Padres

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Las semanas y meses pasaban y Rin se iba acostumbrando a su nueva vida. Por su embarazo y a futuro la lactancia estaría un largo periodo quieta, pero después deseaba retomar sus viajes junto a su esposo. De momento este se ocupaba de mantenerla a gusto y cumplir sus antojos.

Juntos pasaban los días y ya veían crecer el vientre de Rin. Ahora Sesshomaru sabía que eran dos niñas, y eso hacia infinitamente feliz a la joven mujer.

Cerca de terminar el octavo mes Rin comenzó a tener dolores, contracciones y se puso de parto. Era pronto, pero Sesshomaru se había asegurado a las mejores parteras y estas, por su propio bien, harían hasta lo imposible por que todo saliera como debía.

Sesshomaru estaba sentado afuera, Jaken esperaba en la puerta de la alcoba de parto con unos nervios como si el padre fuera él, por su parte el daiyokai podía sentir perfectamente todo lo que sucedía en la habitación. Rin sufría mucho dolor pero se estaba esforzando, se había convertido en una mujer muy fuerte.

Pronto el fuerte y sonoro llanto de una bebé resonó en la residencia y minutos después un llanto igual de fuerte se le unió. Las dos niñas habían llegado a salvo, eran fuertes, eran sanas... Y se parecían a ambos.

Cuando al fin pudo entrar a la habitación, Sesshomaru se acercó a su mujer que descansaba agotada después de alumbrar a sus dos hijas. Y a su lado descansaban ya tranquilas las pequeñas.

Rin no supo decir si alguna vez en su vida vio una mirada semejante en los ojos de Sesshomaru. Veía a esas pequeñas como si fueran dos magníficos tesoros y sabía que el daiyokai estaba poniendo todas sus ilusiones en ellas.

Tomo la mano de Sesshomaru y le sonrió - Towa es la mayor, se parece a usted - miro a la bebé de blanca cabellera con un pequeño mechón rojo - Setsuna se parece un poco más a mi ¿no cree? Mire que bellas son - hablaba como la orgullosa madre que era. Y él no pudo más que asentir, mientras cargaba por primera vez a sus hijas que ahora lo miraban tranquilas.

Sesshomaru era ahora un hombre bastante diferente. Esas niñas hanyo y su esposa humana habían cambiado bastante su punto de vista de la vida. Y sobre todo, ahora era padre...

DecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora