Kassia debe dividir su amor por dos hermanos, quienes acaban de mudarse desde España para ponerla a prueba con sus sentimientos mientras lucha por ser la campeona nacional junto a su equipo de porristas en la ciudad de New York.
Mientras tanto, debe...
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Kassia
Abrocho los botones del vestido negro sobre mi pecho para seguir alisando la tela que cae libremente por todo mi cuerpo, mientras mi hermana peina mi cabello marcando algunas ondas a los costados de mi rostro y en las puntas, terminando con acomodar la cinta elástica que sujeta mi cabello sobre la coronilla de mi cabeza. Me pongo mis zapatos y me siento en la cama viendo a Georgiana alistarse también, lleva una camisa oscura junto a unos pantalones de jean negros y unos borcegos a juego.
Cuando termina, se pone el abrigo encima y me mira con una sonrisa triste pare dejarme a solas un rato. Mi vista pasa del espejo hasta el reflejo de mi escritorio donde un montón de fotografías viejas cualgan del muro, me pongo de pie y camino hasta ellas recordando los momentos que he pasado junto a mis amigos, junto a André. La única fotografía que alguna vez nos sacamos en algún momento aquella noche en la disco, yace colgada junto a las demás que pertenecen a mi equipo, seguramente los demás deben tener alguna que otra guardada, pero esta es la única que al menos yo, tengo junto a él.
La arranco de la pared y la sostengo viendo nuestras sonrisas junto a Fred y Clara quienes tienen tragos en sus manos, mientras Taylor aparece a un lado hablando con alguien que no reconozco. Doy otro vistazo a todas las demás fotos hasta dar con la de la antigua capitana de los linces, mirando a la cámara y sonriente junto a mi y a las demás chicas del equipo, la voz de André retumba en mis oídos, el mísmo día que le conté lo que pasó y cuando estábamos en el hospital horas antes.
Doy media vuelta y tomo mi abrigo para guardar la fotografía de André y salir del cuarto para bajar las escaleras, encontrándome con mis padres arreglándose y Georgiana esperándonos. Mis padres me miran y sonríen, me acerco a mi hermana saliendo ambas de la casa esperando a por ellos que no tardan en hacer lo mismo para que entráramos al auto.
El viaje hasta el cementerio es silencioso, esperanzada con que Ulises estuviera con su madre y la acompañara durante el viaje hasta el mismo destino, bajamos del auto viendo cómo un grupo de persona se acerca a un punto en común, mi madre toma mi mano y rodeamos el lugar hasta que nos ubicamos frente a los pies del cajón brilloso repleto de flores y coronas de diversos ramos de colores. Me pego al hombro de mamá oyendo la voz del padre que da inicio a la ceremonia y busco a Ulises con la vista.
Por otro lado, veo a Fred a escasos metros, se encuentra con su familia y puedo ver el dolor que intenta ocultar en su rostro, no tardo en encontrar a Ulises cuando veo que se encuentra junto a su madre del otro lado, lleva puesto un traje con corbata y está serio con la cabeza gacha. Marie por otro lado, lleva puesto un vestido violeta oscuro y un sombrero negro con el que intenta ocultar su rostro demacrado mientras se limpia cada segundo con su pañuelo de mano.
Suelto a mamá para caminar lentamente hasta donde se encuentra Fred y cuando me ve, toma mi mano dejándome apoyar mi cabeza sobre su hombro, estamos todos en silencio mientras la única voz masculina elogia a quien nos encontramos orando, hasta que llega el momento de dejarlo ir. Todos los presentes arrojan flores pequeñas mientras los encargados de bajar el ataúd se preparar, Fred levanta la mano viendo la pequeña flor violeta y la mano que tengo en mi bolsillo toca la fotografía que guardé antes de salir de casa, la saco y la miro con lágrimas en los ojos.
