3. Es suficiente

1.1K 136 19
                                    

La noche ha sido un desastre, he tenido que soportar a un grupo de idiotas que piensan que estoy en venta.

La humillación de escuchar sus palabras vulgares me ha tenido al límite toda la noche.

He tenido que repetir como un mantra "sopórtalo solo una hora más" un millón de veces, pero la chica que solía ser ya no existe, me he vuelto una persona irritable en el trabajo, alguien que tiene que tener la personalidad fuerte para poder sobrevivir al acoso.

—¿van a querer algo más?

—¿que nos das por un poco de dinero extra? -dice un rubio-

—una patada en las bolas -le digo con una sonrisa-

Sus amigos se ríen y él toma mi muñeca de forma brusca mientras me acerca a su rostro.

—tu no me hablas así muñeca, estás aquí para ser amable y traer lo que pedimos y lo que yo quiero es pasar un buen rato contigo.

—entonces estas en el lugar equivocado amigo, esto no es un club nocturno y yo no soy una prostituta.

Kakuzu llega y aprieta la mano del imbecil.

—suéltala y lárgate de aquí. -le dice amenazante-

Mi muñeca arde, estoy aguantando las ganas de gritar y de golpear algo.

—¿estas bien Cerezo?

—si, gracias.

—lo siento Saku, eres la chica que más molestan.

—no te preocupes Kakuzu, ya queda poco para cerrar.

Él sonríe triste por que cada noche debe sacarme algún imbecil de encima, no se qué problema tienen conmigo, no soy un maldito fetiche de estupidos depravados, no soy un juguete de cabello rosa! Soy una chica! Una que necesita mantener a un pequeño de 9 meses!

Suspiro y dejo que el nudo de mi garganta se deslice por que no puedo quebrarme ahora, no debo quebrarme.

A la 1 am, al fin puedo irme a casa, salgo cubriendo mi vestuario y camino rápido con la cabeza gacha, estoy en el semáforo a punto de cruzar cuando alguien me toma por la espalda, me giro y veo con terror que es el estupido "que quería pasar un buen rato"

Lo atacó con todo lo que tengo pero él me golpea en el rostro y caigo contra la acera, soy jalada del cabello mientras grito pidiendo ayuda, un auto se detiene y veo que alguien pasa corriendo y golpea al idiota.

—que mierda te pasa! No puedes tratar así a una mujer!

—no te metas chico bonito, esa zorra me humillo!

El chico que me está defendiendo golpea sin piedad a mi atacante hasta que el idiota sale corriendo.

Se acerca a mi y levanta mi mentón.

—maldijo hijo de puta! ¿Estas bien? ¿Te hizo algo más?

Es como un ángel caído del cielo, tan bello como un amanecer, tan amable y protector que parece increíble.

—no, estoy bien, gracias.

Él limpia mis lágrimas que jamás noté que salieron de mis ojos, creo que aún estoy conmocionada.

Me ayuda a ponerme de pie y me lleva a su auto.

Estoy en shock pensando que si no fuera por ese chico algo realmente malo me habría pasado y mi hijo no tendría ni madre ni padre.

Comienzo a llorar y él se estaciona en la plaza donde me encontró la abuela Chiyo hace tanto tiempo atrás.

—no llores, por favor... -me dice preocupado-

Su amabilidad sólo hace que suelte más lágrimas.

Él me abraza y siento que necesitaba tanto sentirme así de protegida, por que no recuerdo la última vez que alguien me abrazo, que me dijo que estaría bien, siento tanta vergüenza por estar llorando en los brazos de alguien que no conozco, quizás ese el motivo, por que nunca lo volveré a ver mi vergüenza se ira con él.

El chico tiene olor a cielo, un aroma cálido y masculino que te hace querer quedarte ahí para siempre.

—¿lo conoces? ¿Te ha hecho daño antes?

—no, trabajo en Akatsuki, el bar que está a la vuelta, él me hostigó toda la noche y lo sacaron del bar.

—¿que te dijo?¿por que te golpeó?

—quería ofrecerme dinero extra para pasar al rato, me golpeó por que me resistí.

Él cierra los ojos y respira, esta furioso, examina mi rostro y luego saca un pequeño botiquín de la guantera.

—limpiare tu herida, ¿cual es tu nombre?

—Sakura

—ok Sakura, no es una herida que necesite suturas pero tendrás un enorme hematoma por varios días, te curaré ahora y así evitaremos que la sangre se pegue y te duela más tarde limpiar tu rostro.

—gracias..

Él limpia con sumo cuidado mi rostro, se nota que tiene conocimientos de curaciones y eso me intriga pero no digo nada, no estoy de humor en investigar a un chico que no volveré a ver.

—no deberías seguir trabajando en Akatsuki, ese animal podría volver o podrías encontrarte a alguien peor.

—no tengo otra opción, necesito el dinero, me guste o no es lo que tengo ahora.

—¿eres camarera cierto?

—mesera en un bar, camarera es algo un poco más alto.

—tengo un primo que tiene un restaurant no muy lejos de aquí, el lugar es elegante y estoy seguro que te recibiría, podrías ganar más que en Akatsuki y no tendrías que sufrir ni un tipo de acoso.

—¿por que harías eso por mi? No me conoces..

—por que puedo y por que lo necesitas, no estoy tratando de hacer nada inapropiado solo darte una oportunidad.

Parece sincero, es cosa de mirar su auto y ropa para saber que ese chico tiene mucho dinero, no me ha mirado como un pedazo de carne, no ha intentado ser grosero o vulgar, él simplemente está siendo amable..

—me gustaría conseguir algo mejor..

—entonces hablaré con mi primo, preséntate el lunes en esta dirección, dile que vas de parte de Shisui.

Yo recibo el trozo de papel donde escribió la dirección y lo guardo en mi abrigo.

—gracias por todo lo que haz hecho esta noche.

—solo cuídate, ¿te llevo a algún lugar?

—no, yo vivo aquí al frente.

—ok, espero que te vaya bien Sakura, solo ten cuidado.

—lo haré, muchas gracias.

Me bajo y lo miro por última vez, ¿será que el universo está enviando gente amable por todo lo que me hizo sufrir?

—Sakura! ¿Que te ha pasado? -dice Konan-

Yo la abrazo y lloro mientras le cuento todo lo que me paso esta noche.

Ella me da un poco de tranquilidad, mi pequeño está profundamente dormido y lo miro con su rostro inocente ajeno a todo lo malo qué pasa a su alrededor.

El lunes si tengo suerte comenzaré una vida más digna, hoy es martes, debo hablar con Kisame y pedirle que me disculpe por dejar el trabajo nuevamente, pero ya no puedo más, si sigo así moriré de estrés, si no me aceptan el lunes buscaré trabajo en cualquier otro lugar, pero a Akatsuki no vuelvo nunca más.

AbandonadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora