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La forma en la que Mina conducía a toda velocidad en su motocicleta, era solo por una cosa y no específicamente por su rebeldía, sino más bien a un omega en celo, su omega en celo, y sus gigantes ganas de hacerla completamente suya, Nayeon se enco...

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La forma en la que Mina conducía a toda velocidad en su motocicleta, era solo por una cosa y no específicamente por su rebeldía, sino más bien a un omega en celo, su omega en celo, y sus gigantes ganas de hacerla completamente suya, Nayeon se encontraba aferrada a la espalda y con sus piernas enrolladas a la cintura de la alfa.

Tan solo estacionar la motocicleta en el estacionamiento, tomo a la omega de nuevo entre sus brazos y subió con una velocidad increíble las escaleras del edificio.

Estaba volviéndose loca por las feromonas que la omega soltaba para tratar de seducirla y también soltando una que otra vez gemidos obscenos que hacían a su pene palpitar.
Su omega era toda una seductora durante su celo y eso le empezaba a gustar.

Cuando llego al piso donde estaba su departamento, rápidamente puso el código e ingreso cerrando la puerta detrás, rogando para qué no se encontrará la señora de la limpieza o de otra forma esta quedaría con un pequeño trauma, por qué no haría que Nayeon solo gimiera su nombre, haría que lo gritara y le pidiera por más, lo que había esperado desde que la vio por primera vez.

Una vez dentro de su cuarto, puso el pequeño y delicado cuerpo de su omega en la cama metiéndose entre las piernas de ella y tratando de no aplastarla, beso sus labios disfrutando de ellos mientras frotaba su erección contra Nayeon, metiendo sus manos por debajo de la camisa acariciando la suave piel pálida, dio un último beso y descendió al cuello de esta dónde comenzó a lamer y morder el cuello de la pálida para que su aroma quedará impregnado en ella, por qué de alguna manera sabía que Nayeon al pasar su celo y ver la marca que le ha hecho, la rechazaría completamente, entonces esperaría el consentimiento de esta para hacerlo.

Yeonnie...~ — Sus manos bajaron al trasero de la pálida, manoseando este a su antojó, tan desesperada que no se dio cuenta cuando dos de sus dedos estaban en la entrada de la omega estirando lo más que podía.

A-Alfa... Ah... Mgh... Ahí, ahí... Agh — Mina desvistió completamente a la omega sin dejar de estimularla con sus dedos, por un momento paro y contemplo el cuerpo de su pareja, su pene palpito en sus bóxers y comenzó a besar y morder cada parte del pálido cuerpo bajo suyo, al llegar a los muslos de esta fue inevitable para ella no meter sus colmillos en uno de ellos lamiendo la sangre que salía de este, Mina no lo hacía solo por gusto, sino más bien para que ese tipo de marcas quedarán un buen tiempo y Nayeon recordara su primer y buena follada al verla, la omega gimió fuerte al sentir la mordida en su muslo, no fue dolorosa sino más bien excitante para ella, luego tendría tiempo para pensar en lo dolorosa que era, ahora solo se concentraba en los dedos en su interior — A-Alfa... Tómame... Por favor. — Nayeon abrió más sus piernas y alzo un poco su pelvis para que Mina viera su rosácea y necesitada entrada.

Date la vuelta y alza tu lindo trasero, Omega. — Nayeon sintió su cuerpo estremecer de excitación al escuchar la potente voz de mando de su alfa, sin siquiera rechistar hizo lo que Mina pidió, dio la vuelta y alzo su trasero dejando ver a la perfección su rosácea entrada, Mina relamió sus labios al ver lo mojada que estaba la entrada de su omega.

Entre sus manos agarro los glúteos y los separó para después lamer el líquido y con su lengua atacar la virgen entrada, obviamente Mina había estado con otras omegas antes, pero en su defensa aún no había conocido a su pareja.

Sin nada más que esperar, separó sus labios de la dulce entrada, escuchando un quejido por parte de la omega, pero al sentir como Mina, lentamente se introducía en ella, gimió en alto, el dolor y ardor se hizo presente, cerro sus ojos fuertemente aferrándose a las sábanas, de sus ojitos salieron un par de lágrimas que la alfa borro con su lengua — D-Dime... Cuando e-estés lista... Omega...

P-puedes moverte Alfa... — Mina negó, sabía que el guepardo de Nayeon estaba hablando por ella para tratar de satisfacerla, pero es que ya lo estaba haciendo.

Puedo lastimarte Omega — Mina beso la espalda de Nayeon, hasta que esté se acostumbrase para empezar a moverse

Hazlo... P-puedes moverte... — la omega comenzó a mover su trasero hacia atrás, algo así como "Auto-penetrando" más no duró mucho para cuando Mina ya la tenía fuertemente tomando de su pequeña cintura y embistiendo duro y profundamente dentro de ella, encontrando el punto dulce de Nayeon que la hizo temblar, sus ojos se nublaron y sus gemidos fueron mucho más fuertes.

De un momento a otro, Mina salió de su interior preocupando a su guepardo ¿No estaba complaciendo a su Alfa?, Pero está solo le dio la vuelta posicionándose de nuevo entre sus piernas.

Quiero ver tu cara cuando te esté penetrando, Mi hermosa gatita... — La omega cerro con fuerza los ojos cuando sintió que la alfa se había introducido de nuevo, las estocadas fueron fuertes, Mina no se detuvo en ningún momento y es que las muecas que hacia Nayeon la tenían hipnotizada, increíblemente perfectas decidida a no despegar en ningún momento sus ojos de ella, no hasta sentir como apretaba más la entrada de su omega, esta ya se había corrido manchando sus muslos, Mina gruño por lo apretado, embistiendo más fuerte hasta que no pudo contenerse más y se corrió dentro de la omega, que gimió por el caliente semen y el nudo de la alfa formándose en su interior — Yeonnie... — Mina miraba fijamente la zona donde debería ir la marca, sus colmillos picando, estaban fuera, pero tenía que contenerse, Nayeon no estaba en sí aún.

Alfa... — Respondió el guepardo dándole el permiso a qué la marcará, Mina negó, solo dio un besito en la zona. Saliendo del interior de la omega -cuando su nudo se desvaneció-, se recostó con esta en su pecho, dándole suaves caricias hasta que las dos cayeron dormidas, una más agotada que la otra.

 Saliendo del interior de la omega -cuando su nudo se desvaneció-, se recostó con esta en su pecho, dándole suaves caricias hasta que las dos cayeron dormidas, una más agotada que la otra

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gatita gruñona ⋆ minayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora