*Ocho || Parte 3*

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Advertencia: Contenido +18


___________ Mikaelson


No note que me temblaba la voz hasta que me escuche decir su nombre— ¿No me invitas a pasar, cielo?

Era él

El único y original

Malachai Parker

—No me apetece—contesté poniéndome firme en mi sitio, él sonrió a boca cerrada entretenido por mis palabras.

Su mano apuntaba hacia mí y luego su mirada, el dolor era ligero, una punzada, me obligué a permanecer de pie, impasible, el dolor se intensificó, esta vez era en mi pecho, como si oprimieran mi corazón, caí de rodillas, mi respiración estaba agitada—Suéltala—gritó el chico de lunares.

—Conmovedor—comentó afable Kai—Si aprieto su cabeza hará puff o paff—el chico tragó grueso pero logró mantenerse en pie.

Me interpuse antes de que contestara algo dándole una orden directa—Sal de aquí Stiles, ahora.

Kai había absorbido la magia que no le permitía entrar en la casa, solía creer que era algo improbable, pero entonces puso un pie dentro, sonrió con satisfacción al entrar por completo—Creí que querías público—en un abrir y cerrar de ojos estaba parado frente a mí, me había levantado por el cuello, el frío de sus anillos me erizaba la piel—¿No quieres que tu juguete te escuche suplicar por más mientras gimes mi nombre? —su agarre se apretaba, sus ojos azules me observaban fijamente.

Se veía tremendamente guapo

—Te largaste—pronuncié con la voz entrecortada.

El agarre en mi cuello se aflojó un poco—Oh amore, yo nunca te dejaría por voluntad propia—acarició con gentileza mi mejilla—estuve en un deplorable mundo prisión los últimos años, no había mucha diversión—una ligera sonrisa se dibujó en su rostro—pero no es el tema ahora—Antes, sal de aquí niño, los adultos tenemos cosas que resolver.

Había estado inmovilizado con magia en su sitio, Malachai lo llevó hasta la puerta con magia, su mano detrás de su espalda hacía que el chico de lunares saliera mientras Parker mantenía su mirada fija en la mía, el sonido de la puerta cerrándose hizo eco en el salón.

Estamos sólo

Me llevó hasta la primera habitación que encontró, era la mía, él besó mi nuca y se encaminó al sofá frente a la cama—Quítate la ropa y siéntate en la cama.

Su mirada azulada estaba sobre mí, siguiendo cada uno de mis movimientos, me coloqué de espaldas frente a él y retiré con lentitud cada una de mis prendas, él tenía las piernas abiertas pero el bulto entre ellas era notorio, su mirada penetrante hacía que me sintiera tan deseada que me excitaba.

Subimos escaleras arriba, una de sus manos descansaba en mi espalda baja, me detuve frente a la segunda puerta del pasillo, giré la perilla con lentitud, él estaba junto a mi con una serenidad impresionante, ambos nos adentramos en la habitación.

En un sólo movimiento tiró de mí por la cintura logrando pegarme contra él, podía sentir la firmeza de su pecho incluso con la ropa de por medio, su nariz indagaba por mi nuca y la curvatura de mi cuello—Estoy muy cabreado—su aliento contra mi piel era una descarga inminente en todo el cuerpo, sus dedos acariciaban mis brazos con suma calma—Quizás deba follarte duro para que recuerdes a quien le perteneces—su ronca voz susurrando a mi oído me hizo estremecer, estaba húmeda y él apenas me había tocado—O no hacerlo—sentí sus labios sobre mi hombro, después el frío helado como la nieve misma.

Kai Parker || One Shots || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora