VI

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No sabían cuándo había comenzado a llover. Caminaron por un tiempo hasta llegar a las orillas de la ciudad de Caiyi, cerca del puerto. Estaban cerca de la cueva en la que Wei Ying y Lan WangJi solían reunirse cada que el domador de Yunmeng lograba escapar de Lotus Pier por un rato. Estaban empapados y sus botas estaban lodosas. Madam Lan retiraba el cabello mojado que se pegaba a su rostro de vez en cuando.

Madam Lan se arrodilló sobre el suelo y empezó a escarbar entre rocas y arena en un punto en especifico. Lan WangJi no entendió lo que hacía hasta que entre el agua y el lodo se vio el atisbo de un trozo de madera. Lan WangJi le ayudó a cavar y rápidamente lograron vislumbrar una vieja compuerta.

"¡Él sabía que lo buscarias en la entrada al saber de su desaparición!" su madre alzó la voz para hacerse escuchar entre el sonido de la tormenta. Ella abrió la compuerta y ambos miraron hacia abajo en la oscuridad "¡por eso encontró otra entrada y un camino a lo más profundo!"

Lan WangJi vio a su madre levantar la compuerta y empezar a descender con cuidado a través de ella.

"¡Wei WuXian no quería que te enterarás de esta forma y no deseaba meterte en problemas aún!"

◇◇◇◇◇◇

Wei WuXian era... complicado. Vivía una situación difícil.

Haber nacido diferente a los otros ya era demasiado por asimilar y esconder. No era la clase de hombre que se quedaba callado; no era la clase de persona que la gente quería. Era un desastre; ruidoso, desvergonzado y olvidadizo.

Pero... también era honesto.

Wei WuXian se preocupaba por la gente. Ayudaba a quien sea a pesar de las condiciones y eso lo llevaba a meterse en problemas la mayor parte del tiempo.

Problemas como en el que se había metido ahora y había decidido afrontarlo solo para no involucrarlo. Lan WangJi mentiría si dijera que no se sentía un poco herido. Esperaba ser la primera persona a la que Wei WuXian acudiría en busca de ayuda, no el ser dejado de lado y estar en la oscuridad sin saber lo que pasa. Lan WangJi odiaba no saber cuando algo pasaba porque los nervios y la ansiedad se acumulaban en su pecho. No sabía qué hacer con todos esos sentimientos.

Madam Lan iba al frente guiando el camino con un talismán en mano. Lan WangJi nunca la había visto usando su energía espiritual o en noches de cacería, pero por lo poco que su madre alguna vez le había contado, años atrás en su temprana juventud ella había sido una gran cultivadora. Había dejado todo su pasado atrás una vez que se unió al clan Lan.

"Lan Zhan" lo llamó su madre y sacudió uno de sus hombros con la mano.

Él levantó la vista tras escuchar un fuerte resoplido y abrió los ojos tanto como pudo al ver quién estaba frente a ellos.

Un gran dragón negro estaba acostado sobre el piso entre sucias túnicas blancas y paja. Wei Ying se encontraba enroscado alrededor de una pequeña y pálida roca ovalada.

"Wei Ying..."

El dragón lo invitó a acercarse con la cabeza y WangJi obedeció. Al estar más cerca pudo mirar con más detalle la tan peculiar piedra. Entonces lo notó.

No era una piedra.

Era un huevo.

Un huevo alrededor de cincuenta o sesenta centímetros. Era... extraño pensar en ello, en el huevo, si mirabas aunque sea unos segundos a Wei WuXian. Él era hombre. Ambos lo eran. Era prácticamente imposible que ambos estando juntos tuvieran herencia. ¿Entonces cómo sucedió esto?

Domador de Dragones |WangXian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora