Abuelo Samurai

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Actividad: Samurai.

— ¡Abuelo! ¡¿Es usted un samurai?! ¡¿Cómo en los anime?! — pregunto emocionado un pequeño mientras jalaba con fuerza la ropa de Fukazawa,— Disculpa... — pregunto confundido sin estar seguro de dónde había salido ese niño o el motivo por el que le había dicho abuelo aunque no pensaría mucho en ese último punto,— ¡Abuelo! ¡Haga un super corte, de esos que cortan el metal pero no cortan el papel! — pidió el pequeño dejando confundido a Fukazawa, suponiendo que se pudiera cortar el acero entonces cortar papel no sería tan complicado pero como se supone que se puede hacer ambas cosas,— Niño ¿Dónde están tus padres? — intento dialogar con el pequeño que solo hablaba sobre las series en dónde cualquiera con una espada mágicamente se convertía en un samurái,— ¿¡Es cierto que los entrenan en una montaña llena de trampas para que maten demonios!? —.
“ ¿De qué está hablando? Será mejor que busque a un oficial para que lo ayude a encontrar a sus padres” pensó antes de intentar llevar al niño pero el pequeño salió corriendo en dirección contraria, no le habría importando mucho en su momento, tal vez habría creído que había visto a sus padres y que había ido con ellos, sino fuera porque le saco el teléfono y se lo había llevado,— ¿Tiene más amigos samurái? ¡Quiero llamarles! — en ese instante el pequeño corría con todas sus fuerzas,— ¡Niño vuelve! — llamo mientras corría intentando darle alcance pero había muchas personas pasando y estorbando por lo que era difícil.
“ Tengo números de personas muy importantes, no puedo permitir que lo usé para lo que él quiera” se dijo nervioso al mismo tiempo que le decía al pequeño que se detuviera cosa que hizo pero no en el mejor lugar posible ya que fue a mitad del camino, cuando un camión estaba por pasar,— ¿Qué...? — fue todo lo que alcanzó a decir antes de ser casi arrollado y si digo casi es que el presidente alcanzó a quitarlo del camino,— ¿¡Estás bien!? — pregunto preocupado a lo que el niño comenzó a brincar,— ¡Otra vez! ¡Vuelva a hacerlo! ¡Vamos abuelo samurai! — rogó el niño quien no parecía comprender que estuvo a punto de morir,— No puedes cruzar la calle de esta forma, puedes terminar lastimado — intento razonar con el pero el pequeño no hacía absolutamente caso de nada, era como hablar con Ranpo o algo peor,— Vamos a llevarte con un oficial para que encuentre a tus padres — con esas simples palabras el pequeño paso de estar en la cima de la felicidad a ponerse a llorar,— ¡NO QUIERO! — grito entre lágrimas haciendo un berrinche que llamo la atención de todo el mundo,— ¡Abuelo! — se quejó casi como si Fukazawa le hubiera gritado pero hasta ahora había sido muy paciente más cuando escucho todos los cuchicheos que hacían sobre él.

— Que mal abuelo, no sabe cuidar a su nieto —.
— Es su abuelo, debería hacer que se comportará —.
— Hace rato vi que lo dejo cruzar la calle solo, es terrible —.
— ¿Por qué está llorando ese pequeño? —.
— Creo que el abuelo le gritó —.

Eran la clase de cosas que escuchaba a todo el mundo decir,— Ya no llores — intento pedir pero su forma de hablar siendo tan seca hacía al pequeño asustarse, obligando a qué llorará aún más,— Si dejas de llorar y me dejas ayudarte a encontrar con quién viniste, te mostraré cómo es un verdadero samurai ¿Esta bien? — intento razonar con él, cosa que funcionó ya que se detuvo enseguida,— ¿¡Enserio!? — ahora sus ojos brillaban como si viera su programa de televisión favorito, “ ¿Acaso un niño acaba de manipularme? ” se cuestionó intentando no pensar en aquel pequeño destello malvado que tenía el menor, eso solo podía verse cuando alguien obtiene lo que quiere sin importar los medios aunque se negó a creer que había caído tan bajo aunque esas cosas siempre le pasaban con Ranpo.

— Primero empecemos por lo primero, ¿Cómo te llamas? — intento conseguir toda la información posible para encontrar a las personas que habían venido con ese niño,— Daiki. Satō Daiki — contesto realmente emocionado por la idea de aprender de un verdadero Samurái,— Bien Daiki, vámonos —.
— Abuelo ¿Usted cómo se llama? —.
— Yukichi. Fukazawa Yukichi — expreso intentando sonar un poco más amable aunque realmente sonó raro.  El pequeño intento pronunciar su nombre pero se le complicó tanto que dejo de intentarlo y siguió llamándolo Abuelo o  Samurái, por otro lado Fukazawa intento no darle mucha importancia mientras iba con el pequeño a buscar a un policía,— Me promete que me enseñará que es ser un verdadero samurai, si mienten tendrá que suicidarse — explicó el pequeño sin soltar la mano del ex asesino para así evitar perderse,— Primero debemos encontrar con quién viniste — dijo como respuesta, sabía que no podría cumplir su palabra, lo que pedía ese pequeño era demasiado para hacer a mitad de un parque, pero si las cosas fueran tan sencillas para Fukazawa Yukichi en primer lugar nunca se le habría metido en la cabeza la idea de construir una agencia para darle un lugar a Ranpo y al resto de las personas que estaban perdidas pero cuyas intenciones eran las mejores.

