gatita gruñona ⋆ minayeon.

04

Mina estaba furiosa y es que su Omega no hacía más que negarle el hecho de que ella era su alfa, se pertenecían la una a la otra, pero la omega se negaba rotundamente a qué pasará su celo con ella, que la marcará y también le negaba que la mimara.

Era un castigo para ella y para su loba que no hacía más que llevársela deprimida por el constante rechazó de su omega, aunque también estaba muy terca en hacer entender a la omega que era su alfa, quería imponerle que lo era y si era necesario sería a la fuerza.

—Otra vez tú. —Nayeon arrugó su entrecejo cuando llegó el aroma de la alfa a sus fosas nasales, haciendo una mueca completamente falsa, pues el aroma le encantaba a ella y a su animal interno, que se encontraba brincando de felicidad por la cercanía de la alfa — Te dije que me dejaras en paz, Mina en serio necesito estudiar y me estás distrayendo ahora mismo.

—Y quien dijo que venía a verte... gata gruñona —Mina se sentía horrible por hablarle así a su omega, queriendo pedirle disculpas al instante por su atrevimiento de hablarle así, pero Nayeon le hablaba mucho más feo así que no lo haría, no hasta que la omega la tratara de una mejor forma — También vine a estudiar.

—Entonces aléjate de mí — Exclamo Nayeon, Mina estaba hombro a hombro con ella y se supone que ella iba a "Estudiar".

—Ni estoy tan cerca — Dijo esta vez Mina rodando sus ojos y alejando su silla un poco lejos de Nayeon, sin pensarlo, se había acercado demasiado a la pálida y es que su loba así lo quería — Además la biblioteca es pública y puede venir cualquier persona qué quiera y sentarse dónde se le dé la gana.

— Entonces estudiaré en casa, ya que mi casa es privada y ahí no invaden mi espacio personal — Nayeon tomo sus pertenencias y un par de libros de la biblioteca para pedirlos prestados y estudiar en su humilde hogar.

— ¡Agh! — Mina dio un pequeño gruñido y tomo a la pálida por su cintura, obligando a esta a qué se sentará en regazo — Si vine para estar cerca de ti, ¿hay algo malo en eso?

— Mira Myoui Mina, no me encuentro de muy buen humor, así que tienes cinco segundos para soltarme y si llego al número cinco y aún no lo haces te arrancaré tu garganta con mis garras y no te verás muy bonita que digamos, sangrando por el cuello como si fueras una fuente.

— Cuenta las veces que quieras, no lo haré... Además, tus garritas de gatita solo me harán marcas en mi espalda cuando estemos haciendo el amor y esa será la única cosa que harás con ellas — Mina la pego más a su pecho y paseó su nariz por la nuca de la pálida, olisqueando su aroma tan atrayente para ella, le parecía tan raro que la omega no se moviera exageradamente pidiendo su liberación así que aprovechando el momento, metió sus manos por debajo de la playera de la pálida acariciando cada centímetro de la espalda de la omega que estaba algo ¿Caliente...?

— N-no... Mina... No me toques — Nayeon golpeó con muy poca fuerza la mano de Mina y eso le pareció más raro — T-te aprovechas de que me siento mal... P-pero cuando me reponga me las pagarás — Y Mina se preocupó, por eso el cuerpo de la omega estaba tan caliente.

Rápidamente, tomo a Nayeon entre sus brazos y se dirigió a la enfermería del instituto, una vez dentro de esta puso cuidadosamente a la pálida en una de las camillas mientras la enfermera se encargaba de revisarla para ver qué le pasaba.

— Solo es un resfriado, no te preocupes — Mina asintió sin apartar la vista de la omega, la mujer sonrió enternecida por las acciones de la Alfa — Mira te daré un justificante para que salgas con ella del colegio y descanse ella en casa ¿Te parece? — Mina volvió a asentir sin responder tomando a Nayeon de nuevo entre sus brazos — Es tu omega, me imagino.

— Sí — Contesto rápidamente sorprendiendo a la enfermera y es que Myoui solo se encargaba de asentir.

— Que linda eres con tu omega... — La enfermera firmo un par de papeles, tomando uno para dárselo a Mina — Este es el Justificante, es por una semana, su resfriado es algo fuerte, así que necesita de alguien que la cuide y ya sé que lo harás tú y por eso este otro justificante.

—Muchas gracias... — Mina dio una pequeña reverencia agradecida y salió de la enfermería, después salir del edificio, para ir a su departamento donde cuidaría de la omega, aprovechando la situación para llenarla de mimos, aunque esta no quisiera.