Kai Parker || One Shots || +18

Nueve || Parte 1

—No creo que sea una buena idea—exclamó la morena—Me agrada que conozcas nuevas personas, pero no es seguro que las traigas aquí, es un sitio lleno de personas con magia.

—Sé que es peligroso, pero nos tendrá a nosotros, además vivimos gran parte de nuestras vidas sin saber de la magia—contestó la rubia.

—Lo que dijo Bonnie no es mentira, pero me has emocionado por lo que cuentas de ella y en verdad quiero conocerla, además Damon, Stefan y Kai ayudarán.

Uno de los mencionados se paró en seco mientras cruzaba por el salón—Con Kai y conmigo no cuenten—protestó—No queremos participar en sus planes absurdos de proteger a una humana.

—Como te decía tenemos a Klaus, a Stefan además de nosotras por su puesto.

.

.

.

...

.

.

.

—Le dije que la esperaríamos en la entrada de Mystic Falls—comentó con emoción la rubia desde el puesto de copiloto.

El sol resplandecía en el cielo, la luz se colaba entre los árboles y hacía lucir verdaderamente bien el anuncio de "Bienvenido a Mystic Falls", lo hacía parecer un lugar tranquilo, no el lugar donde desaparecía y moría gente pero nadie parecía cuestionar. 

—Que quede claro que a mi me obligaron a venir—exclamó Damon con las manos al volante, la paciencia no era su fuerte así que esperaría en el auto con las gafas de sol puestas y un pie en el acelerador—Si no esta aquí para la hora que acordamos, me largo. 

El sonido de un auto acercándose alertó a todos los presentes, estaban estacionados justo pasando el anuncio de bienvenida, se podía divisar una camioneta negra dirigiéndose a ellos—No dijiste que tuviera auto—comentó Elena.

La camioneta se orilló junto al letrero—Tampoco me había enterado—dijo Caroline, la puerta trasera se abrió en cámara lenta o así le pareció a todos los presentes y es que incluso una corriente de jugueteo con su cabello antes de seguir su camino.

La chica que abaja del auto parecía irradiar más que el brillante sol o quizás era su belleza única. Caroline era la que ya había procesado la existencia de su amiga, por lo tanto superó el trance más rápido y corrió a abrazar a su amiga quien mostraba su blanca sonrisa para su amiga de cabellos rubios—Te eché de menos,  Alev.

—Hola Caroline, también te he echado de menos—dijo respondiendo al efusivo abrazo de la rubia.

Las chicas se separaron y Caroline se colgó del brazo de su amiga para guiarla hacia quienes estaban a unos metros—Ella son Bonnie y Elena, las amigas de las que te conté, y chicas ella es Alev. 

—Un placer conocerlas al fin—dijo con una brillante sonrisa a lo que Elena y Bonnie sólo pudieron asentir. 

—Yo sólo venía a decirles que no tengo todo el maldito día—gritó Damon mientras bajaba del auto, pero entonces la chica nueva quedó expuesta ante sus ojos y como si todo su enojo se esfumara su semblante se suavizó—Un placer, Damon Salvatore, a tu servicio—las chicas lo miraban sorprendidas, a excepción de Alev.

—Encantada de conocerte Damon, soy Alev Volkova—a Damon se le había erizado la piel al cruzar con su mirada, estrechar su mano sin duda le había parado el corazón por unos segundos.

Caroline, abrió la puerta del auto para sacarlo del trance—Suban todas—exclamó—Y Damon suelta a Alev antes que te golpee—Y entonces el ojiazul soltó su mano.

—Si no les molesta, los seguimos, Vladimir tiene instrucciones de dejarme donde me instalaré estos días—Caroline asintió y se subió la camioneta negra donde venía su amiga. 

—Pasaremos a mi casa a dejar sus cosas, los alcanzamos en tu casa Damon—indicó la rubia. 

...

Mystic Falls le parecía algo sumamente atractivo a Alev, se la pasaba caminando por el bosque, le gustaba hacer crujir las hojas secas debajo de sus pies, llevaba apenas uno días en el lugar y ya había memorizado como llegar a donde quisiese a través del bosque.  Los árboles se alzaban a su alrededor imponentes, le gustaba estar entre cosas que fueran visiblemente más grandes que ella y la hicieran sentir pequeña, le gustaba la paz que inspiraba el bosque de Mystic Falls pese a que Caroline le había advertido que se mantuviera alerta en todo momento, igual siempre había uno de sus amigos o ella misma siguiéndola, ella prefería hacer como si no se diera cuenta disfrutar del olor de la tierra húmeda, la madera, los pinos y las flores. 

—Alev es lindísima Caroline—aseguró Elena con alegría—Es como si de ella fluyera luz, algo tan positivo y sublime.

—Lo sé, fué eso lo que me hizo acercarme a ella en un principio, irradia tanto que te atrae—contestó la rubia, mientras revisaba su celular—Klaus dice que vendrá el fin de semana y Stefan está cuidando de Alev, será perfecto—exclamó recargándose en el sofá con una sonrisa en el rostro, Damon se aclaró la garganta—Y aquí va el engendro del mal a arruinar mi paz.

Damon un sorbo del bourbon que tenía en las manos—¿Han escuchado hablar de la prometida de Klaus, mejor dicho su ex-prometida?

Las chicas se miraron entre sí, no sabían a que se debía el cambio de tema pero hablar con Damon a veces era un salto de tema a tema porque se aburría—¿Estuvo prometido con alguien?—la voz de sorpresa en Caroline era evidente.

—Alguna pobre chica no muy cuerda seguramente—bufó Bonnie—Sin ofender Caroline.

El individuo que había permanecido invisible leyendo junto a la ventana se hizo notar—No era una cualquier pobre chica—los ojos verdes de la bruja viajaron hasta la fuente de esa voz, él por su parte seguía inmerso en el libro entre sus manos—es el ser más poderoso que ha pisado esta tierra—todos guardaron silencio esperando que continuara, Damon había escuchado las historias cientos de veces y no había vez en la que no se le erizara la piel—Nadie sabe de dónde vino, algunos dicen que  fue desterrada de su mundo porque no podían contenerla más, otros dijeron que la enviaron para esconderla de los que codiciaban su poder. Quienes la vieron decían que su mirada era como de fuego y su poder podía acabar con mundos enteros, era preciosa por sobre todas las cosas, no había palabras humanas suficientemente dignas para hablar de ella y por eso todas sus descripciones son vagas, cualquiera que la veía quedaba cautivado y Niklaus no fue la excepción.

—Bien, historia al fin—resopló Damon mientras se ponía en pie para salir del lugar, atravesó el vestíbulo y para cuando todos regresaron la mirada hacia Kai quien ya se había vuelto invisible, desde que lo había apredido a hacer era como el gato de Alicia en el país de las maravillas. 

—¿Pero por qué no se casaron si era tan perfecta?—preguntó Bonnie—Si es que existió.

_______________________________________________________________________________

Hola a tod@s, lamento haberme ausentado tanto tiempo, había estado resolviendo un par de cosas personales que no me dejaban en paz.

Les quiero muchísimo, espero les guste esta pequeña historia. <3

Cuéntenme, sus sospechas.