Quisiera ser aquella cálida brisa primaveral que descongele la nieve del frío invierno.
Un par de mejores amigos de la infancia que sin importar cuántas veces se separaban el destino los unía. Miyazono Yuko, una chica amable que siempre ve por el bi...
❝Como buscar un pétalo lleno con la fragancia de la primavera.
Ojala pudiera verte otra vez ❞
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—¡Hey!¡McConnell!— gritó con una voz burlona Yuko—¡¿No sabía que estaba lloviendo?!— soltó con sarcasmo a lo que sus amigos soltaron algunas risas mientras jugaban con los globos de agua entre ellos. Con una mirada de molestia aquel chico empapado de pies a cabeza comenzó a correr hacia la chica con su grupo de Gorilas; como la Miyazono les solía decir, igual de mojados detrás de él, a lo que la ojiverde lo vio como su señal.
—¡Corran!— grito Yuko en medio de una carcajada. Y como ella dijo todos sus amigos se dispersaron escabulléndose entre los demás alumnos de su escuela.
Ágilmente esquivaba a sus compañeros de escuela quienes a primera vista los miraban con extrañes, hasta que observaban el conjunto de mechas de colores y lo pasaban de largo mientras se limitaban a pensar "¿Que hicieron esta vez?".
—¿Qué creen que hacen idiotas?, pensé haber dicho "sepárense"— espeto.
—¿Y dejarte sola?— le respondieron —Ni locos—
—Después de todo, uno para todos.—
—¡Y todos para uno!— los tres chicos gritaron con una sonrisa mientras levantaban sus puños. Sin duda alguna la Miyazono amaba a los gemelos Anderson con todo su corazón; sus primeras amistades de ella y su hermana desde que llegaron a Estados Unidos cuando tan solo tenía 11 años, que con el paso del tiempo, solo estrecharon más sus lazos de amistad.
—¡Miyazono, regresa aquí!— gritó con enojo McConnell
—¡Púdrete McConnell!— gritaron al mismo tiempo los Anderson y la Miyazono.
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—¿Segura que puedes cuidar a tus hermanos?— pregunto nuevamente el hombre pelinegro.
—sí padre, ya te lo dije, Emma y tu pueden ir tranquilos con el señor Miller— sonrió
—Pero podemos contratar una niñera, ¿No deberías de pasar tiempo con tus amigos antes de irte otra vez a Japón? no regresaras en largo tiempo.—
—Por eso mismo, quiero pasar más tiempo con James y Charly antes de irme, con la Universidad no vendré mucho, y no los veré crecer, así que quiero pasar lo más que pueda con ellos. Además, solo son dos días, ¿Qué puede pasar?—
El adulto suspiro con una sonrisa ante la terquedad de la menor "Sin duda alguna eso lo heredó de su madre" pensó con una sonrisa
—Esta bien, cuida de los niños mientras no estamos y llama para lo que sea— le sonrió la mujer pelinegra.
—Si Emma— sonrió —Davide vendrá a ayudarme—
Con una sonrisa y un abrazo se despidió de ambos adultos quienes salieron del departamento para ir junto al padre de Allison a un asunto que no conocía bien.
