Día 15

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–¡Helena! ¡Helena!
–Cálmate Roberto. Deberías dejar las paranoias.
–¿Cómo quieres que me calme estando aquí?
–...será por un tiempo. No te alarmes; hasta te está afectando la cabeza.
–No puedo creer que estés tan tranquila. Como si no fueras consciente de las cosas...
–Lo que nos ganamos por querer “triunfar”, ¿no?
–Quién diría, una cantante y su guitarrista secuestrados.

La oscuridad del lugar hacía del tiempo una eternidad, no sabían dónde estaban, bajo quién, y sin saber ni la fecha, ni la hora. El simple hecho de estar a oscuras también les generaba...un deseo. Pero bueno, debían abstenerse, no sería muy correcto aprovechar semejante circunstancia para satisfacer sus necesidades sexuales. «Un poco más...sólo un poco más de espera» les resonaba en la cabeza a ambos; increíble que sólo les importara eso.

EL SECUESTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora