desde su puerta notaba sus acciones torpes y desorientadas, con una media sonrisa dibujada en el rostro.

I always comeback.