2. Plan

27 6 0
                                    

Me fui a dormir, estaba algo inseguro de haber hecho el trato con aquel chico, pero ya lo hize y no hay vuelta atrás. Había cenado spaguettis en salsa, y me levante a lavarme los dientes, entre al baño y le heche pasta a mi cepillo y mientras me los lavaba pensaba en aquella chica, era bonita, tenía que admitirlo pero no lo se, se me parece tan familiar, aunque no recuerdo haberla visto y menos haberla conocido. Termine de cepillarme los dientes y me fui a la cama.

Apague la luz y me cobije con mi manta. Empece a recordar a Ashley al dormir en este cuarto, hacíamos las guerras de almohadas aquí. Intentaba alejar esos pensamientos, muchos amigos me decían que tenía que olvidarla pero nunca olvidaría a alguien tan importante para mí, nunca... Mas recuerdos invadieron mi mente por otros minutos que permanecía en este cuarto, eran abrumadores, mis lagrimas amenazaban con salir.

—Oh Ashley, cuanto de extraño— susurre para mí mismo-Te necesito-.

Pasaron minutos y estaba como sumido en mis pensamientos y a la vez estaba esperando una respuesta, ¿a que? No lo se exactamente, tal vez a lo que acabo de susurrar, pero que loco estoy, como una persona muerta me hablaría, es ilógico.

—Pronto Dylan— escuche una dulce voz que se mezclaba con el viento que estaba por la ventana. Escalofríos recorrieron mis espina dorsal. ¿Que fue eso? ¿Enserio alguien me hablo? Me levante de la cama a cerrar la ventana.

—Ya casi acabara esto, Dylan...—susurro otra vez la voz antes de cerrar la ventana. Esto me estaba asustando, un fantasma me esta susurrando cosas.

Me metí a mi cama y acurruque y me quede dormido, mañana será un largo día.

(...)

El sonido de celular me despertó, mas bien, el mensaje me despertó. Desbloquee el celular y entre a mensajes.

"A las 10:00 de la mañana en el lago, y escondete detrás de un árbol, te diré cuando salgas.

Kay"

Rápidamente me levante de la cama con pasos torpes por seguir adormilado pero lo ignore y me adentre en mi baño, hice mis necesidades, lave mis dientes, me bañe y fui a la cocina a desayunar. Prepare Hot Cakes con miel de maple, estuvo delicioso. Mire el reloj "9:34", tarde una hora en hacer todo y aún tengo tiempo. Aunque no tengo nada que hacer por lo que me dirigí al lago.

(...)

—Ya casi llega— escuche al lo lejos, tal vez era Kay. Me apresure pero con pasos sordos, no quería ser ejecutado por ese sujeto al estar espiando. Me asome un poco y lo vi con dos hombres más, en la orilla del lago, creo que esperando a alguien, se notaban impacientes.

—No puedo creer que hayas hecho eso, pudimos hacerlo a la forma brutal, y nos lo diría todo— exclamo frustrado el mas grande y musculosos de los sujetos ahí.

—Tranquilo, así se encariñara con ella, y en el momento menos esperado los pondremos entre la espada y la piedra— la voz de Kay era tranquila, se estaba tomando tono a lo "suave" mientras que a los otros sujetos se le salían las venas sacando la paciencia que no tenían al esperar a la persona.

Pasaron unos 25 minutos hasta que llego la chica, al verla mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal, al fin sabría quien era. Empezaron a hablar pero lo hacían bajo, no podía escuchar bien, solo murmuros. Mire mi reloj, "10:01", estuve esperando la señal de Kay.

Pasaron minutos y minutos hablando hasta que los dos sujetos sostuvieron a la chica en seco mientras ella luchaba por irse.

—Sueltenme, me vera, el viene todos los días a esta hora, ¡me va a ver!— grito asustada, mientras hacía esfuerzos en vanos por sacarse a los dos sujetos de encima.

—Claro que te vera nena— dijo divertido Kay—Porque el viene en camino— hizo una señal y me acerque a el.

La chica me miro asustada y preocupada, rápidamente tapo su rostro para no dejarme verla a la cara.

—Vamos hermosa, muéstrate ante Dylan, tu...

—No se te ocurra mencionar eso— interrumpió a Kay.

—Pero el quiere saber— Kay hizo formo una sonrisa cínica.

—No puedo— susurro ella aun con el pelo tapándole el rostro, y miraba hacia otro lado mientras seguía forcejeando. Kay se acercó a ella y le quito el cabello del rostro, giro su rostro hacia mi para que la pudiera ver.

Empece a observarlas.

—No...— murmure, no podía ser posible, ella no, esos hermosos ojos chocolates, ese suave, liso pelo castaño, no podía ser ella.

—Estas es la verdad que siempre quisiste saber Dylan, estas es la verdad— habló Kay con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Esta no era la respuesta que esperaba.

—Ashley...—susurre. Ella simplemente me veía tristemente. Se supone que ella... esta muerta.

AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora