Capitulo 2

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En ese mismo momento, la mirada de incredulidad en el rostro de Cheryl simplemente no superó el pliegue que se había formado en su frente, lo que indica su falta de apetito. La comida que le habían puesto en el plato no era repugnante como solían decir, pero afortunadamente tampoco eran las mil maravillas.

- ¿Ensalada o no? - La cocinera repitió con expresión aburrida y Cheryl despertó de su trance.

- Oh cariño, creo que será mejor que elija pronto, tengo hambre y no tengo todo el día. - Una mujer fuertemente tatuada con la cabeza rapada y marcas que Cheryl pensó que era donde estaban los piercings, la mujer dijo, sonriendo maliciosamente a Cheryl, quien asintió con la cabeza y pidió ensalada, luego se apresuró a salir de allí para mover la línea.

Buscó una mesa para sentarse, pero todos estaban ocupadas, lo que la dejaba con una sola opción: hablar con otra reclusa. Sus ojos buscaron alguna cara que no fuera tan aterradora y luego encontro el mismo par de ojos marrones mirándola fijamente. Respiró hondo y se dirigió a a su mesa.

-- Podría... -

- ¡Ni sueñes! - La voz ronca era firme, fría y seca, lo que hizo que Cheryl suspirara y asentiera.

Frunció el ceño cuando vio una mano en alto que la saludaba con desesperación. Miró hacia atrás y alrededor, asegurándose de que fuera a ella, y cuando vio que lo hacía, se acercó.

- Hola, siéntate. - pronunció la dulce voz. Cheryl asintió y se sentó, notando que la chica era rubia, sonriente y amable. Pequeñas pecas cubrían su rostro y vestía un uniforme marrón y blanco, por lo que no era una novata. - Mi nombre es Margaret, pero puedes llamarme Maggie. -

- Soy Cheryl. - dijo un poco escéptica por toda esa amabilidad y buen humor.

- Tu primer día aquí y ya hay varios ojos puestos en ti. Pronto alguien te va a tomar. - Cheryl frunció el ceño.

- ¿Alguien me va a tomar? - preguntó ella confundida.

- Sí, me tomó tres meses que alguien me tomara, pero dudo que tu pases una semana. -

- ¿En qué sentido? - Cheryl preguntó, ajena a lo que decía la chica.

- Oh, ¿es tu primera vez en la cárcel? - preguntó la chica y Cheryl asintió. - Bueno, las líderes de los grupos a menudo toman a novatos como sus parejas sexuales. Te ofrecen protección a cambio y otros beneficios, como mejor comida de la que nos dan aquí. -

- No me interesa, gracias. - Cheryl dijo, tratando de comer una hoja de lechuga, que era lo único que le apetecía comer. Maggie se rió de eso, llevándose una mano a la boca para amortiguar el sonido.

-- Eres graciosa. - Dijo y Cheryl se dio cuenta de que su voz era un poco empalagosa. - No es como si tuviéramos otra opción. Si no lo hacemos voluntariamente, en un momento u otro alguien lo hará a la fuerza. - Cheryl tragó. - No todas son así, pero algunas… - La chica dejó que su frase se apagara mientras se encogía de hombros.

- ¿Quién ... quién es esa? - Cheryl preguntó, asintiendo con la barbilla a la chica de ojos marrones que todavía la miraba sin vergüenza.

- Toni Topaz. No deberíamos hablar de ella, es la líder absoluta. -

- Ella sigue mirándome. Eso es intimidante. - Cheryl se quejó y los ojos de la chica rubia se agrandaron.

- ¿Ella te mira? - Cheryl asintió. - Quizás rompas su título de intacto. -

- ¿Intacto? -

- Sí. Lleva aquí casi tres años y se convirtió en la líder el primer año, cuando derrotó a la exlíder. - Habló en voz baja para que nadie más pudiera oírlos. - Ella nunca ha escogido a ningúna recién llegada para ella. -

- ¿Por qué está ella aquí? - Cheryl no pudo evitar preguntar, al ver que la otra se encogía de hombros.

- Nadie lo sabe con certeza. Algunos dicen que mató a tres personas a sangre fría, otros dicen que mató a su ex novia, pero la verdad es que nunca lo sabremos, porque nadie se atreve a preguntar. - Cheryl asintió y se quedó en silencio.

- Tendran que ducharse en unos minutos y luego regresan a su celda. - Hablo una Guardia de seguridad.

- ¿Por qué estás aquí? - Preguntó Maggie y Cheryl se movió en su asiento.

- Un error. - Maggie se rió suavemente y asintió.

- Todos decimos eso, hasta el momento en que nos conformamos con aceptar nuestra culpa. -- Ella dijo. - ¿De qué te acusaron? -

- Asesinato. - Dijo en serio.

- Wow interesante. ¿Y a quién mataste? -

- No maté a nadie. - Cheryl dijo con firmeza y con la expresión de irritación en su rostro.

- ¿Quién te acusó de matar? - La rubia reformuló la pregunta.

-  Mi madre.

· Mierda. ¿Cuánto tiempo te dieron? - preguntó la rubia con curiosidad.

- Veintidos años. -

- Bueno, tu sentencia podría reducirse a más de la mitad si te portas bien. Yo misma, me dieron siete años, llevo aquí dos años y medio y me voy el próximo semestre si mantengo mi buen comportamiento. -

- Mi sentencia implica que no tengo derecho a una pena reducida por buen comportamiento o por pagar la fianza. - Cheryl explicó. -- ¿Tu que  hicistes? -

- Robo de coche y arrestada en el acto.-

- ¿Tienes todo esto por robo de coche?-

- No sabía que era del senador. - Cheryl abrió la boca con sorpresa, pero aparentemente la chica estaba acostumbrada.

- Bueno, pronto saldrás de aquí. - Cheryl dijo, mirando a la chica de ojos marrones. Sabía que debía seguir el consejo de la oficial Cooper, pero no entendía por qué la miraba tanto.

- Sí. He notado que tres de ellas te vigilan. - dijo Maggie. - Por suerte la mío no lo es. -

-- No entendí. -

- A veces cambian de pareja y las antiguas vuelven a quedar desprotegidas. Hay momentos en los que están con más de una pareja. ¿Conoces la de tatuajes? - Cheryl asintió una vez que vio que Maggie se refería a la chica en la fila. - Su nombre es Scarlett, pero la llamamos Scar y créeme, no es por su nombre. - reveló la chica. - Es porque con cada nueva cicatriz se hace un nuevo tatuaje en la parte superior. -

- Oh - dijo Cheryl un poco sorprendida.

- Parece que te está mirando, pero no te preocupes. Simplemente se ve aterradora, es una persona dulce. -

- Me estoy asustando. - Cheryl reveló, riendo débilmente y la chica asintió.

- Lo siento, no quise decirte todo esto. - Dijo Maggie, mirando a un punto fijo detrás de Cheryl antes de ponerse de pie. - Tengo que irme, mi pareja me está llamando. Hasta luego. - Dijo y se fue, Cheryl miró hacia atrás y vio a una chica negra, gorda pero fácil de reír dándole un beso a Maggie.

La pelirroja suspiró de miedo. ¿En qué agujero la había metido su madre esta vez?

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<3

• Arrestada • CHONIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora