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Varias cajas de chocolates, flores y algunos regalos se encontraban en sus manos, recién llegaba y ya tenía suficiente de la gente de ese lugar

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Varias cajas de chocolates, flores y algunos regalos se encontraban en sus manos, recién llegaba y ya tenía suficiente de la gente de ese lugar.


No quería esos chocolates, tampoco esas flores, los dulces y regalos que le habían dado o bueno si quería, pero solo los de una persona, los de esa guepardo gruñona que tanto ama, tan solo un chicle masticado y se lo agradecería de por vida.

—¡Hey, Myoui! —Esa voz tan conocida para la mencionada hizo que detuviera su andar, causando que sonriera como una completa estúpida y volteara a ver rápidamente, donde está la estaba llamando — ¡Wow! — Exclamo sorprendida la pequeña omega, viendo todos esos regalos en las manos de la alfa — Son muchos chocolates para una loba apestosa como tú.

—¿Celos? — Pregunto la Alfa juguetona.

—Que buen chiste Myoui... También me han dado algunos mi~ — Un gruñido molesto se escuchó, la omega tembló en su lugar, pero sonrió con arrogancia — ¿Celos? — Arremetió contra la alfa.

—Nadie puedo regalarte chocolates a excepción de mí. — Mina puso todos los chocolates y regalos en el suelo para así tomar a la omega entre sus brazos, comenzando a moverse un poco sobre ella e impregnar su aroma en esta — Además, ¿quiénes se atrevieron? — Otro gruñido salió de su boca sin poderlo contener mucho.

—Mmm... Myoui, fueron mis padres —La Alfa se avergonzó y un fuerte sonrojo se instaló en sus mejillas, en cambio, Nayeon frunció el ceño y empujó a Mina para que la soltase — Deja de abrazarme apestosa.

—Gatita gruñona — Soltó Mina en respuesta haciendo un puchero y Nayeon solo ignoró el comentario de la alfa.

—Ya que tienes demasiados chocolates, entonces no te daré esté — De su bolsillo trasero, Nayeon sacó un chocolate Snicker's, pero avergonzada por ese pequeño detalle, ella quería darle aunque sea un pequeño osito de felpa a Mina, pero sus padres no le habían dado mucho dinero que digamos.

—¡SI LO QUIERO! — La loba de la alfa comenzó a saltar contenta al igual que Mina de la emoción, su Omega les estaba obsequiado un chocolate.

—¿Para qué lo quieres?, tienes más chocolates ahí. — Nayeon señaló tras la alfa, Mina suspiró, si su Omega no entendía, tendría que decírselo.

—Por qué me lo estás dando tú, solo por qué eres tú quién me lo da, lo quiero... ¿Me lo darás? — Pregunto emocionada, con un brillo en sus ojos.

—Toma — Nayeon alzo sus hombros despreocupado y le dio el chocolate a Mina, que brinco emocionada y la abrazo de nuevo, besando su rostro — Ya, Ya... Déjame.

—Gracias Omega, yo también te tengo un regaló — Nayeon la observó curiosa, Mina saco de su mochila una cajita y de esta saco una pulsera de plata que iba a juego con una de oro — Dame tu mano — Exigió, Nayeon obedeció y le tendió su mano, la pulsera de oro le fue puesta y Mina tenía la de plata.

—Gracias supongo — Observo detalladamente la pulsera, pudo ver que esta tenía su nombre grabado y también una "M. M" al final de dónde su nombre acababa, "Myoui Mina es una obsesiva" pensó la pálida viendo la pulsera — No tendrá GPS, ni nada de eso ¿Verdad Mina?

—Porque no lo pensé antes... — En sí su rostro se volvió a uno de decepción y Nayeon rió ante lo dicho.

—Pero es linda...

—Solo quería darle un pequeño regalo a mi Omega — Mina sonrió, su corazón se sentía tan alegre y orgullosamente, lo demostraba palpitando exageradamente rápido, teniendo un poco de miedo de que Nayeon llegase a escucharlo.

—Oye, Nayeon, gracias por el Chocolate — Mina miro furiosa a la bonita guepardo, ¿También le había dado chocolates a otro Alfa? — Te veo luego.

— Mmm... Si de nada, nos vemos luego Nam — Con un choque de puños se despidieron y Nayeon volvió su vista a Mina que la miraba acusatoriamente.

—También le diste chocolates — Mina cruzó sus brazos indignada, en su mente solo circulaban escenarios donde se encontraba ella asesinando al alfa moreno.

—Deberías de estar contenta Myoui Mina, acabo de darte el chocolate más caro — Bueno, eso significaba que era más especial ella, que los demás alrededor de su omega, sonrió satisfecha y junto sus labios con los de la pálida cuando esta se había distraído.

—¡Ash! — Soltó fastidiada dando un golpecito con su pie al piso — ¡LOBA APESTOSA! — Gruño enojada, mirando mal a Mina que solo negó y dio chasquido con su lengua.

—Mishi mala, no digas malas palabras, ven acá, es hora de enseñarte modales — Nayeon solo le paro su dedo corazón y salió corriendo del lugar.

—Mishi mala, no digas malas palabras, ven acá, es hora de enseñarte modales — Nayeon solo le paro su dedo corazón y salió corriendo del lugar

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gatita gruñona ⋆ minayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora