El peligro

Cap. 8

-Ahh...mmmm_ Mi respiración era agitada y estaba gimiendo.

Alguien tocaba mi cuerpo, provocando un mar de sensaciones, era embriagante.

Besaba mi cuello y masajeaba mis pechos, estimulándome, todo era negro provocando que las sensaciones fueran más intensas y-

Rinnnnnnnn

Me levante de golpe tomando mi teléfono para apagar la alarma.

Sí gente, tuve un sueño erótico, es el colmo, aparte de que no podía dormir, en cuanto me quede dormida soñé eso. No es mi culpa, es culpa del tipo descocido del club, ha profanado mí puro cuerpo provocando que cosas como esta pasen. Y no digo que mi mente, porque las novelas que leo no son precisamente para menores de edad, estoy muy informada sobre estos temas, pero una cosa es leerlo o imaginarlo, y otra es sentirlo, valla que lo sentí. Su respiración errática, sus manos, sus labios y su muy dura-

Ok tenía que calmarme, era muy temprano para pensar en estas cosas.

Hice mi rutina de siempre, desayunar, lavar mi cara y dientes, vestirme y peinarme mi mini colita porque tenía que ir peinada.

Hoy no había mucho que hacer en la tienda de vinos asique estuve hablando con Stella, tuve que contarle lo de anoche.

-No puede ser!_ Dijo Stella toda sonrojada cuando termine mi relato, yo también estaba muy avergonzada_ Eso fue peligroso y... pues...mmm, ya sabes_ Desvió la mirada.

-Lo sé, pero n-

No pude terminar porque llegaron Abel y Eloy.

-Hola chicas_ Dijo Abel con una sonrisa, pero se dio cuenta del ambiente_ ¿Por qué tan sonrojadas?_ Dijo con un tono de duda poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-Camila fue acosada, interceptada, toc-

-Discreción Stella_ Dije susurrando, tapando la boca de Stella, solo ella y el jefe conocían de mi segundo trabajo.

-¿Qué?_ Dijo Eloy sorprendido y con tono de duda.

-¿Qué tanto dices Stella?_ Dijo Abel.

Stella quito mi mano de su boca, me sorprendió y enterneció lo que dijo después.

-Somos tus amigos, debemos ayudarte y apoyarte si tienes algún problema_ Dijo ella mirándome a los ojos.

-Okok ya me asustaron, ¿qué paso?_ Dijo Abel con tono impaciente. Solo podía esperar que Stella no fuera dramática o exagerada al contarlo.

-Pues tocaron de manera muy sexual e íntima a Camila en el club sin su permiso._ Lo dijo muy seria pero preocupada.

Ok, no esperaba que dijera algo así y la palabra "sexual" sin titubear, eso solo encendería las alertas en los chicos.

-¿Qué mierda?_ Abel tenía una cara muy graciosa de preocupación y desconcierto_ ¿Alguien toco a mi chica? Y de manera ¿sexual?_ Ok, esta no estaba bien, yo solo le lance una mirada de "no soy tu chica".

-Primera no es tu chica_ Dijo Eloy en afirmación muy serio, eso me sorprendió_ Segunda, ¿Quién se atrevió a tocarte sin tu consentimiento? _ Dijo muy molesto.

Decir que estaba impresionada por su reacción, es jodidamente poco, nunca lo esperaría de él.

-No lo sé, no vi quien era o lo que traía puesto_ No podía creer que tendría que dar explicaciones pero se estaban convirtiendo en mis amigos y quería terminar rápido con esto.

-¿Y qué te hizo?_ Dijeron los dos muy curiosos al mismo tiempo.

Yo solo puede abrir los ojos en sorpresa y después desviar la mirada avergonzada.

-¡Yo les cuento!_ Dijo Stella muy determinada.

-¡NO!_ No podía permitir que ellos supieran, me daría mucha vergüenza mirarlos a los ojos después.

-¿Qué tiene?_ Dijo Eloy de manera tranquila.

-Bien_ Dije con exasperación_ Pero no pienso quedarme.

Me aparte y solo podía distinguir lo roja que se ponía Stella, y los chicos tenían caras raras, sus caras iban de la ira, a la vergüenza, y juro que pude ver curiosidad en su mirada.

De la nada Abel venía hacia a mí, y me abrazo.

-No estás sola, te protegeremos_ Dijo susurrando a mi oído, provocando que me dieran escalofríos.

-No seas dramático_ Le dije empujándolo suavemente._ No es para tanto_ Llegaron Stella y Eloy, parándose a un lado de Abel._ Además, no pueden protegerme ahí, para eso estoy yo, yo fui la que no dijo que no, en parte es mi culpa, aunque fue sin mi consentimiento, no lo aleje._ Dije de manera despreocupada pero firme.

-Wow, con razón me caes tan bien_ Dijo dándome una sonrisa burlona.

-Jajajaja ¿a ti quién no te cae bien?_ Negué con la cabeza, él era muy social y alegre como Fátima.

-Mentira, a nadie le cae bien Adrienna, por más buena que este.

-Jajajajaja_ Todos reímos menos Eloy.

-Vamos Eloy, quita esa cara, pareces estreñido_ Dije lo último en Español para que no le entendiera, todos pusieron caras de "qué"_ Jajajaja.

Me fui a trabajar, ya había terminado la media hora de descanso. Había comido un "rico" sándwich muy nutritivo (noten el sarcasmo), quería comer bien y de manera sana para aguantar los dos trabajos. Pero esto era una tortura, anhelaba comer pan, helado, hamburguesas, etc., además mi estómago es sensible por los pasados excesos y el estrés, así que es de ley que tengo que comer mejor.

Mi turno termino bien y me dirigía a casa cuando Eloy me intercepto en la calle. La verdad él había estado muy pensativo en el trabajo, incluso cometido algunos errores, algo muy raro en él.

-¿Puedo acompañarte?_ Dijo de manera amable.

-Sí_ Tal vez quería hablar conmigo o iba para donde mismo, asique seguimos caminando para la parada.

-Escuche de Stella el otro día que te gusta bailar, ¿es cierto?

-Sí_ Era tranquilo hablar con él, tenía 20 años así que la diferencia de edad no era mucha. Stella tenía 19 y Abel 22, así que nos llevamos bien.

-Bueno..._ Oh, se estaba poniendo nervioso._ Me pregunto si te gustaría ser mi pareja de tango, yo te puedo enseñar lo básico, las clases son los sábados de 2 a 4 de la tarde, es cerca de aquí_ Mi cara se ilumino, me encanta aprender cosas nuevas, y definitivamente yo no sabía bailar tango, ya veo de donde esta tan bueno. Además, haciendo cálculos si me daba tiempo, los sábados eran mis descansos en la tienda asique era perfecto.

-¡Claro!, solo mándame mensaje del lugar y del costo._ Mi sonrisa era grande y genuina.

-Mmm no tengo tu numero_ Dijo, avergonzado.

-Oh lo siento, jeje, me emocione.

Le di mi número de teléfono y nos despedimos para tomar caminos diferentes.

Era hora de ir a casa para arreglarme e ir al trabajo "peligroso".