Only love me [Billie Eilish y tu]

45: "Llamada"

Todos lo sabían, estaba en todos lados y en boca de todos. Miles de mensajes, llamadas y noticias se hacían ver a diario. Todos querían saber nuestra historia, como había sido todo, pero parecía que nadie estaba dispuesto a recordar una historia tan dolorosa como la que habíamos escrito.

No pude verla, no pude ver como confirmaba que habíamos estado juntas y que habíamos llevado una relación por un tiempo. No pude verla contando que teníamos citas a escondidas y como la había hecho feliz. No pude verla mintiendo.

Mi vista se nublaba cada vez que alguien decía algo sobre ella, sobre lo que fuimos. Nunca creí que una ruptura iba a ser tan dolorosa hasta el punto de no saber si seguir. A veces creo que me enamore demasiado rápido, que no era posible la conexión que sentía y que pronto iba a desaparecer, pero cuando recordaba los primeros besos, los primeros abrazos y hasta el primer te amo. Sentía mi corazón acelerarse y decirme que realmente quería que fuera para toda la vida.

Nunca quise enamorarme, es difícil aceptar el hecho de que pude llegar a quererme tanto como para creer que mi amor podría hacer que la otra persona se ame de igual forma.

Somos humanos, somos seres imperfectos. Nada de lo que una persona haga va a poder salir completamente bien, sin errores. El amor también es imperfecto, no siempre se puede amar de la misma forma, no siempre hay amor de ambos lados.

No creo que luego de amar a una persona puedas llegar a odiarla, creo que el dolor de la traición y la dificultad de aceptar que tal vez la otra persona no siente lo mismo, es lo que te hace sentir repudio.

Tampoco creo que una infidelidad sea lo peor que puede hacer una persona, pienso que lo peor es la mentira. La persona ve cómo depositaste toda tu confianza en ella, cómo depositaste tu corazón. A pesar de ello, decide que eso no es suficiente, o quizás, eso no es una decisión. Quizás la otra persona no estaba preparada para amarte y decidir que esa confianza era lo suficientemente importante como para no querer que desapareciera nunca. Quizás esa confianza no le era lo suficientemente valiosa como para pensar que sin ella te irías de su lado. Y cuando llegas al punto de entender que no mereces que la otra persona no valore lo que das, lo que sientes. Es cuando el amor realmente duele.

- ¿Crees que es verdad? - pregunto con una voz suave.

La mire pensando en la respuesta.

- No, cada día hay mas rumores sobre las dos - explique mientras me paraba correctamente - no importa si tiene que ver sobre nuestra vida personal o sobre nuestra carrera, cada día inventan mas rumores -

La vi asentir y volver su vista al frente. A veces me preguntaba como estaba tan tranquila en momentos como estos, miles de cámaras apuntando hacia nosotras y ella parecía haber nacido para captar su atención, para deslumbrar con su belleza. Sus ojos recorrieron el local, su postura elegante solía hipnotizar a los presentes y su andar parecía haber sido estudiado, corregido hasta la perfección.

- Isabella - llamé al verla perderse.

Sus ojos se demoraron en mí. Vi el dolor escondido en ellos, no era fácil descubrir que tu ex pareja está saliendo con la que solía ser tu amiga. El hecho de conocerla por la industria y que estemos pasando por situaciones similares nos acercó más de lo que algunas personas podían entender.

- Lo siento - susurro mirando sus pies.

Nunca creí que una persona tan majestuosa y amorosa podía estar tan rota como yo. Sus ojos azules estaban apagados y su mirada casi siempre perdida. Nunca supe bien su historia, pero el dolor en sus ojos me hizo darme cuenta de que tal vez no era algo posible de hablar.

- Vamos - pedí agarrando su mano y dando un apretón.

Sabía que Bella había sufrido en su familia, sabía que sufría por amor y sabía que sufría por su enfermedad. Note de inmediato que siempre fue alguien que intento ayudar a la mayoría de personas, no solo por el hecho de que me hablo luego de ver la entrevista y confeso que entendía mi dolor. Si no, lo que lo delato fueron sus ojos y sus pequeñas acciones hacia los demás. Había prometido intentar alejarme del mundo del modelaje sabiendo lo competitivo y cruel que era, pero cuando me dijo que me invitaba un café y me ofreció su hombro para llorar supe que no todos los que trabajan ahí eran iguales.