Dos mundos y una mentira [PAUSADA]

I

Eran unos niños con mentes inocentes sus caras eran tan hermosas como ver una estatua tallada sin ninguna imperfección. Ella tenía una manera de pensar muy bonita y creativa, eso decía las personas de su entorno

El trataba de entender las increíbles conversaciones que tenían los adultos, le parecía algo divertido e interesante a la vez.

–Hola–murmuro una voz al frente suyo al escucharla era una voz suave y delicada–.

Alzo levemente su rostro para ver de quien era esa voz tan bonita, cuando al fin quedo cara a cara primero se fijo en sus ojos de color esmeralda eran tan bonitos como los de un mar cristalino, la luz le hacía notar un brillo que se reflejaba en sus ojos que era como durar una eternidad viéndolos y nunca cansarse ante su destello, sus labios se veían tan delicados como los de un diamante y su nariz era bonita y puntiaguda, la tenia roja por el frio que hacía y su piel no la detallo completamente pero se veía tan perfectamente imperfecta y su cabello pelinegro tan Lacio como el de un caballo. Una risa parte de la pequeña niña que se encontraba lo hizo salir de sus pensamientos con un poco de vergüenza de ello le contesto.

–Hola– le dedico una pequeña sonrisa.

–Te veo solo–murmuro la niña mirando a todos lados– Y tampoco estas acompañado.

El niño no hizo más que reírse hasta que respondió– Es porque mi padre se encuentra allá- llevando su mano en dirección contraria de donde se encontraba la niña–.

La niña giro levemente su rostro y vio a un señor delgado de vestimenta un poco opaca y con mal estado, sus zapatos se veían sucios y no tenia cordones, el señor llevo la mano a su boca para consumir un poco del cigarro que traía en su mano, inhalo el humo por la boca para luego exhalarlo por la misma. La niña hizo una mueca se veía la diferencia entre su padre y el niño que tenia al frente era deducirlo a simple vista y verlo detalladamente vio la diferencia entra la situación del padre a comparación del niño era diferente. Aunque no quería ir a profundida sobre su situación, no lo quería incomodar.

Voltio su rostro en donde se encontraba el niño y le dedico una leve sonrisa.

No entendía por la que pasaba el niño, si vivía con su padre o tenía otro pariente pero su mama siempre decía que era mejor dedicar una sonrisa que unas palabras falsas sin saber la verdad que hay detrás de esa persona.

El niño no se sentía tan orgulloso de tener esa imagen como padre la mayoría siempre lo criticaban por tener un padre así o simplemente se alejaban por solamente creer que el niño crecería igual que él, era triste y lo sabía.

Yo vivo por aquí cerca, de hecho ¿A qué juegas? –murmuro la niña ante ver al niño que se hundía en sus pensamientos y tenía miedo hasta a qué punto podrían llegar–.

–En realidad no estoy jugando, estoy tratando de dibujar aquel pájaro que se encuentra allá– señalo el niño en una rama pero ya no estaba el pájaro–.

¡Wow! que fino ¿Puedo ver el dibujo? –Dijo la niña en una mueca de curiosidad–.

– ¡Claro! Este es el dibujo- murmuro el niño en un leve sonrojo alzando la libreta que tenia al frente, para así mostrárselo, se sentía importante podría parecer algo absurdo pero nadie había estado interesado en sus dibujos como aquella niña-.

El dibujo que plasmó el niño en aquella hoja que por un momento estuvo en blanco, reflejaba un pájaro sobre una fina rama de un árbol, donde alrededor caían pequeñas hojas haciendo notar un poco la estación de otoño sobre aquel dibujo. El pájaro no embarcaba completamente la hoja pero si se lograba visualizar a simple vista.

– ¡Wau! Qué bonito parece hecho por los mismos dibujantes expertos hasta podría jurar que fue hecho por un profesional ¡Es hermoso! – La niña mostraba una sonrisa ante ver el dibujo del niño, hasta que dirigió su vista en él y se dio cuenta que se estaba riendo ¿Pero que le parecía tan gracioso?- Oye, no te rías en verdad parece hecho por un profesional, ¡Solo mira estos hermosos detalles! Ah que son bonitos eh-.