Tal vez no había forma de calmar a su corazón. Durante los días de incertidumbre lo único que rondaba en su mente era en la forma de ir por Wei Ying y liberarlo de los terrores por los que estaba pasando.
De todas esas injusticias que llevaba toda su vida aguantando.
Creer que la mente alcanza un estado de calma y paz una vez que la tormenta se pasa no son más que vagas suposiciones de alguien que aún no ha superado lo peor. Quedaban restos.
Cuando hay una herida, siempre queda una cicatriz. En ese momento, todos vivían con cicatrices.
En mente.
Y en cuerpo.
La cicatriz en su mente era la visión de Wei Ying en el suelo en la vieja cabaña de La Gran BaoShan SanRen. Lo veía descansar con un rostro calmo y tranquilo. Un rostro que solo podía ver las noches en las que se quedaba en Cloud Recesses durmiendo en sus aposentos, tendido entre sus brazos.
Estaba delgado y pálido. Parecía un fantasma, por no decir otra palabra.
Habían hecho la barrera espiritual y la bajaron cuando los discípulos de la secta Lan empezaron a llegar. Su tío al ser un Maestro domador se encargó de dar instrucciones a los aprendices domadores que llevaba consigo para llevar a los dos dragones de regreso al fondo del risco. Al saber que su madre y Wei Ying estaban bien, emprendieron su camino hacia la montaña donde se encontraron por primera vez con Xiao XingChen. Fueron guiados por él nuevamente, permitiendo ver el camino correcto solo a los hermanos Lan.
BaoShan SanRen atendió a Wei Ying sin utilizar ningún método milagroso como en los cuentos. Habló sobre una lenta y dolorosa recuperación por la falta del núcleo dorado.
Ninguno tenía idea sobre eso.
Fueron horas que parecieron una eternidad. Wei Ying había despertado varias veces de la inconsciencia gritando y sudando por una repentina fiebre y el dolor. Si Wei Ying estuviera despierto, WangJi aseguraba que podría verlo quejarse por el dolor de garganta o la pérdida de voz, incluso pidiéndole que lo consienta por haber pasado tan malos ratos.
Y WangJi no se negaría ni siquiera en su imaginación.
El lugar olía a hierbas medicinales e incienso. Podía ver el delgado hilillo de humo que ascendía por el palito de incienso en un plato sobre el suelo. En ese momento realmente extrañaba el ruido, deseaba escuchar a alguien hablar durante horas aunque él no participara del todo en la conversación.
Se sentía solitario.
Su hermano debía encontrarse afuera junto a Xiao XingChen. Ambos habían decidido dejarlo un rato a solas con Wei Ying. Pronto escuchó pasos acercándose; ligeros y lentos. El olor a opio llegó a su nariz como algo amargo y fuerte.
"Será mejor que descanse unos días aquí. En su estado actual no está en condiciones de viajar."
Lan WangJi asintió en su mente sin contestar. BaoShan SanRen dio una calada a su pipa, esparciendo el olor por el lugar para el desagrado de WangJi.
"Creí que reconocería un poco de Cangse en él cuando lo viera. Debo suponer que es más parecido a su padre" comentó la inmortal.
Uno no puede hacer comparaciones con tan solo mirar una vez fue algo que quiso decir Lan WangJi.
"Tío me ha dicho que es idéntico a su madre. Mismo espíritu, misma sonrisa."
Una sonrisa y espíritu transmitido por generaciones. Se preguntaba si su bebé tendría esa misma sonrisa. Podía imaginarlo... si.
Un niño regordete y sonriente corriendo por los pasillos de Cloud Recesses, siendo perseguido por Wei Ying en uno de sus juegos. Ambos brillando en alegría y diversión. Él los observaria haciendo de las suyas y los dejaría ser.
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Domador de Dragones |WangXian|
FanfictionDesde los inicios de la cultivacion se ha usado una técnica para domar dragones. Criaturas místicas y extrañas, escasas y peligrosas al ojo humano. Pero no cualquiera puede entender a los dragones como puede entenderlos él. 💮Intento de historia c...