capítulo 1

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Oishi entró a la habitación de la niña. La pequeña estaba sentada en la cama mientras abrazaba sus piernas a su pecho y llorabas en silencio. 

Levantaste la cabeza al escuchar la puerta abrirse y tú cuerpo tembló del miedo, incrementándose cuando la cerró, dejándolos completamente solos.

El hombre se empezó a acercar a ti a paso lento y tú primera acción fue arrastrarte de espaldas a la esquina de la cama mientras te abrazabas más y escondías tu cabeza entre tus piernas dándole la espalda para no verlo.

Solamente escuchando la silla colocarse enfrente de tu cama y el rechinido de está cuando alguien se sienta.

Oishi:"La psicóloga ya viene. ¿Sabes lo que tienes que hacer?" Frío y directo. No dejabas de temblar y no contestaste. Te tensaste cuando se levantó y comenzó a acercarse al lado donde tu estabas, cada paso sentías como si alguien te apretara con tanta fuerza el pecho que hacia que esté doliera.

Tu respiración comenzó a fallar cuando los pasos cesaron en seco. El ya se había detenido enfrente de tu camilla.

Oishi:"mírame a los ojos cuando te hablé" su voz salió grave y fría, estaba molesto y eso era malo, aumentando tu miedo haciendote imposible verlo a los ojos. Entonces comentaste a sollozar más. "¿No me escuchaste?" Pese a que pareció una pregunta sonó a una amenaza.

Luchando con la horrible emoción que ahora recorría cada parte de tu cuerpo, lo volteaste a ver mientras temblabas y de tus mejillas no dejaban de correr cascadas interminables de lagrimas. "Te lo repetiré una vez más T/N" se inclinó un poco a ti sin desconectar la mirada y sin borrar su expresión sería y seño fruncido "¿Sabes lo que tienes que hacer?".

Tus ojos ardían y tu vista estaba borrosa por las lagrimas que no dejaban de salir de tus hermosos ojos, que ahora eran opacadas por sombras que desprendían tus demonios. El terror te cerro la garganta, dejándote solo soltando pequeños quejidos al intentar hablar, optando por último asentir resignada y bajando la cabeza con miedo.

Oishi: "Buena niña" sonriendo complacido "Sabía desde la primera vez que te vi que eras lista" se burló mientras te veía llorar y temblar aterrorizada.

Ya pasaron seis meses, el funeral no fue muy grande, la única familia que le quedaba a Kasumi era su padre, por lo que solo vino uno que otro conocido a ofrecer las condolencias

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Ya pasaron seis meses, el funeral no fue muy grande, la única familia que le quedaba a Kasumi era su padre, por lo que solo vino uno que otro conocido a ofrecer las condolencias.

Tu amigo jamás lo volviste a ver y la preocupación y el miedo te recorrían de solo pensar que Oishi le pudo haber hecho algo.

Esos meses Oishi se la paso en casa con los tres para simular su duelo por su querida y difunta esposa. Esos seis meses, esos seis malditos meses fueron los más horribles que habías experimentado. Seis meses en los que Oishi estaba en casa, seis meses el los que le tenias que ver la puta cara, seis meses cerrando con seguro la puerta de tu cuarto y del baño cada que estabas dentro, seis meses viviendo con el terror constante a que volviera a pasar lo de aquel horrible día que se impregno en tus memorias y piel como un tatuaje.

Tokio revenger y tú (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora