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El mundo ya no era igual en ningún sentido.

El día que conoció a Reki Kyan todo cambio.

El día que se enamoró de él lo cambio todo.

El día en que Reki se desmayo por primera vez cambio el mundo, su mundo.

Lo recordaba tan perfectamente, los momentos seguían vividos en sus recuerdos y se presentaban cada vez que cerraba los ojos para tratar de obligarse a dormír. Hacía unos dos días que Langa no podía dormir.

Una noche de competencia, todo era genial. Miya estaba peleando con Shadow, seguramente por un tema de videojuegos. Joe molestaba a Cherry, quien le dió una patada para hacerlo callar. Y Langa, esperaba al pelirrojo pacientemente, luego de unos minutos llegó, peor se veía un poco cansado.

- ¿Te sientes bien?.- cuestionó el pequeño de cabellos negros

El pelirrojo le dirigió la mirada, pero se veía un poco ido, su cabeza parecía estar en otro lado.

- Uh?...- se apuntó a sí mismo- Ah! Sí, estoy bien.- aclaró de inmediato.

-¿Seguro? Últimamente te vez más cansado, también en clases...- cuestionó el canadiense, con sus azulados ojos llenos de inquietud

- De verdad que estoy bien, solo he tenido algunos dolores de estómago, pero ya estoy bien.- confirmó el interrogado.

Cherry y Joe le dieron a Reki un sermón de cómo debía preocuparse más por su salud y no dejar pasar los detalles. Pero Reki no escuchaba, solo se limitaba a asentir y decir un "claro" de vez en cuando.

Reki lo estaba pasando de maravilla, las risas no faltaron. El pelirojo tuvo una competencia contra Joe, en la cuál claramente perdió pero se había divertido muchísimo. Era hora de la segunda competencia y tenía muchísimas ganas de patinar contra Langa, quien claramente acepto.

- Estas listo Reki? - La sonrisa suave en los labios de Langa solo lograba emocionar más al pelirojo

- Por supuesto!

Ambos se lanzaron colina abajo, las curvas de estaban siendo un tanto difíciles pero nada que no pudieran superar. Langa estaba adelantado y de vez en cuando miraba atrás para ver a Reki, pero en un momento dejo de verlo << Seguro está muy atrás...>> Fué en lo único que pensó.

Langa no le dió importancia, continúo disfrutando del viento y la adrenalina que le que le producía el skateboard, pero algo llamó su atención, todas las personas del público se veían preocupadas. Langa poco a poco comenzó a frenar, hasta que notó como la cara de todos estaba llena de angustia, se acercó a una de las personas para saber que sucedía.

Casi no pudo procesar las palabras...

- Reki se desmayo

En ese momento Langa supo que lago no estaba bien, en ninguna forma podría estar bien y seguramente ya nada volvería a estar bien.

Por desgracia no se equivocó, desde aquel día todo se había destrozado para él. Langa no podía para de imaginar cómo debería sentirse Reki, lo que más amaba ya estaba fuera de alcance, Reki jamás podría volver a patinar, sí aquel golpe había sido duro para Langa y todos los demás, seguro para Reki fue como sentir una bala en el pecho.

.....

Langa despertó, le dolía la espalda y el cuello; apenas abrió los ojos sintió la humedad en ellos, además de en sus mejillas, seguro lloró durante la noche.

Levantó el rostro y observó, con cuidado, que el pelirojo seguía profundamente dormido, tenía una respiración muy débil y también el agarre de manos que tenían se sentía débil.

Los azulados ojos del chico se cerraron, trataba de recordar los días en los que su querido amigo no estaba muriendo lentamente. Con todo su corazón deseaba poder darle un poco más de tiempo a Reki, era alguien realmente joven para morir.

Las lágrimas no tardaron en abordar de nuevo los ojos del canadiense, estaba viendo nublado gracias al agua acumulada en su vista, pero no podía derramarlas, sí Reki se despertaba y lo veía llorando se sentiría culpable. Mordió su labio inferior e inconscientemente apretó la delgada mano de su compañero.

- Langa... - La débil voz del pelirrojo alertó al mencionado

- Sí ¿Qué pasá, te duele algo? - Langa no podía evitar preocuparse, Reki estaba tan frágil que parecía una pequeña y delgada lámina de vidrio

- Te quedaste aquí toda la noche?... - Las palabras de Reki salían con pausas y muy bajas. Langa asintió en respuesta, lo que provocó una sonrisa de alivio del contrario - Ya veo... Gracias...

- No tienes que agradecer nada... Yo... Somos amigos ¿No? Es normal que este junto a tí en momentos difíciles... - Langa hablaba con prisas, lo que hacía que apenas podía ordenar

- Langa... Podrías hacer que Miya venga a verme?...

El corazón del mencionado se aceleró, no sabría sí sería capaz de lograr eso, pero le había dicho a Reki que haría cualquier cosa que desease. Apretó un poco la mano del chico.

- Sí... Lo haré...

Langa tenía miedo de preguntar porque quería eso, más que nada porque tenía miedo de la respuesta... Todos en el hospital sabía que Reki no dudaría mucho, menos ahora que su cáncer se había esparcido por su cuerpo.

Aquella misma noche fue el pequeño gato, realmente había sido toda una hazaña convencerlo de que fuera al hospital.

- Traje esto para tí... - Miya colocó las orejas de gato que había traído para Reki.

Miya era conciente de que las orejas eran ridículas, pero necesitaba algo que apartará a su mente de lo que sucedía.

- jajajaja gracias Miya... - Definitivamente Miya no podía soportar ver la cálida sonrisa del mayor en ese cuerpo delgado y apagado, era doloroso.

- Ah... Langa también me dijo que te gustaban los vídeos del patinaje, así que con Cherry grabamos las última competencia de Langa

Miya tomó su teléfono y comenzó a mostrar el vídeo. Puedo apreciar como se encendía esa chispa en los ojos de Reki, se notaba como extrañaba más que nada el poder experimentar eso en su propio cuerpo.

Los minutos pasaron y se volvieron horas, Reki y Miya eran los únicos en la habitación, ya que esa fue la condición de Mita para ir.

- Reki, lamento no haber venido antes, pero no podía... Simplemente no podía verte así - Los ojos del menor comenzaron a lagrimear y su voz poco a poco comenzaba a quebrarse - Yo realmente no soy tan fuerte como para verte morir lentamente... Lo siento...

Los sollozos de Miya estaban abarcando toda la sala, al mismo tiempo intentaba callarlos con sus manos. No quería preocupar al mayor, pero no podía seguir guardando esa angustia.

Un sonido llamó la atención del menor, lo que provocó que unos segundos dejara su llanto. Reki con dificultad se sentó en la camilla y logró estirar su cuerpo para abrazar al menor, comenzó a acariciarle el cabello de manera suave. Miya solo continúo llorando.

 Miya solo continúo llorando

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Wow.... Mucho tiempo sin actualizar esta historia, hasta se me había olvidó que la tenía (╥﹏╥)

Bueno, no tengo mucho que decir, solo espero que disfruten el capítulo y ojalá que les esté gustando la historia 🌻

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

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El Deseo De RekiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora