Capítulo 4: Sentimientos encontrados

701 77 7
                                    


Cuando regresaron a la academia, Ochako y Katsuki no tuvieron otra alternativa que esperar a que concluyese la clase actual para poder incorporarse a partir de la siguiente. El silencio se mantenía vigente entre ambos, y ahora, cada vez que buscaban la mirada del otro, terminaban por eludirla casi al momento. Tenían mucho de qué hablar, pero no se atrevían a decir nada. A cada segundo que transcurría, la situación irritaba más a Katsuki, aunque le suponía un alivio que ella no volviera a invadir su espacio. No al menos como sospechaba.

—Oye, Bakugo...

—Que no te lo voy a decir, pesada.

—¡No, no es eso, de verdad!—se apresuró a objetar en un nervioso susurro, agitando las manos brevemente—. Me preguntaba si alguna vez querrías entrenar tu quirk conmigo.

Su propuesta le tomó por sorpresa, y pestañeó un par de veces por eso mismo, asimilándolo. Se había autosugestionado de que poco más volverían a hacer juntos aparte de intercambiar palabras de vez en cuando, como había acontecido desde siempre, pero al parecer, se equivocaba. Llevó sus ojos a otra parte. Sabía que, si le mantenía la mirada, iba a acabar esbozando alguna mueca que no quería que ella viese.

—Como quieras. No lo negaré, me vendrías muy bien para practicar mi puntería.

—Entonces está decidido. Gracias... ¿Puedo decirte Katsuki?

—¿Ah?

Ahora sí se giró por completo hacia ella, con asombro genuino. No supo siquiera cómo cuestionarle esa petición.

—No tengo un apodo para ti como me pasa con Deku, e imagino que Kacchan no es una opción. Aunque no creo que necesites ninguno para darte ánimos, ya eras increíble desde el principio. Así que... ¿Puedo llamarte Katsuki?

Trataba de ponerle otro semblante, pero no podía. No era capaz de creer lo que estaba ocurriendo. Ni siquiera Kirishima había dado aún el paso de llamarlo por su nombre de pila, a pesar de lo cercanos que eran. Lo abstraído que Katsuki estaba no pasó desapercibido para Ochako, quien se atrevió a preguntar.

—¿Estás... bien?

—Sí. Sí, lo estoy. Puedes llamarme Katsuki—trató de concluir aquello de la manera más tajante posible. Sentía el corazón acelerado.

—¡Gracias! Quisiera entonces también que me llamases Ochako a partir de ahora. Siempre te consideré un amigo, pero no sabía cómo decírtelo. Pensaba que te ibas a enfadar conmigo. ¡Pero ahora sé que en realidad eres alguien muy amable!

El rubio frunció el ceño. No porque le molestase lo que ella comentó. Al contrario, le alegraba, era muy satisfactorio. Pero por el otro lado, sintió sus propias mejillas entrar en calor. Se ruborizó, y no podía hacer nada para esconderlo. Menos aún cuando la propia Ochako pareció cerciorarse, dado que ella también se sonrojó segundos después.

—¿Hablé de más?

—No. Es como tenemos que ser los héroes, ¿no? Saber que tengo tu apoyo se siente muy bien. Así que gracias.

Desvirtuó ligeramente el discurso de Ochako, sabía perfectamente que se refería a él como persona y no como héroe, pero era un hilo del que no quería tirar. No aún, porque comenzaba a sentirse alentado a hacerlo, más pronto que tarde. Ella no sospechó nada en lo más mínimo, por lo que tan solo lo consideró otro tierno momento entre ambos. Le sonrió sin más.

—No tienes que darlas. Gracias a ti por todo lo que has hecho por mí desde ayer.

—No hay problema.

Y, al fin, tocaba el cambio de clase. Cuando el resto de sus compañeros los vieron, hubo quienes le señalaron con sorna a Katsuki que había faltado a la anterior, lo que ocasionó sus típicos bramidos, mientras que hubo también quienes saludaron y hablaron con Ochako como si nunca hubiera vivido ese incidente, incluyendo a Izuku. La castaña reparó entonces en que el quirk de aquel hombre funcionaba de manera que cuando sus víctimas volvían a existir para el resto, era como si nunca hubiesen dejado de hacerlo en primer lugar. Prefirió seguirles la corriente para no preocuparles y fingir que se había quedado dormida.

A través de ti (Katsuki Bakugo x Ochaco Uraraka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora