Venus [en proceso]

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VENUS.CONCIENCIA.EXE HA DEJADO DE FUNCIONAR ¿DESEA REINICIAR?

VENUS

La mañana siguiente a las 11:30 AM me levanto, tomo un baño y me arreglo para salir con Enzo, el peinado no es nada extravagante y menos el maquillaje, pero si me ayudan a verme un poco menos tirada a la desgracia. Salgo de mi habitación para encontrar mi casa vacía, diviso el fajo de billetes encima del mueble a la entrada.

Vete a la verga, gracias, pero vete a la verga.

Me dirijo a la cocina a prepararme algo de desayunar antes de salir. Termino mi desayuno dando las 12:45 PM, tomo mi móvil, el dinero lo guardo en mi cartera y las llaves. Abro la puerta para salir y noto con aspecto de no más de 20 años, el pelo oscuro desordenado, una extensa cicatriz que va desde sus pobladas cejas hasta su pómulo, ojos verdes, nariz y mandíbula perfiladas y labios rosados rellenos, observando mi casa desde la redonda de la privada en la que habito. Lo veo por un efímero instante, volteo hacia la puerta para cerrarla propiamente y al voltear de nuevo ya no se encuentra ahí, como si se hubiera esfumado.

Ay no, otra vez no.

Me cuestiono si me lo habré imaginado o realmente estaba ahí y desapareció, he visto tantas cosas estos días que ya no sé ni qué creer, mis pensamientos son interrumpidos por unos gritos y un portazo.

-MAMÁ VOY A COMPRAR COSAS CON VENUS, REGRESO AL RATO.

-¿LLEVAS SUÉTER?

-PERO NI HACE FRÍO.

-REGRESATE POR EL SUÉTER O NO VAS, NO QUIERO QUE TE ENFERMES.

-LISTO, YA TENGO EL SUÉTER, ¿PUEDO IRME YA?

-CUÍDATE HIJO.

*se cierra la puerta*

Avanzamos hacia su auto y entramos en él mismo en absoluto silencio, cerramos las puertas y nos ajustamos el cinturón y juntamos miradas.

-¿Qué no me piensas hablar o qué mugrosa?

-Pues tú que ni los buenos días me has dado.

-Cierto, buenos días V, ¿cómo amaneció la mejor amiga del universo?

-Bien ¿y tú?

-¿Es en serio? ¿Bien y tú? ¿Dónde quedó el mi mejor amigo, hermano de otra madre, el más guapo, más atento y que es mil veces mejor que tú porque yo si tengo licencia y tú no?- responde como si le hubiese dicho la peor ofensa que le habían dicho jamás en su vida.

-¿Cómo está mi mejor amigo, hermano de otra madre, el más guapo, más atento y que es mil veces mejor que yo porque él sí tiene licencia y yo no?- repito parafraseando todas y cada una de sus palabras.

-Estoy perfecto gracias, ahora si nos podemos ir, ¿a donde primero?- menciona antes de encender el auto.

-Si vamos ahorita por los útiles habrá una fila enorme y no quiero llegar a repartir maldiciones a todo aquel que se me cruce por enfrente en el colegio, entonces vayamos primero por los uniformes- reflexiono en voz alta.