Decisión

Esposos

El día había llegado, y por tradición Kaede, quién desempeñaba el papel de tutora de Rin, más bien como una abuela, acompañaba a la chica vestida de blanco a su encuentro con su esposo.

Ese día Rin los dejaba para emprender su vida nuevamente junto a aquel que la había salvado. Todo el séquito la acompañaba, llevando sus efectos personales pues sabían que Rin no volvería, no en mucho tiempo.

Y el punto de reunión fue aquel claro del bosque donde Rin se convirtió en su mujer. Al llegar lo vio allí, esperándola. Su corazón latía acelerado de emoción, y finalmente, cuando estuvieron juntos tomó la mano que él le tendía y se unió a él en un dulce beso. Rin era la mujer más hermosa en ese momento, y Sesshomaru la veía con esos ojos.

Tras recitar un par de votos matrimoniales como parte del ritual, ambos quedaron unidos para siempre en matrimonio. Ahora eran esposos felizmente casados.

Allí iba Ah-Un cargando las cosas de Rin y a Jaken, mientras Sesshomaru se llevaba en brazos a su bella esposa. Todos veían hacia el cielo, a la distancia mientras la pareja se alejaba y al final, volvieron a la aldea, deseándole a la chica felicidad y un embarazo seguro.

Mientras se elevaba hacia las nubes Sesshomaru miro a Rin y oculto de la vista de Jaken beso la frente de esta - hueles diferente... Llevas a mis hijos en tu vientre - el podía decirlo, eran dos, aunque aún no definía si niños o niñas pues era muy pronto, pero allí estaban.

Ella asintió simplemente, feliz y sonriente - si, estoy embarazada. Seré la madre de su hijo... Espere... Hijos? - eso sí que la sorprendió. No sabía que sería más de uno.

- llevas dos niños en tu vientre, Rin. - le anunció y la apego más a su cuerpo. Ascendieron hasta llegar a la residencia en las nubes donde vivía su madre. Por respeto le presentaría a Rin como su esposa y madre de sus hijos. Que viera que había valido la pena que le ayudara a volver a la vida.

Luego marcharon a su propia residencia. Hacía tiempo que no paraba allí, pero sus sirvientes la mantenían en condiciones. Estaba al pie de una montaña, de cara al mar. La bajó y tomando su mano la guío adentro, dejando a Jaken encargarse de las cosas de Rin. Avanzó hacia la que sería la alcoba matrimonial y una vez allí ordenó a los guardias y sirvientes no molestar. Y una vez más la tomo como su mujer para consumar el matrimonio.