— Aquí en Francesc no confíes en nadie.
Vaya, tremenda bienvenida.
Sabiendo cómo soy, seguro que seré tan obediente y lo cumpliré al pie de la letra.— Gracias por avisarme. — respondí con un intento de sonrisa fingida.
— Lo siento, mejoraré mi saludo. Por cierto, soy Sky, encantada. — dijo mientras me tendía un donut de chocolate.
— Acabas de decirme que no confíe en nadie, y me estás dando un donut. Esto es un tanto sospechoso de tu parte. — reí ante sus actos.
— Tienes razón. — recordó a la vez que me quitaba el dulce de las manos dándole un mordisco. — Te lo dí por ser educada, pero me arrepentí al momento. Es mi favorito.
— No te preocupes, es todo tuyo. Soy Ash.
— Ahhh, eres la nueva alumna prodigio. Genial, tengo el presentimiento de que seremos grandes amigas. — exclamó con exageración. — Vamos, te acompaño al despacho del director Brown.
— Muchas gracias. — me limité a decir con incomodidad.
Empecé a caminar, dejando a Sky adelantarme, dándome tiempo a observar su físico. Era una chica bastante alta, al menos comparada conmigo, me sentía bastante pequeña. Su tez era morena pero contrastaba con su cabello ondulado que caía por sus hombros, además de su ojos negros con los que me observabó hace unos minutos, que transmitían unas vibras un tanto extrañas.
Cualquiera le haría estremecerse, pero su actitud los contradecía.Me fijé en mi alrededor permitiéndome conocer un poco de este internado. Era bastante enorme a diferencia de mi antiguo instituto, pero teniendo en cuenta que este estaba dividido en dos edificios, uno para las clases y otro para las habitaciónes de los estudiantes, era bastante comprensible.
En la parte delantera había una gran entrada, con el nombre de esta institución situado justo encima de la puerta principal. Había varios alumnos despidiéndose de sus padres, mientras arrastraban su equipaje, sin embargo, muchos otros saludaban a sus compañeros después de un verano sin verse.
Atravesé la entrada, al mismo tiempo que muchas miradas se posaban en mí, susurrando cosas unos a otros sin molestarse en disimular. Supongo que al ser nueva, era algo normal, pero tener a tanta gente pendiente de mí, era un tanto molesto. Así que opté por sacar mi móvil, deslizando mis dedos de un lado a otro, evitando el contacto directo con cualquiera de aquí.
Llegamos a una puerta, que supongo que es la del director. Guardé el móvil en el bolsillo trasero, a la vez que repasaba mi discurso para el señor Brown. Sin darme tiempo y sin previo aviso, Sky abrió la puerta entrando sorprendiéndome a mí, y a aquel hombre sentado que teníamos delante.
— Hola papá. — soltó dejándome aturdida por la situación.
— Sky, es la última vez que entras como si fuera tu casa. — dijo reprendiendo la actitud de su hija, segundos después, dirigió sus ojos hacía mí, percatándose de mi presencia. — Buenos días señorita Ash, disculpa no te había visto. Estaba esperándote. Sky, ya puedes salir, gracias por acompañarla.
Sky le dedicó una mirada extraña, y salió sin rechistar. Comparé padre e hija y vaya que se parecían, Sky hasta parece la versión femenina y joven de su progenitor.
— Siéntate por favor. — señaló con su mano una silla enfrente suya. — Estamos bastante felices de recibir una alumna tan inteligente en nuestra prestigiosa escuela. Espero que te adaptes bien. Seguro que has visto que no superamos los cien alumnos, aceptando solamente aquellos que lo merezcan. Y déjame decirte que eres la que tiene el mejor expediente que nos ha llegado en mucho tiempo. Pero… — hizo una pausa replanteando se sus palabras, dejándome claro hacia dónde se dirige esta conversación. — El único inconveniente, es tu historial médico. Nos aparece que estuviste este último mes en un psiquiátrico, y es algo que me preocupa. Y espero que me entiendas pero no quiero problemas dentro de este sitio. Siendo tú una persona inestable, no sabemos cómo es tú comportamiento y si es que puede interferir en nuestro propósito.
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Pecados Mortales
Mystery / ThrillerMerodear por un hospital psiquiátrico, convirtiendo aquellas cuatro paredes en un hogar, no está dentro de los planes de Ash. Cuando una oportunidad se asoma en su vida, lo mejor es aferrarse a ella, incluso si eso la llevaría a quemarse, esa es su...