Escritos y narraciones hechas por mí, inspirados en la dizi turca "Sen Çal Kapımı". Anteriormente se encontraban en mi cuenta de Instagram @/tattooedser y ahora permanecerán aquí para entretenimiento de las personas que quieran revivir aquellas esce...
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La marea de emociones volvía a llevarla al borde de las lágrimas, pero Eda permaneció admirando el panorama y se sintió completa. Años atrás le dolía el sufrimiento de su esposo, verlo ansioso de buscar una ocupación para olvidar la vida y en ese momento se encontraba disfrutando de un padre que si lo amaba. Ella sabía que dentro de esa caparazón, Kemal estaba siendo una luz que ahuyentaba todos los miedos de Serkan con respecto a no ser amado. No podía esperar algo más de la vida y eso la hizo sentir inmensamente agradecida. Había rogado entre lágrimas que tantas cosas fueran diferentes hasta que el tiempo puso todo en su lugar, pues Serkan era aquel lazo de oro que la hacía creer que estaba destinado a ella y ella estaba destinada él.
Recorrieron planetas donde los jardines más hermosos los recordaban a aquél jardín del que partieron, dónde los colores tenían un toque de arte distinto a cualquier otro. Nadie entendería cómo hasta que entendió que cualquiera lugar sería maravilloso si su mano sostenía la de su esposo. Eda acarició su abultada panza, sintiendo el cálido abrazo del amor maternal que la había conquistado, esta vez, sin peso de consciencia ni aquel dolor punzante que no le dejaba tranquilo el corazón.
La familia que ella admiraba, la familia que siempre deseó. Se preguntó a sí misma si sus padres estarían orgullosos y obtuvo una respuesta cuando sintió que su logro más grande fue haberle abierto las puertas al amor. Serkan volvió a mirarla y ella le tendió la mano, el no dudó en tomarla. Confianza y amor incondicional, aunque cada día fuera un caos, nada borraba lo que ellos sentían y nada podía romper la conexión que compartían.
Era suyo y ella era de él, en maneras que nunca creyó posibles pertenecer a alguien. Desde ahí, sin importar qué podía venir con la marea, serían olas que enfrentaría con él. No era la paz después de la tormenta, era la voluntad de permanecer unidos sin importar qué huracán venga.
