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Aceptar | Chris Evans
Parte: 1/2
Quedar embarazada a tus 20 años nunca estuvo en tus planes; sin embargo, tuviste que afrontarlo dejando de lado algunos de tus sueños por un tiempo. ¿Qué si el padre te ayudó? das gracias a que sí, sabes que no deberías hacerlo, pues es un asunto de ambos, pero hoy en día conoces a personas que son capaces de hacer cualquier cosa por no tener una carga pesada como lo es tener un hijo.
Jane, una pequeña prematura, llegó a tu vida en fechas navideñas y es tu sol de todos los días. Al principio creías que los tres podrían lograr una gran familia, después de todo no estaban lejos de lograrlo. Pero al apenas cumplir los dos años en esta recién formada familia, Jason y tú decidieron que su relación no daría para más al ver que no podían llevar una vida juntos. Y estaba bien, pues preferías mil veces separarte de alguien con quien nunca llegarías a enfatizar, que a quedarte con una persona sin disfrutar de tu vida.
Tu ex pareja y tú acostumbraron a Jane para convivir con ambos en determinadas fechas. A veces se complicaban las cosas, pero siempre lo solucionaban con tal de ver feliz a Jane.
Aunque no pasó más de un año para cuando entraste a trabajar como fotógrafa de cine y poco a poco los proyectos llegaban con más frecuencia. Y vaya que puedes decir que bastantes proyectos han sido demasiado importantes y que has podido estar frente a escenas épicas o ver el detrás de escenas de varias películas populares. No olvidarás el día en que fotografiaste algunas escenas de la película de Marvel, quedaste impresionada. Fue todo un sueño poder estar tan cerca de aquellos grandes artistas.
Y no fue para mucho cuando uno de los actores se acercó a ti de una manera más que amistosa
—Mamá— la voz de Jane te hizo salir de tu ensoñación y quitaste la mirada de la masa que seguramente llevabas batiendo más del tiempo debido.
—¿Qué pasa, cariño?— dijiste, mientras acomodabas las cosas que estorbaban en tu zona de trabajo. En este caso, de preparar una comida aceptable.
—Hoy iré con mi papá a la escuela, ¿verdad?— preguntó mientras jugaba con la caja de cereal. Sabía cuáles eran sus intensiones, por lo que respondiste rápidamente.
—No, ya habíamos quedado que Chris lo haría— declaraste quitándole dicho objeto antes de que hiciera un desastre.
—Pero...
—Jane— advertiste esperando algún reproche, por suerte este nunca llegó.
(...)
El día de hoy fue algo agotador en el trabajo, por lo que llegar a casa fue todo un gran alivio para ti.
