Only love me [Billie Eilish y tu]

39: "Bebé"

Mi vista estaba fija en ella, en sus movimientos, en sus gestos.
Quería besarla, quería hacerlo en verdad. Pero no iba a arriesgarme, porque estaba segura de que demasiadas probabilidades de que alguna persona estuviese alli afuera espiando, no iba a arruinar su carrera por un capricho mío, no podía.

La amaba, de eso estaba segura. Haría cualquier cosa por la mujer que tenia delante.

Amaba todo en ella, sus lunares, la forma de cuidarme, su mirada divertida cuando me provocaba, la forma de preocuparse por todos.
Amaba la forma en que se acurrucaba en mi pecho una vez de haber verificado que no había nadie extraño cerca que pudiera grabar ese momento tan intimo, tan nuestro. Y luego ver como levantaba su cabeza y me sonreía tímidamente.

- ¿Vamos amor? - pregunto Billie sacándome de mis pensamientos.

Asentí sin poder creer que ella era mi novia.

Como un instinto mi mano quiso tomar la suya. Quería demostrar que encajaban perfectamente, quería demostrar que estábamos juntas y nos complementamos perfectamente, pero no podía, no era ni el momento ni el lugar.

Mis pasos se acoplaron a los de ella y caminamos en una sincronía perfecta.
Al salir del local mi mano automáticamente viajo a mis ojos tratando de que los flashes no me dañen la vista.

Voltee mi cabeza a ver a Billie y la vi caminando con aires de superioridad, como si tuviera el mundo en sus manos.
Su cabeza se giro hacia mi y pude ver una sonrisa que estaba intentando retener.

Le guiñe un ojo y volví a posar mi vista al frente.

Acelere la velocidad dé mis pasos y abrí la puerta del auto para Billie. Cuando me asegure de que haya entrado cerré la puerta y camine hacia el lado del piloto para subir.

Levante mi vista al espejo retrovisor y vi a mis guardaespaldas ya listos en sus camionetas.
Volví mi vista al frente y acelere.

Estaba metida en mis pensamientos mientras mi vista seguía en los autos que se encontraban delante del mio.

Algo que realmente me molestaba era que las industrias no de te dejen decir quien eres por miedo a lo que las personas pueden decir. Me molestaba que te reprimen y te obliguen a ser como a ellos le gusta.

- Amor - me llamó Billie.

Emití un sonido de garganta dándole señal de que siga sin despegar la vista del frente.

- Hoy no voy a volver a casa, iré directo al restaurante por lo de Finneas - me informo - ¿tu harás algo? -

Finneas junto a Claudia convocado a toda la familia para hacer una cena importante.

- Yo tampoco volveré, hoy tengo que ver algo sobre unos contratos junto a Steve - le explique - ¿donde quieres que te deje? -

- En el estudio - respondió con una sonrisa.

Una sonrisa se formo en mi rostro al verla. Podría agarrarla ahora mismo y llenarle la cara de besos si no fuera porque estoy manejando.

- ¿Quieres que después te pase a buscar y te deje en algún lado? - pregunte desviando mi mirada del trafico para dedicarle una sonrisa.

Ella se volteo hacia la ventana y soltó un leve suspiro, algo le preocupaba.

- No, llamaré a un chofer - explico.

La lleve al estudio mientras ella tenia su mano apoyada en mi muslo y daba leves caricias ahí. Ese gesto podía hacer que todo mi cuerpo se relaje, el amor que trasmitía con solo un tacto era digno de admirar.

Al llegar, baje primero y le abrí la puerta. Ella rodó los ojos con una sonrisa y me envolvió en sus brazos.

- Te amo - susurro dejando leves caricias en mi espalda.