Kai Parker || One Shots || +18

Dos

Advertencia: Contenido de violencia, leer bajo tu propia responsabilidad.

"Hechizo Salvatore"

"El zoológico", el entretenimiento oscuro y sangriento que ofrece la comunidad Rusa.

Gente de todas partes asistía al evento, algunos buscaban llevarse a algún combatiente victorioso como mascota, otros buscaban saciar sus retorcidas mentes con el sangriento espectáculo, no era apto para todo público, la pelea no terminaba hasta que uno de los oponentes perdiera la vida, era la regla. 

Los participantes no eran menos locos que los asistentes, si no venían con ganas de terminar con tu miserable existencia de una forma no tan cobarde, venían demasiado confiados en su inmortalidad.

Hemos llegado.

El pasillo que lleva a la entrada huele a humedad, las luces parpadean como si estuviesen apunto de fundirse, hay trozos de vidrio y colillas de cigarro en el suelo, Stefan se pone frente enorme tipo repleto de tatuajes que cuida la entrada—No es un sitio para niños, hagan el favor de retirarse—nos dice.

¿A quién llamas niño idiota?

Lo pensé solamente, porque aprecio mi vida lo suficiente.

Stefan se muestra impasible ante el comentario despectivo y enarca la ceja de forma retadora al individuo frente a nosotros con ganas de enterrarnos seis metros bajo tierra, el guardia no parece convencido por lo cual el menor de Salvatore eleva el portafolio que lleva en mano abriéndolo frente a su nariz, Stefan se muestra confiado al exponer el dinero ante el guardia—Aparta, sabemos a lo que venimos—asegura.

Venimos por un par Salvatore

Por ______ y Damon Salvatore para ser específicos, los mellizos problemáticos, había cientos de historias de ellos y en todas se escupía que eran unos mal nacidos, que por más encantadores que lucieran eran temidos por el propio Lucifer. 

Era amigo de Stefan desde hace algún tiempo más nunca les ví.

El lugar se veía repleto, una jaula inmensa se encontraba en el centro, los barrotes de metal que se levantaban a los lados impedían que cualquiera entrase o saliese una vez asegurada la puerta, el piso parecía de concreto puro con evidentes manchas de sangre.

Acogedor

Entre apretones y empujones nos abrimos paso hasta la primera fila frente a la jaula, hay dos tipos en el interior dándose con todo, estaban bañados en sudor, se veían cansados pero llenos de ira, uno de ellos con el pómulo y ceja rota, Stefan me grita en medio del tumulto y lo sigo hasta un par de asientos vacíos.

En cuanto vuelvo a mirar a la jaula ya sacaban a rastras el cuerpo de uno de los hombres, el que tenía menos golpes para ser específicos, lo que me hizo preguntar

¿Qué jodidos ocurrió?

La voz del locutor proveniente de no se donde aparto toda la cascada de preguntas en mi mente—Hemos llegado al momento que todos habían estado esperando, el acto central de la noche,  ¡recibamos con un fuerte aplauso a la dupla infernal!—la algarabía de la gente se presenta al instante.

Nuestro paquete

Dos personas aparecieron en el lugar, la falta de luces impedía que se divisara algo más que sus siluetas, pero fue hasta  cuando los reflectores apuntaron hacia ellos que elevaron la cabeza a la par.

Todo se detuvo

Mi mirada choca con la suya, o quizás no fue así pero yo así lo sentí, fue como una onda expansiva que me golpeó provocando que todo en mi ser se estremeciera, algo que nunca había sentido recorrió por todo mi cuerpo haciéndome sentir una especie de escalofrío, sentía mi corazón latir desenfrenado al observar ese azul tan profundo y chispeante.