Adicción

Capítulo 6

Ni si quiera había llegado a procesar la rapidez con la que transcurrió el día.

A primera hora de la mañana mi hermano se presentó aquí con las pastillas del tratamiento que le pedí la noche anterior cuando apenas había nadie despierto aún. Una de las encargadas de trabajar en la casa por las mañanas se encargó de que llegasen a mi de su parte, Emily, creo que se llamaba.

Por otro lado, al recibir las pastillas vi que también estaban haciendo un buen trabajo con el estropicio que había anteriormente ahí fuera, estaban avanzando mucho la casa.

Guardé las pastillas en la habitación, aunque ya había amanecido volví a dormir de nuevo debido a lo cansada que estaba pero un par de horas después Spark se me lanzó encima, era su hora de comer.

Cuando bajé a la cocina ya vestida con ropa limpia y el pelo recogido en una coleta, me senté en la mesa, ahí ya se encontraban Peyton y Megan, ambas desayunando tortitas con café; Megan caliente y Peyton frío, y está última, como siempre, con su teléfono en la mano y sus auriculares puestos.

En eso, una de las cocineras, de baja estatura y pero corto ponía mi plato, tortitas con chocolate y fresas, en la mesa junto un café caliente.

-Gracias -la cocinera asistió y continuó con su trabajo.

Me quedé mirando mi taza de café tenía dibujada una pequeña Torre Eiffel.

-Ray les dijo que te gusta caliente -dijo Megan un par de segundos después.

-Oh... Entiendo y buenos días -me limité a decir con una leve sonrisa y comencé a desayunar.

Peyton me escuchó pero ni si quiera me contestó, solo levantó la vista me miró con mala cara y volvió a su teléfono.

Mojé una fresa en chocolate y le di un mordisco observando a Megan, pero cuando se dio cuenta de que le miraba apartó la mirada.

-Buenos días -murmuró y dio un sorbo a su café.

-Buenos días -contesté-, ¿Por qué saliste corriendo ese día en la calle cuando nos encontramos? -hice una pausa-. Ya sabes, después de que tropezaramos por accidente.

Megan me dedicó una mirada rápida con el ceño levemente fruncido.

-Te pareces mucho a mi hermano -dijo en un murmullo después de unos segundos de silencio.

Peyton, quien hace unos segundos estaba escuchando música con sus auriculares se los había quitado y comenzó a escuchar nuestra conversación atentamente, sin disimular, mientras comía sus tortitas y mantenía la otra mano y la mirada en el teléfono.

-¿Me parezco a tu hermano? -inquirí.

-Claro, ¿No la has oído? -ironizó Peyton- Te lo acaba de decir.

Suspiré e ignoré el comentario. Me fijé en Megan de nuevo, ella masticaba con paciencia su comida y se movía de delante a atrás, llevaba desde que entré a la cocina haciéndolo y no le había dado mucha importancia, hasta recordar que yo también tenía ese mal hábito, lo hacia inconscientemente cuando estaba ansiosa.

-¿Pero... es porque me parezco físicamente a tu hermano... o porque te recuerdo a él...? -quise saber.

-Me recuerdas bastante a él -afirmó en un murmuro. -Los dos tenéis el pelo del mismo color, y los ojos.