Capitulo 5

399 59 39
                                        

Al darme la vuelta observé como el fuego consumía poco a poco  la mansión y las llamas rompían los vidrios mientras salían de estas.

—Joder... —murmuró Peyton—, necesito subir esto.

Estaba paralizada, la casa de mis padres estaba en llamas.

Me van a matar.

Lo primero que hice fue manosear los bolsillos trasero de mi pantalón, mientras Peyton continuaba haciendo fotos y hablando con alguien por teléfono.

Recordé algo.

Y por un instante, sentí como mi corazón dejaba de latir.

Mi teléfono no estaba, lo dejé en la habitación después de usarlo.

Maldije en mis adentros. 

«Correee»

—¿Te lo puedes creer, Susan? ¡La casa de la aburrida amiga de mi hermana está en llamas! —exclamó euforica—. No... no —le reprochó—, ella no se a quemado, aunque no habría estado mal...

Actúe impulsivamente yendo a paso rápido hasta Peyton y le quité el móvil de la mano en un rápido movimiento.

—¡Eh! ¿¡Qué mierda haces!? —gritó.

Colgué la llamada con su amiga y marqué el número.

Entre que salía de su jardín y llegar hasta a mí casa yo ya había llamado a los bomberos pero cuando me alcanzó me dedicó una mirada que si pudiese, me habría matado.

—¿¡Qué te has creído!? ¡Devuélveme mi móvil! —chilló con voz molesta viniendo hacia mí. —Voy a acabar contigo muy lentamente, Hawk —amenazó.

Cuando llegó hasta mí, cogió su teléfono de mala gana antes de darse la vuelta, y volver a su casa murmurando todo tipo de groserías.

Pero se detuvo a mitad de camino mirando su teléfono con cara de horror, antes de levantar la mirada y dirigirse hacia mi, roja del enfado, parecía estar a punto de explotar.

—¿Has llamado a Hannah Brooks? ¿¡PERO A TI QUÉ TE PASA!? —escupió.

Spark no paraba de ladrar corriendo de un lado a otro, eso no hizo más irritarme aún más y, por si fuera poco Peyton me está mirando como si quisiera matarme, seguramente por que llamé a alguien por equivocación.

—Fue sin querer, lo siento —dije simplemente, restándole restándole importancia—, ¿Quién es? —cuestioné.

—¿¡SIN QUERER!? —chilló. —¡Hannah Brooks es la chica que más odio en el mundo, ¡Después de ti, ahora mismo! —exclamó.

—Entonces... ¿Por qué tienes su número en tu móvil?

Suspiró pesadamente, negando con la cabeza.

—Porque... Si me llama, ¡Tengo su número para saber que es ella y no cogérselo! —confesó en otro grito antes de dar la vuelta e irse.

«Parecía estar a punto de echar humo por las orejas».

Los bomberos llegaron un par de minutos después.

El humo ocupó todos los alrededores y lo que quedó de la casa de mis padres fue solo escombros, o incluso menos.

«Tal vez estás exagerando un poco, Maeve, no está tan mal».

Bueno, no, pero podría haber acabado peor.

Ni si quiera me di cuenta cuando Maya, Keith y Ray salieron a ver el gran espectáculo que se montó, impactados.

Junto a un hombre en traje azul oscuro que no pude reconocer.

AdicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora