Prólogo

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¿Saben? A veces pienso que en realidad el único Dios es el universo mismo

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¿Saben? A veces pienso que en realidad el único Dios es el universo mismo. Y ya que nosotros formamos nuestro propio universo, cada uno es un Dios bondadoso en su interior, y eso es exactamente lo que cada ser vivo en esta constelación necesita. Bondad.

¿Qué tiene que ver este pensamiento filosófico con mi situación? Absolutamente nada. Llamadme Alan. Tengo actualmente diecisiete años y vivo sólo en una casa de una zona urbana. Soy muy leal, servicial y firme con respecto hacia amistades y compañerismo. Me levanto aproximadamente a las 6:00 AM y tomo mi café del día antes de irme al trabajo. Trabajo en una empresa internacional guiada al manejo de seguros de marketing a largo plazo, y dicho trabajo tiene un tiempo aproximado desde las 9:00 AM hasta las 9:00 PM.

De por sí, mi vida ha sido muy triste y aburrida, llena de huecos que llenar aquí y allá, sin nada interesante que agregar o recordar. Al volver al pasado, lo único que encontrarías de mis recuerdos serían un chico aburrido trabajando en una oficina, que es justamente lo que estoy haciendo hasta ahora y lo que me he pasado haciendo los últimos años de mi adolescencia antes de entrar a la juventud: Trabajar. Pero en fin, no les vengo a aburrir sobre mi plática con respecto al trabajo. Ustedes quieren saber lo que me ocurrió y el cómo llegué aquí, ¿verdad?

Para explicar lo que ha venido pasando desde las últimas semanas, creo que hay que remontarnos mucho, mucho tiempo atrás, cuando tenía alrededor de cinco años y llevaron a mi madre de urgencias al hospital, ya que iban a tener a mi hermano pequeño. Mi padre fue prontamente notificado en su lugar de trabajo y tuvo que hacer una salida de emergencia en un taxi para llegar al hospital donde mi madre estaba internada. Recuerdo que yo estaba en el salón de espera del hospital, preocupado y aburrido, viendo constantemente por las ventanas o por las puertas, esperando que mi padre llegara. Desafortunadamente, nunca llegó, y mi madre tampoco decía nada.

Pasaron unas horas y simplemente no podía esperar más. De repente, unos doctores salen de la sala con un rostro de fracaso. Yo no entendía en ese momento lo que ocurría. Tenía apenas cinco años. Un doctor se me acercó y me preguntó lo siguiente.

—¿...Dónde está tu padre, hijo?— Dijo calmadamente.

—No lo sé. Llevo esperándolo muchas horas.— Dije preocupado.

El doctor se acabó de dar cuenta de la situación, y me miró con tristeza, pero no tuvo la bondad para decirme lo que ocurría. Al final, el doctor me dio un teléfono móvil. Me dijo que si sabía un número de algún otro familiar cercano, que los llamara. Y eso precisamente hice. Llamé a mis tíos los cuales vivían no muy lejos de mi hogar, y luego de unos minutos llegaron al sitio. Mi tía me llevó afuera y dijo que me llevaría a casa. Exhalé aliviado, pues había estado esperando demasiado tiempo. Mi tío se quedaría en el hospital para hablar con los doctores.

Cuando llegué a la casa de mis tíos, todo estaba muy tranquilo. Era una casa mucho más pacífica que mi hogar. Recuerdo que lo último que hice al llegar fue ir al dormitorio y acostarme en una de las camas del cuarto.

Eeveelution Squad Fan-Fiction | ¿Soy Un Jolteon?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora