CAPÍTULO 2

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Llevo toda la noche pensando en si me gusta o no Alice y no se, no quiero arruinar nuestra amistad y para ser sincera no es la primera vez que lo pienso pero eran pensamientos que evitaba. Baje a cenar con mi familia mi papá había llegando temprano y mamá quería que cenaramos en familia, al llegar al comedor todos estaban sentados y la cena servida.

-Buenas noches- nadie responde y me siento en mi sitio a probar la rica comida de mamá.

El televisión estaba en el canal de las noticias y estaban reportando otro espantoso asesinato en la ciudad, no suelo ver las noticias pero van como 3 asesinatos aparentemente una persona está matando a personas de forma horrible, los mutila y deja restos del cuerpo en distintos sitios públicos como parques, el cine, colegios y lugares donde normalmente asisten niños. Es algo extraño la verdad.

-Fantástico, tenemos a un loco asesino en la ciudad-comenta mi padre luego de terminar con su plato-  cada vez hay hombres más locos en el mundo.

-¿Por qué crees que es un hombre?- dice Beth.

-¿Acaso crees que una mujer podría ser capaz de algo así? Ese hombre secuestra a las personas y luego las mata, una mujer no tiene la fuerza para hacer algo como eso. A parte las víctimas han sido dos hombres y una mujer ¿sabes la fuerza que necesitas para pelear con un hombre? - El y Beth siempre peleaban y discutian por cualquier cosa, ella no toleraba la presencian de mi padre a mi me daba igual no ha sido el mejor del mundo.

-¿Y como estas tan seguro que pelean? Que pasa si los droga o los atrae a ella y en ese momento aprovecha.

- Beth no seas tonta, esas cosas solo pasan en películas no en la vida real- dice mi padre solo por lo aceptar que dice la verdad.

-Frederick no discutas por una estupidez con ella-se mete mi madre en la discusión antes que mi hermana responda y comience la pelea, ya los conocíamos empezaban así y luego se insultaban diciendo cosas bastante hirientes.

- Tienes razón no vale pena, subamos a ver una película amor- al decir eso papá se levanta del asiento y toma la mano de mamá - ¡Rosa! Ven a limpiar este desastre.

-Que raro dando la razón ¿quieres algo a cambio cierto? Y no sé llama Rosa, se llama Estela Frederick- Beth se levanta de su asiento y comienza a recoger los platos para ayudar a la chica que aún no llega.

-Cómo sea que se llame, no importa aprenderse el nombre de una persona insignificante como esa- mira con rabia a Beth- ¿Donde estas vieja desgraciada?- grita.

La chica entra corriendo a recoger los platos y los vasos, sus manos tiemblan. Es una chica de aproximadamente 26 años es muy linda a decir verdad, tiene el cabello castaño largo y con ondas, es super blanca y sus cachetes tienen un tono rojo, tiene unas cejas y pestañas super pobladas y mide más o menos 1,60.

-Déjala sola, ella tiene que hacer su trabajo no la ayudes- dice papá dirigiéndose a Beth, yo solo estoy sentada mirando la escena.

-No quiero, no estoy molestando a nadie, suban a ver su película yo me quedo ayudando a Estela- se da la vuelta y entra a la cocina.

-Ven amor, dejala sola- mi mamá le acaricia el hombro a papá- veamos la película mi vida.

-Ok Martha, subamos tienes razón en que no estoy pasando tiempo contigo- comienzan a caminar hacia las escaleras, papá se voltea y me mira- Sigue así siempre, obediente así cualquier hombre te querrá a su lado una mujer que haga caso siempre... Tu madre es algo difícil pero siempre hace lo que le digo, en cambio tu siempre sigues las reglas serás una esposa excelente.

-Eh... Gracias supongo- no lo considero como un halago, pero pelear con papá no es algo recomendable.

-¿Ves que los castigos que te daba de niña fueron útiles? - dice eso da la vuelta con mamá y se van.

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