Abandonada

1. El comienzo del abandono

—Sakura—

Cuando supe que estaba embarazada, mi primer instinto fue llorar hasta desfallecer.

Estaba en mi segundo año de medicina, con 20 años y un futuro prometedor.

Mi vida siempre estuvo llena de logros, desde pequeña fui brillante y me esforcé por cumplir con todas las exigencias de mis padres, jamás les di problemas o me involucré en algo que pudiera dañar la reputación de mis padres o la mía.

¿Qué pasó entonces?

Él me enamoro con su encanto de chico problemático, saco a la chica estudiosa de la biblioteca y la engatusó con fiestas divertidas, citas preciosas y palabras dulces.

No puedo decir que yo fuera una presa fácil para él, de hecho lo evite como si se tratara de un virus altamente contagioso del que jamás podría escapar.

¿Pero que hizo él? Él nunca se rindió con su sonrisa encantadora y caminar felino.

Sabía que tenía miles de chicas a sus pies ¿entonces por que yo?

Por que yo era difícil de alcanzar, por que las veces que llegaba a la biblioteca con su cabello despeinado y chaqueta de cuero yo seguía inmersa en los libros de medicina sin siquiera levantar la vista para mirarlo de frente, para mi era alguien que no merecía mi atención, era un Playboy molesto que solo quería monopolizar mi Preciado tiempo para perderlo en cosas banales y frías como él.

Cuando pensé que al fin se cansaría un día prácticamente me secuestro y me mostró su mundo.

Para una chica que no sabía nada de convivir con otra gente fue algo extraordinario, lleno mi mundo de colores fluorescentes de los clubes nocturnos, colapso mis oídos con la música sensual y decadente de cada lugar donde me llevo, Marco mi piel con sus caricias suaves y diestras y mis labios se hicieron adictos al territorio erotico de los suyos.

Los meses pasaron y me convertí en una chica normal, aquella que admiré en el silencio de la sala muchas veces, las que reían y bromeaban con los demás.

Mi doble vida jamás colapsó mi inteligencia, solo lo hizo un poco más estresante pero por él valía la pena, por que cada vez que de su boca salía mi nombre para mi era como la más bella poesía.

No soy estupida, se que cuando dos personas tienen sexo pueden ocurrir muchas cosas, podría haberme pegado fácilmente una Ets, por que él era promiscuo como un demonio incubus en la tierra, pero me gustaba tanto, yo lo amaba y cuando dijo que no pasaría nada, le creí.

Se supone que es hombre, que tiene experiencia, que existen formas de no dejar embaraza a una chica, pero él sólo pensó en su propio placer y como una idiota deje que me utilizara para sus medios viles y poco sinceros.

Él acabó dentro de mi cuerpo sin consideración alguna y sin que yo me diera cuenta por la nula experiencia y por lo borracha que estaba.

Después de que consiguió lo que quería me dejó, no solo se llevó mi virginidad, él también se llevó mis sueños, mis aspiraciones y cada ilusión que tenía yo de mi futuro.

Cuando comprendí que estaba embarazada tenía casi mes y medio.

Estaba en los baños de la universidad con el corazón en la mano y lágrimas amargas saliendo por mis ojos mientras abrazaba mis rodillas y sostenía el test de embarazo que se burlaba de lo idiota que había sido por caer en su juego.

¿Que se suponía que tenía que hacer?

Mis padres, mis conservadores padres jamás me lo perdonarían.