—El barco acaba de llegar al muelle, colóquense en filas y prepárense para el desembarque — apague el micrófono y tome mi arma para después ir al área en la que estaban los soldados, abrí la puerta y mire que uno estaba más perdido que yo y mis decisiones de vida — número veintinueve — todos se quedaron quietos esperando a que él se moviera — veintinueve — él me miró — sígame — comenzó a salir de ahí y yo avance hacia la zona de desembarque.Ninguno de los dos decía nada, llegamos al muelle y pasamos los dos, unas grandes puertas de metal se abrieron dándonos paso hacia la infraestructura.
Lo deje pasar primero y nos fuimos directo al elevador que nos llevaría a mi habitación, llegamos y la puerta comenzó a escanear nuestras máscaras, lo dejé pasar antes y las luces se comenzaron a encender.
Abrí la puerta de mi habitación y él entró, miró todo alrededor y suspiro, deje mi arma en un mueble pequeño, me quite mi máscara, mi cámara y desabroché el traje rojo quedando con una blusa manga larga negra abajo.
—¿Cual es tu plan?
—¿Que?
—Tu plan, ¿cual es? — tome un vaso y le puse un poco de hielo — no me digas que no tienes ni idea de que hacer — me quite mi intercomunicador, lo mire y el a mi — puedes quitarte la máscara, no hay cámaras — se la quitó y también la capucha — creo que tengo ropa que pueda quedarte, ese traje es muy incomodo.
—¿Por qué me estás ayudando?
—No te estoy ayudando, te estoy guiando a ejercer un plan que será de beneficio mutuo, pero ahora que lo veo no tienes nada. — suspiré y entre a mi armario — no me sirves mucho — comencé a buscar ropa cuando se la nada sentí como me empujaban contra la pared — se te está haciendo costumbre.
—Me delatas y te vuelo la cabeza.
—Si té delató en menos de tres minutos estrías muerto, además, si me quieres matar ahora hazlo, tú máscara ya está registrada.
—Pero yo no soy el de la máscara, esa máscara no me pertenece.
—Bien, pero da igual, necesitas una contraseña para salir, entonces no creo que funcionara — hice mi cabeza hacia atrás golpeándolo en la cara, lo empuje contra la pared y le quite su arma — ahora relájate, si quieres encontrar a tu hermanito soy tu única opción, ¿entendiste? — lo solté y él salió de el armario yendo a mi habitación, se sentó en mi cama y mire como se quitó la apreté de arriba del traje quedando con el pecho descubierto — toma — le di unas camisetas grandes que tenía — no tengo pantalón ni nada que creo que te quede — entre a mi armario y me termine de quitar la parte baja de mi traje para ponerme un short y una blusa gigante, salí y él estaba sentado en la cama con la camiseta y si bóxer, ay Jesús, mire a otro lado y después de unos minutos el hablo.
—¿Que crees que deba haber? — lo mire y él solo miraba al suelo.
—Definitivamente no solo quedarte ahí sentado — dije, me recargue en la pared y él me miró — lo malo es que fuera de esta habitación no puedo protegerte, y necesitas salir, por que obviamente no lo sabes, pero tú y veintiocho, junto con doscientos cuarenta y doscientos treinta y seis venden órganos de los jugadores muertos.
—¿Está permitido eso aquí?
—No interfiere en el juego, así que importa una mierda — me encogí de hombros y el suspiro — mira si quieres encontrar a tu hermano tiene que ser para mañana.
—¿Que? ¿Por qué?
—Los juegos están programados, jugarán a panal y nos pidieron darles poca comida para que en la noche se hiciera una limpieza.
—¿Limpieza?
—Se maten entre ellos, así los más débiles se van más rápido — suspiro y agarro su cabello con frustración.
—¿Crees que puedes meterme ahí?
—¿En donde?
—Con los jugadores, algo.
—Mmmm, no lo se, lo intentaré.
—Vamos.
—¿Ahora?
—Si.
—No, ahora no puedo — me queje.
—¿Por que no?
—Tengo turnos de dieciocho horas, mañana me levanté a las tres de la mañana para preparar las cosas, déjame descansar — me acerque a mi cama y me senté, él se puso de pie y lo mire — ¿Que?
—Solo hay una cama — suspiré y me recosté bajo las mantas.
—Haz lo que quieras pero no me jodas — apague la linterna y cerré los ojos para dormir.
—Número cero — comenzó a sonar la grabación, gruñí molesta y puse la almohada en mi cabeza, con la intención de asfixiarme y con suerte morir — recuerda que hoy hiciste un asombroso trabajo, tú hora de dormir a comenzado, estamos muy orgullosos por tu desempeño, prepárate para un hermoso día mañana.
Sentí como el chico se recostó a mi lado, tome una de mis almohadas y la abracé dándole la espalda.
—¿Como te llamas? — pregunte.
—Joon-ho.
—Si roncas te golpeó, Joon-ho — me acomode de nuevo y cerré los ojos.
Narra Joon-ho
Habían pasado unos minutos, tal vez horas, no sé si la chica a mi lado es confiable, no se por que accedió a ayudarme tan fácilmente, dejare que lo haga ya que claramente conoce mejor este lugar que yo, me incline un poco para mirarla, sus ojos estaban cerrados y abrazaba a esa almohada como si fuera a escaparse, ella comenzó a moverse y yo me recosté en la cama, se dio la vuelta y me abrazo, su respiración era tranquila, si me esta abrazando, definitivamente esta dormida.
Tome mi celular cuidadosamente, entre a notas.
-Isla, guaridas subterráneas, los transportan en un barco, chica casi líder medio insoportable.
Suspiré y lo dejé.
Ella no era insoportable, decía la verdad, me metí aquí sin tener la menor idea de lo que ocurre.
La empuje un poco y ella se quejó, dejó de abrazarme y se acomodó de nuevo, le di la espalda y cerré los ojos, tal vez ya no despierte mañana, pero es un riesgo que se tendrá que tomar.
—Número cero, ya a empezado un nuevo día, prepárate, es hora de...
—¡ALARMA DE MIERDA! — la chica a mi lado se levantó y camino a uno de los interruptores.
—... un grandioso día te espera, disfruta de tus actividades — se escuchaba la voz y al fondo la típica alarma de los productos Apple, esa alarma la odio con toda mi alma, tape mis oídos y cuando se detuvo suspiré.
La mire y ella se quitó la blusa que usaba para dormir, después solo se puso una sudadera y se comenzó a poner unos tenis — ¿A donde vas?
—Tengo que hacer una ronda de inspección — tomó un pequeño arnés y se lo puso en el pecho — en unas horas vendré por ti — tomó el arma y salió de la habitación así anda más, tome mi celular y mire la hora, 3:06 am.
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