prólogo 4/4

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Advertencia: violencia sexual, infantil y familiar, lee ante tu propio riesgo.

Llegamos hasta la habitación más deseada por los niños huérfanos, la sala de espera, en donde los niños tendrán la dicha de una familia.

Sakura y yo saludamos al matrimonio.

Consistía en una pequeña y linda castaña con perlas negras por ojos, acompañado de un pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo, tez clara y con una actitud y sonrisa que podría hacer sonreír hasta el corazón más duro.

A su lado, un edificio viviente. Sus cabellos negros y, a simple vista, sedoso, acompañado de una piel blanca, con rasgos finos y masculinos, era delgado pero a la vez musculoso sin llegar a la exageración , era el típico hombre que con una mirada te tendría a sus pies . Pero lo más característico, eran sus ojos de un azul obscuro intenso, su mirada afilada y sería le daba ese toque más atractivo pero lo que llamó tu atención fue que sus ojos eran opacos y sin brillo, cómo los de un muerto.

Apartaste la mirada temerosa cuando la tuya y la de él se cruzaron, frunciéndote el ceño como si tú sola presencia le desagradara.

La rubia te empujó levemente para que te presentarás . Soltaste un suspiro para liberarte un poco de los nervios.

T/N: "Mucho gusto. Mi nombre es T/N" sonreíste tiernamente haciendo sonreír a la mujer y que los nervios de esta se disiparan.

Kasumi:" Mucho gusto T/N. Yo soy Susuki Kasumi. Estoy feliz de conocerte en persona" dijo muy alegré y sin pizca de mentiras " y el es mi esposo. Suzuki Oishi" presento con alegría abrazando el brazo de este.

El más alto no apartaba los ojos de ti con repulsión y eso hizo que te tensar pero decidiste dejarlo pasar al pensar inocentemente que al pasar el tiempo se llevarían bien.

El más alto no apartaba los ojos de ti con repulsión y eso hizo que te tensar pero decidiste dejarlo pasar al pensar inocentemente que al pasar el tiempo se llevarían bien

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Iban dentro de un auto azul obscuro a lo que próximamente seria tu futuro nuevo hogar. Tú ibas en el asiento trasero junto a la ventana, viendo con tranquilidad el paisaje, desconocido para ti, lejos de lo que por mucho tiempo fue tu hogar y ahora se convertía en tan solo un recuerdo, pero no estabas triste, si no que dentro de ti reinaba una gran felicidad.

¿Por fin? después de tano tiempo ¿Podías hacer una vida normal?,¿lejos de las burlas y despreciables niños del orfanato? de...

Tus pensamientos se detuvieron en seco al recordar esos momentos buenos que no querías que desaparecieran. En ese lugar aprendiste cosas que jamás hubieras pensado, aprendiste el arte del combate cuerpo a cuerpo, a comportarte, aprendiste a leer, a escribir, a confiar en ti y muchas cosas más. Conociste a personas increíbles, la señorita Sakura, uno que otro trabajador y aun recuerdas a ese niño...

No era de tu orfanato, este pertenecía a otro no tan lejos del tuyo. Lo conociste en una de tus tantas salidas, en un parque, siendo molestado por unos niños iguales a los de tu orfanato. Era egocéntrico y presumido en ocasiones pero tímido y amable en el fondo, no se como se comenzaron a caer bien si al principio fue grosero contigo, pero lo fuiste frecuentando más y se comenzaron a llevar bien, fue tu primer amigo, aunque tu en ese momento solo lo veías como una persona que es cualquier momento ya no volverías a ver. Te entristecía eso pero tenías que hacerte a la idea que un día ya no verías a los que formaron una parte de ti en ese lugar.

Tokio revenger y tú (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora