-Buenos días, Jean.
Su voz era lo primero que escuchaba todos los días desde que había vuelto a la isla, desde hace un año. Su suave mano pasaba por mi rostro apartando mi cabello hacia atrás.
Yo no tenía ninguna esperanza en realidad, yo solo deseaba volver a casa, ver a mi familia, descansar luego de tanta masacre, de tantos sacrificios, tantas perdidas y tantas reuniones alrededor del mundo, era poca la población que habitaba el continente, pero con ellos nos debíamos en cuerpo y alma, buscando paz, acuerdos, lazos políticos y leyes de "convivencia". Pero, cuando llegué a la isla todo fue diferente.
Mikasa había estado sola durante tres años, tenía un hogar y ayudaba en el orfanato de niños que era administrado por la reina. Poco a poco fui acercándome con solo la intención de ayudarla, que no le faltara nada en su día a día y compartir un té por las tardes luego que yo cumpliera con el trabajo que tenía en la milicia supervisando a los jaegeristas.
Todo fue lento, muy lento, pero entre días nuestras manos se unían con frecuencia, a veces la encontraba mirándome más de una vez al día con intensidad, podía sentirla más sociable, le gustaba que probara la comida que preparaba y al ir al mercado para la semana no podía faltar el helado compartido mientras le ayudaba a llevar los sacos de patatas o los cajones de tomates.
No me di cuenta, ella tampoco.
Nuestro primer beso sucedió cuando estábamos sentados en su patio, habíamos terminado de sembrar unos ajices y romero para condimentar la comida para las futuras temporadas. Habíamos bromeado todo el tiempo, estábamos embarrados por la tierra y el agua, luego de jugar y hacer el tonto un rato, dejamos todo a un lado y nos sentamos al centro del lugar. Nuestras miradas se juntaron y paso sin pensarlo.
Había sido perfecto.
Con ella todo era perfecto.
Y solo hace un par de semanas habíamos hecho el amor por primera vez.
La tormenta había hecho estragos en las calles de Shiganshina, pero nosotros estuvimos ocupados explorándonos mutuamente, perdiendo la vergüenza, el pudor. Sinceramente, ya lo habíamos hecho; compartíamos cama todas las noches, a veces ella me ayudaba con la camisa en las mañanas o yo le ayudaba a abrochar su falda. Nos abrazábamos melosamente y los besos era intensos, pero ahora que habíamos dado el otro paso, todo se había vuelto más íntimo.
-Buenos días, amor mío -Dije moviendo las piernas colocándole una encima de las de ella al tiempo que la abrazaba con posesión.
Ya no debía de ocultar nada, no tenía que moverme de la cama para que no sintiera mi excitación de las mañanas luego de tenerla toda la noche restregando su cuerpo contra el mío.
Y así como ya no me daba vergüenza demostrar lo que ella producía en mí, ella tampoco.
Si los besos y miradas eran constantes, ahora era mucho más.
Mikasa aprovechaba todo momento para tocarme o provocarme a consciencia, ya que luego que yo caía en sus bromas, ella reía casi con maldad escondida detrás de esa expresión neutra o esas sonrisas dulces que me regalaba.
Con eso podía decir que el sexo comenzaba a hacer algo muy presente en nuestra relación y eso, a ambos, nos encantaba.
Llevábamos casi tres semanas follando día por medio, aunque en los días que no era por el cansancio de trasnochar o la pasada indisposición de Mika. Y eso nos había llevado a pensar mejor las cosas, teníamos que cuidarnos mutuamente para no tener sorpresas, recién estábamos planeando la mudanza al departamento en la zona acomodada de la ciudad y el casarnos, un bebé estaba en la línea temporal, pero era demasiado pronto, especialmente para ella, según yo, lo que menos quería era presionarla, estresarla o hacer que me odiara por algún motivo que no pudiéramos controlar.
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JEANKASA SMUTWEEK
Fanfiction¡Holiwis! Otra week en camino, ahora es una smut week organizada por la fanpage en twitter jksmutweek (https://twitter.com/jksmutweek) Mis mutuals del jk hicieron esta week pensando en que nos merecíamos cochinadas por doquier y más material de est...