***

Caminaron durante un rato cuando estaba por llamar a un oficial de policía que estaba vigilando un banco cuando de la nada se escuchó una discusión dentro del edificio, el hombre entro para ver que sucedía,— ¿Abuelo qué pasa? — pregunto Daiki mientras se escondía detrás de Fukazawa,— No debe ser nada... — intento calmar al pequeño, lo mejor sería llevárselo de ese lugar, no pensó que las cosas se saldrían de control tan rápido.

Una ráfaga de disparos atravesó el vidrio del interior del banco, el policía posiblemente había muerto ya que un asaltante salía armado en compañía de una mujer mayor que usaba como escudo,— ¡Es mi abuela! — grito el pequeño listo para ir corriendo hasta donde estaba ella pero Yukichi lo detuvo, el hombre del arma estaba realmente trastornado por lo que cualquiera cosa podría hacerlo causar un desastre,— ¡Atrás o la mato! — tenía a todo el mundo apuntando con un arma de bajo calibre pero era lo suficientemente poderosa para poder causar graves daños,— ¡Los matará si me estorban! — grito nuevas amenazas, parecía que iba a matar a alguien en cualquier momento,— ¡Calma por favor! — intento razonar una persona del público que se había formado gracias a los disturbios pero sin saberlo se habían vuelto de un espectáculo salido de una película americana,— Daiki, no quiero que te muevas para nada hasta que yo te diga — ordenó Yukichi al pequeño,— Abuelo... — el pequeño estaba asustando, no quería separarse de la única persona que conocía,— Te prometí que te enseñaría a ser un verdadero Samurái, así que solo escucha y observa, esas son las habilidades más importantes a la hora de usar una espada — explicó con tranquilidad a lo que el pequeño asintió mientras se limpiaba las lágrimas y mocos usando la manga del presidente de la agencia que intento no enojarse con el pequeño, “ ¿Por qué siempre con mi ropa? ¡Tengo pañuelos! ” se quejó internamente al mismo tiempo que se colaba con mucho cuidado entre las personas para poder llegar adelante pero sin ser detectado.

El asaltante seguía moviendo el arma mientras amenazaba al ciudadano que había intentado calmarlo en un inicio,— SILENCIO — grito antes de que su arma se disparará sola.
La gente grito aterrada, muchos salieron corriendo del miedo, los que se quedaron paralizados por le miedo, esperaban ver sangre por todas partes pero antes de lo que sus propios ojos pudieran analizar lo que pasó, Fukazawa detuvo la bala usando su espada para luego a gran velocidad acercarse a su objetivo, cortar el arma y finalmente derribar al agresor.

— ¡ABUELA! — fue lo primero que se escuchó luego de que el hombre fuera derribado. La señora levantó la mirada para encontrarse con su nieto que se lanzó para darle un fuerte abrazo,— ¡Abuela! — lloriqueo el pequeño,— Daiki — susurro la mujer al tener a su nieto en sus brazos.

***

El pequeño brincaba al rededor de Fukazawa diciendo que lo que había hecho era completamente diferente a lo que había visto en televisión y que había sido grandioso,— ¡Cómo paro la bala y luego de un golpe rompió el arma y... ¡Paff! ¡Splash! ¡Push! — era todo lo que el pequeño podía decir mientras hacía movimientos intangibles con una rama que encontró en el piso y con la cual intentaba imitar una espada,— ¡Es un Samurai de verdad! — grito el pequeño antes de que su abuela terminara de ser revisaba por los paramédicos,— No vayas a imitarlo, se necesitan muchos años de dedicación para lograrlo — explicó intentando que el pequeño no intentará hacer nada de lo que había visto,— Si señor abuelo Samurái — respondió el pequeño como si fuera alguna clase de soldado,— Cuida a tu abuela — ordenó mientras la señora llegaba y le agradecía por cuidar a su nieto aparte de haberla salvado,— Te dije cientos de veces Daiki que no salieras del banco —.
— Solo fue un minuto e iba a volver — intento explicarse pero su abuela le jalo la oreja,— Le diré a tus padres para que ellos te castiguen —.
— ¡Por favor, no, abuela! —.
— Tu siempre dices que quieres ser una samurai, es necesario que aprendas disciplina si deseas serlo — regaño la mujer mientras Fukazawa se iba escuchando las quejas, ya traía su teléfono consigo al igual que su katana, aparte de eso su hora del almuerzo se había acabado debía volver pronto a la agencia para seguir con su ajetreado día.

BungoTober21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora