Maximiliano & Nicole

19.6K 1.1K 274
                                    

Narración del capítulo 37

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narración del capítulo 37

Sus dedos van arrugando la tela hasta sacarlo por arriba de mi cabeza y dejarlo caer al suelo, dajándome solo en tacones y una delgada braga de tejido color blanco. Tuve que hacer unas compras de lencería antes de venir aquí para posibles situaciones como esta. Según lo que dicen, una mujer preparada vale por dos.

Maximiliano se sienta sobre las sábanas y, con sus manos en mis caderas, me acomoda en el medio de sus piernas. Mi corazón de deja de bombear boom... boom... boom... nerviosa de lo que tenga en mente hacer conmigo. También estoy emocionada, al saber que voy a disfrutar del placer que reciba tanto como la noche de mi cumpleaños.

Sus labios tocan mi vientre. Eso es suficiente para acomodar mis manos en sus hombros, obligándome a no caer al suelo con estas piernas flojas.

Suelto una maldición al sentir sus labios encima de la tela de mi braga. ¡Básicamente, acaba de besar la zona más íntima de mi cuerpo! La presión que siento es tentadora, con ganas de volver a repetirlo una y otra vez e intentar sin nada de por medio, como alguna vez lo llegue a ver entre una pareja de un... porno. Hasta la fecha me avergüenzo de admitir que vi algunos.

Abro mis ojos y bajo la mirada, preguntándome por qué no sigue. Entonces, cuando caigo en cuenta que busca saber de qué manera reacciono, si lo quiero o es mucho para mí.

—Dije que confío en ti —digo.

Sus comisuras se elevan, emocionado.

—Solo me estoy asegurando, preciosa —agarra las orillas de mi braga y la jala despacio hacia abajo, deslizando la prenda primero de una pierna y luego de otra. Ahora solo es mi cuerpo desnudo con tacones. Siquiera me dan la suficiente altura para tener el rostro de Maximiliano entre mi vientre y mi pelvis.

Es la primera vez que me encuentro desnuda delante de Maximiliano y, no estoy muy segura por qué, pero mi instinto me exige que me cubra, así que lo hago tapándome como puedo con mis dos brazos. No hay mucha diferencia, es piel cubriendo más piel.

Ante sus ojos, puedo garantizar que me veo ridícula, siendo que debo ser un simple cuerpo más que logra desnudar sin mucho esfuerzo. No me hace especial a ninguna otra, de hecho, ni siquiera me gusta pensar en otras mujeres cuando solo debo de pensar en mí. En nosotros. En lo guapa que debo sentirme mostrando mi piel a otra persona, al hombre que me gusta.

¿Qué tal si piensa que estoy pasada de kilos?

¿Qué tal si no es lo que esperaba encontrar debajo de las prendas de ropa?

Suena ridículo cuando tampoco es la primera vez que nos encontramos en una situación comprometida, es solo que ahora hay luz y tiene una visión completa de mí. Puede mirar mis pechos, mis caderas, mis piernas y la zona más privada de mi cuerpo.

—Si no quieres esto, puedes decirlo —sus pulgares ejercen círculos en mi piel con una paciencia que me hace sentir cómoda.

—S-sí lo... quiero —nunca había tartamudeo tanto en mi vida—. Es solo que t-tú has visto otras... mujeres con...

Extras Trilogía Amor TentadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora