Cap 11

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Mi primer beso, algo que nadie había tenido el valor de robar o pedir, algo que se supone es importante para una mujer, muchas sueñan con ese momento perfecto y especial, pero nunca pasa como lo planeamos, y valla que yo no esperaba que fuera así, él era un experto y sus labios eran carnosos, tan antojables, pero bueno, aquí estábamos, en un lugar oscuro y alejado de todos.

Empecé a sentir como sus labios se movían, era lento, como si se controlara, creo que noto mi inexperiencia, porque él estaba muy impaciente al principio. Bajo su mano recargada para tomar mi rostro, la mano que sostenía mi cadera me pego más a su cuerpo, profundizando el beso, yo apenas estaba acostumbrándome cuando él mordió ligeramente mi labio inferior, abrí un poco mis labios por el placer que ese acto había provocado en mí, él introdujo su lengua, estaba explorando cada parte de mi boca, él era muy bueno porque me estaba guiando a la perfección, era una sensación tan nueva que me empezaron a temblar las piernas, podía sentir las ondas de placer envolver mi cuerpo haciéndome desear más, mis manos se aferraban a sus fornidos y bien trabajados brazos.

Pero no todo es perfecto damas y caballeros y este sexy hombre era el peligro y la imperfección en persona.

-Que quede claro, eso es por ignorarme, porque yo nunca me metería con una chica tan simple como tú._ Auch eso dolió y más porque lo dijo de manera seria y pedante, alejándose de mí, me miro de abajo a arriba y me dio una sonrisa burlona.

-Idiota, ni siquiera eres mi tipo_ Dije mirándolo directo a los ojos, limpiándome los labios con repugnancia y sin aliento, ambos estábamos con las respiraciones agitadas, pero yo más porque no sabía cómo respirar cuando él me estaba besando, definitivamente me tenía que defender.

Se quedó callado mirándome, como si esa reacción no fuese la que él deseaba.

¡Bingo! Maldito, ¿creíste que lloraría, que te golpearía? jajajaja, en tu cara idiota sexy.

Dio un paso al frente, pero su teléfono sonó, dijo algo que no entendí, creo era otro idioma, se giró hacia a mí.

-Sígueme_ Dijo de manera seria.

-¿Por qué debería?_ Lo mire con desdén y desconfianza.

-Tu amiga está muy ebria_ Mierda, ¿tan rápido?_ Sígueme_ Repitió de manera autoritaria. Solo por eso no lo iba a seguir, pero mi amiga estaba ebria, no tenía opción, además, no es como que yo supiera el camino de regreso.

Cabe mencionar que su voz era ronca y muy profunda, muchísimo más sexy que la de mi jefe, no me juzguen, él era un idiota y todo, pero hay que reconocer que tiene lo suyo.

Llegamos a el área vip, y pude ver que mi amiga estaba sola con Rony, creo él se quedó a cuidarla.

-Gracias por cuidar de ella, y lamento las molestias_ Dije sonriéndole a Rony y cargando a Fátima, todo se me quedaron viendo.

Tal vez ella era alta, pero era delgada, además paseaba a mi perrita antes, era un pastor alemán asique jalaba muy fuerte, y ahora cargo las cajas de vinos, ¿Qué esperaban?

-Wow mierda, muy inesperado, no lo esperaría de alguien con brazos como los tuyos_ Dijo Rony con una sonrisa nerviosa. No me ofendía, ultimadamente adelgace y se notaba más en mis brazos. Pero los albañiles son más delgados que yo y su fuerza es tremenda.

Nunca juzgues a un libro por su portada.

-Gracias_ Me di la vuelta pero una mano me detuvo. Era Rony.

-Puedo ayudarte, será difícil cargarla hasta donde viven.

-No te preocupes, estaremos bien._ El idiota súper sexy solo nos miraba.

El peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora